viernes, 3 de marzo de 2017

NAVARRA, EL CAMBIO Y LOS DEL NO A TODO ¿O ES QUE HAY MUCHOS SÍES?

 
Figura 1. Vallas colocadas en varios lugares de los accesos a Pamplona visibles desde autopistas y carreteras entrantes y salientes, en euskera y en castellano. El mensaje: el TAV/TAP nos mata.

Asistimos a un momento histórico apasionante, deberemos dirigir la información de manera muy directa y sin edulcorar desde las comunidades hacia las instituciones y viceversa.

Hay muchos "síes", pero esperan a ser escuchados; la mayoría de ellos rompen esquemas, precisamente lo que demandan los tiempos.  


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 1. GRANDES INFRAESTRUCTURAS, EMPOBRECIMIENTO Y CAMBIO

En la sociedad española y en especial la navarra vivimos momentos históricos que no son ajenos al resto del mundo. Y cuando decimos históricos es porque lo son. Coincidiendo con la llamativa campaña de Sustrai Erakuntza: ¿Por qué hemos tenido que hacer esta campaña? (ver figura 1) se reabre el debate tan ligado a estas tierras de "ya están los del no a todo" pero con una novedad como detalle: en Navarra ahora gobierna el llamado "Gobierno del cambio".

Pues bien, el discurso vertical sigue siendo el mismo y las actuaciones las mismas, el caso es que no hay cambio en los objetivos y sí en la imagen o los medios para alcanzar los mismos objetivos. La cuestión fundamental es si los otra vez etiquetados en este nuevo contexto como "los del no a todo" tienen algún "sí", y la respuesta es afirmativa, especialmente estos "síes" se hacen más notorios porque quienes ahora ostentan o apoyan al nuevo Gobierno del Cambio, en su momento también fueron etiquetados con esa marca negativa (de negación y peyorativa).

El TAV, el Canal de Navarra con Itoiz, Yesa, líneas de alta tensión, centrales energéticas ilegales, circuito de alta velocidad, Navarra Arena..., son según el Tribunal de Cuentas más antiguo y veterano de España, la Cámara de Comptos, una colección de obras e infraestructuras ruinosas económicamente, que no sólo son ya insostenibles, inservibles o extremadamente caras de mantener, sino que ennegrecen el futuro de las generaciones venideras. El bolsillo de todos se hace cargo, no hay problema; pero la cuerda no se puede tensar más, ¿o sí?

Calibrando desde un rotundo "sí" que nos llega a través de las más altas instituciones internacionales, como si éstas se empeñasen por primera vez en poner un freno al desarrollismo capitalista más radical que precisamente desde ellas se impulsó y que son su misma esencia, la OCDE, la lógica parece abundar en la calle y ausentarse de las más altas instituciones locales.

¿Cómo es posible que "los del no a todo" estén más en sintonía con la OCDE y hayan comprendido e interiorizado mejor su mensaje que cualquier impulso empresarial o gobierno autodenominado de "el cambio"? O estamos asistiendo a cosas muy extrañas en la historia de este planeta y de este trocito de él llamado Navarra, o algo gordo sucede. La respuesta es que algo gordo sucede y la OCDE advierte qué es.


 2. SE ACABÓ LA FIESTA

En efecto, se acabó la fiesta. La economía, por si alguien no lo sabía, no se mueve impulsada por el dinero, sino como todo en este mundo físico y finito, por el trabajo, por la energía (figuras 3, 4 y 5). La OCDE no lo puede decir más alto ni más claro. Seguir el itinerario de sus informes anuales "World Energy Outlook" dirigidos a los gobiernos de todo el planeta y publicados desde la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que es su órgano asesor, trazan una historia muy reciente que se resume así:

El año 2005 fue el año del pico del crudo según los estudios de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y supuso entre otras cosas, un vapuleo a las economías mundiales que en 2008 provocó el colapso de unos mercados desvinculados de una economía física real. En 2010 pasamos un ecuador en nuestra evolución como seres supuestamente inteligentes que habitan la Tierra: más de la mitad de la población estamos viviendo ya en ciudades, comenzó así una nueva experiencia para la vida en el planeta.

La ciudad se convirtió entonces en la unidad estructural de una civilización que crecía y crecía consumiendo los recursos accesibles y almacenando desechos como nunca antes se vio. Es justamente en este contexto cuando, primero la ruina del biodiesel, luego la del fracking (o fractura hidráulica), la quema de arenas bituminosas, la exploración de los pequeños almacenes geológicos profundos de pésima calidad, y otros movimientos desesperados comienzan a expandirse y a formar burbujas que siempre explotan; ahora toca especular con las llamadas "renovables"; estas burbujas cada vez duran menos y cada vez suponen una merma mayor para el desarrollo de las sociedades y un alimento para los nuevos basureros usados, pero que son los que garantizan nuestra propia existencia: la atmósfera, los océanos, ríos, montes... Se trata de un recorrido que durará unos cinco años hasta llegar al máximo de producción. El año 2015 supone que esas arriesgadas y contaminantes extracciones no convencionales, ahora en decadencia, tocaron un techo: el que nuestra tecnología pudo acometer.

Desde entonces, la OCDE a través de su órgano asesor, la AIE, nos ha advertido que ya no se puede crecer más. O lo que es lo mismo, el crecimiento no es sinónimo de desarrollo. Nos vemos obligados a gastar mucha más energía que en las ya históricamente dominantes extracciones convencionales para hacer que esos recursos energéticos puedan ser consumidos y reviertan en el desarrollo de las sociedades, es decir hay que quemar más, y por lo tanto producir más desechos para obtener una energía neta bastante menor.

Desde 2005 todo está en decadencia, desde 2008 se acelera el problema a pesar de maquillar el indicador: el PIB. Desde 2010 nos agarramos a clavos ardiendo, desde 2015 ya no podemos extraer más de nada, sino menos. A partir de 2017 el declive es imparable, en 2018-2020, presumiblemente la demanda supere a la oferta y los precios ya muy volátiles acaben sufriendo una ligera pero nefasta subida que a zonas como Navarra les supondrá una frenada económica de tal calibre que habrá que replantearse muchos proyectos.
 
La OCDE prevé una seria escasez de petróleo en pocos años. El inevitable declive de la producción es clave para prever escenarios realistas. Pero la geología que es quien manda, no está siendo considerada para las previsiones económicas de algunos gobiernos. Son los mercados financieros los que están guiando a los inversores, el barril continuará bajo en los próximos meses. Los mercados no visualizan que en unos tres años habrá una escasez severa de petróleo (ver figura 2).

El porcentaje de declive es de alrededor de un 4-6% anual, lo que implica la ausencia en la producción de al menos 4 millones de barriles diarios cada año por venir (figura 2). Si prevemos que el aumento anual de la demanda, para cumplir con el mandamiento del "crecimiento económico sostenido", debería ser de al menos el 2% con el objetivo de crear empleo, evitar la pobreza , etc., necesitaríamos añadir un mínimo de 2 millones de barriles diarios; eficiencia, tecnología y ahorro incluidos. Se precisarían pues alrededor de 6 millones de barriles diarios en una desbocada producción nunca antes vista. Pasados tres años se necesitarían unos 18 millones de barriles al día, lo que supondría la quema de ingentes cantidades de petróleo adicional para poder extraerlos, todos sabemos cuáles son los efectos sobre la atmósfera o la hidrosfera, nuestros basureros favoritos, si queremos evitarlos sólo podremos hacerlo añadiendo un poco más de energía (quemando más) para capturar tanto desecho nocivo y almacenarlo.

Y ahí está la advertencia y preocupación de la AIE (OCDE): todas las grandes petroleras están reduciendo drásticamente sus inversiones dada la escasa rentabilidad de un barril a 50$, que sumado a las deudas y quiebras dejadas por la ruina del fracking hunden el sector, pero sobre todo, debido a que cada día es más costosa la extracción de crudo de buena calidad. Dado que el problema es puramente geológico, y no será hoy, sino que el impacto más notable será hacia 2020 (figura 2), de momento, los mercados no alcanzan a incluir la componente geológica innegociable en el precio final del barril, algo que pagaremos caro si no se toman medidas inmediatas tocando el resorte que sí se puede negociar: la organización social.

No se es consciente en la clase dirigente del hecho científico inevitable, concretamente geológico, absolutamente innegociable, de que partes vitales de nuestra compleja sociedad, van a dejar de funcionar rápidamente a medida que el petróleo escasee. Idea por otra parte que no consigue entrar en las mentes esculpidas y formadas en un mundo en constante expansión y crecimiento y moldeadas con la modernidad industrial, pero un mundo abocado a esta inapelable descomplejización que ya vivimos, fenómeno social que incluso provoca un rechazo irracional y violento (ver figura 6). El peligro consiste en meterse en callejones sin salida que habrá que desandar como sociedad con el costoso gasto de energía adicional que ello conllevará. Pero aún más peligroso será el enorme descontento y frustración social, caldo de cultivo para legitimar la vuelta de regímenes de extrema derecha en la falsa promesa de volver a un pasado lleno de optimismo, aunque ello conlleve la privación de los recursos más básicos o de derechos humanos elementales para amplias bolsas de población.


Figura 2. Según la AIE la oferta de energía primaria que somos capaces de poner en el mercado en forma líquida comenzó en 2015 un ligero declive (es probable que fuese en la segunda mitad de 2014). Hacia el año 2018 la demanda sobrepasará a la oferta. Como hay una tremenda falta de inversión que parece alargar su sombra durante 2017 y más allá ya que no es rentable invertir en petróleo a 50 $/barril, extrayendo de lugares cada vez más costosos y de peor calidad, se produciría un repunte de precios que sólo podría ser compensado por un aumento de la producción o una caída de la demanda. En la AIE dan por supuesto que se producirá un aumento de la demanda y que ésta llevará a un aumento de la inversión que estimularía al petróleo de fracking en un nuevo auge, aunque ya sabemos que esta ruinosa técnica decae a ritmos de entre el 5% y el 10% anual en los mejores yacimientos norteamericanos, sobre todo desde 2015, por ejemplo Bakken se ha vuelto un escenario de quiebras en cadena. La AIE (OCDE) muestra la solución del problema: cuando los precios del petróleo vuelvan a ser altos entre 2018 y 2020 se producirá una caída de la demanda por el único itinerario que conocen los países occidentales no productores de petróleo: la destrucción de la actividad económica y su consiguiente recesión, nada nuevo que no conozcamos en casa cuando el precio del petróleo sube. Es decir, la propia OCDE está preparando a los gobiernos del cambio o de lo de siempre para afrontar una recesión que no tiene por otro lado, nada que no se conozca y que ni siquiera el problema energético podría disparar, sino que antes puede hacerlo la crisis de deuda. La respuesta local siempre ha sido la misma, con o sin cambio: destrucción de empleo y recortes en sanidad, cultura, educación, atención social, etc., (ver figura 6).


3. ESPAÑA Y NAVARRA ANTE EL DECLIVE ENERGÉTICO

En España las cosas son un reflejo de lo mismo y en Navarra exactamente igual con el agravante de que quienes finalmente más se resienten son las clases necesitadas: paradas, jubiladas, mayores, niñas, enfermas... No obstante, la energia (y por tanto la economía) desviadas al objeto de paliar desastres debidos a las audacias humanas en forma de grandes infraestructuras ruinosas económicamente, o a los eventos extremos derivados del imparable cambio climático que las hacen menos resistentes, son cada vez mayores.

Es verdad que ello (arreglar y mantener) computa en el PIB puesto que la puesta en marcha de maquinaria, movilización de materiales de construcción, transporte, energía, etc., para arreglar "desaguisados" no deja de ser actividad económica, pero en realidad no hay crecimiento (desarrollo) alguno. Se trataría de un crecimiento ineconómico. Se están parcheando destrozos para volverlos a un estado anterior o similar (a veces incluso en peores condiciones) a la catástrofe, el mejor ejemplo que se muestra en las Escuelas de Ingeniería del Estado es el embalse de Yesa. Así, la ausencia de resiliencia mortifica toda eficiencia.

El ciudadano paga sin tregua por algo que no le revierte ningún beneficio, éste se va a poderosos presidentes de equipos de fútbol y empresas del sector del hormigón, la energía o la obra pública. En España el modelo siempre es el mismo, con o sin cambio las ganancias son liberales para los "amiguetes" de quien toque. Las ruinas, proyectos inservibles y costosas chapuzas, se someten al principio más elemental del comunismo: son de todas. Las amenazas como Yesa se quedan aquí y así: la costosa y abundante energía necesaria para, primero su desestabilización, luego intentos fallidos de estabilización y finalmente mantenimiento, deberá ser costeada por todas las comunidades.

Recordemos que durante la década de 1995 a 2005 en plena euforia de crecimiento ilimitado, Navarra se llenó de parques eólicos que iban a suponer la promesa de una abundancia de energía con un abaratamiento importante de la misma y un gancho para inversores y accionistas. Buena parte de las máquinas instaladas, de escasa potencia, han sido ya descatalogadas del mercado. El parque más antiguo, el de El Perdón, cuenta con 37 molinos de 500 kW instalados en 1994, en total, la energía eólica cuenta con más de 1200 aerogeneradores repartidos por los montes navarros en 40 parques eólicos, suministran casi 1000 MW, algo así como dos centrales nucleares tipo Garoña. Los montes privatizados o regalados, con sus parques eólicos, derivan buenos beneficios a quienes los explotan y hoy los ciudadanos pagamos la factura de luz más cara de la historia, incluso la pobreza energética que entonces era una desconocida, afecta ya a cerca de 45.000 hogares navarros. Si la apuesta va a seguir siendo la misma, va a ser muy difícil que este tipo de proyectos cuenten con un amplio apoyo de la ciudadanía porque las expectativas desafortunadamente, son aún peores.

Y es que la OCDE lo viene advirtiendo hace años: la energía no es una mercancía o servicio más que se compra y se vende sometida a las "violables" (como hemos visto) leyes de la oferta y la demanda, la energía es un precursor de la actividad económica y sin la primera no se puede desenvolver la segunda. El panorama español se muestra similar al internacional (figura 3) y el navarro refleja también el modelo fractal (figura 4). El consejo principal que nos dan desde la AIE es muy lógico: una apuesta fuerte y decidida por las renovables. Pero éstas tienen muchos problemas técnicos y de efectividad, jamás sustituirán al nunca mejor llamado oro negro.

Los ritmos de implantación y sustitución de energías renovables avanzan más lentos de lo que decaen las fósiles y de lo que sería deseable, son pasos mucho menores que los del declive fósil (figuras 3, 4 y 5) y prácticamente su cometido podría restringirse a la producción de electricidad, es decir tan sólo un 20% de la energía consumida por nuestra sociedad tecnológica industrial. La batalla del transporte por ejemplo ya está perdida, no supimos reaccionar a tiempo cuando debimos hacerlo y hoy podríamos estar utilizando los últimos combustibles fósiles de buena calidad y accesibles para impulsar el inevitable itinerario hacia las llamadas energías renovables (que no lo son tanto porque desafortunadamente dependen de las fósiles) para su implantación.

Todavía no conocemos el asfalto eólico para las carreteras de acceso a los aerogeneradores, o la grúa y el camión eléctrico solar fotovoltaico que instale las aspas de plásticos derivados de la clorofila. Ningún aerogenerador del mundo ha sido instalado todavía con energía eólica, lo mismo para la solar o la hidroeléctrica. Todo proceso de recambio va a pasar por el consumo de ingentes cantidades de energía fósil a la que ya se le está planificando su destino: grandes obras ya catalogadas por organismos de análisis de viabilidad económica y social como la Cámara de Comptos de Navarra como deficitarias, pero es peor el panorama si lo miramos de manera cristalina, sin prejuicios, porque a su vez consumirán ingentes cantidades de energía en mantenimiento y seguridad. Obviamente esos recursos saldrán de alguna parte y ni que decir tiene que ya estamos viviendo esa realidad (ver la figura 6 porque es muy significativa de hacia dónde están dirigiéndose actualmente los flujos de riqueza).

No podemos sustituir el transporte con energía renovable, quizás otros procesos y sectores sí aunque en menor cuantía. No podemos organizar una transición energética en un siglo lo mismo que en una década; no obstante estamos tan apurados que sólo tendremos esos diez años de maniobra, con o sin cambio. La presión a la que las compañías energéticas someten a la AIE es ya muy fuerte, las tentativas de desvío de atención tanto de la AIE como de los gobiernos que no quieren ver "LA CRUDA REALIDAD" y prefieren mantener su infundado optimismo, son cada vez más escasas, estrechas y muy visibles para una ciudadanía que no es tonta.

Figura 3. CONSUMO DE ENERGÍA PRIMARIA EN ESPAÑA (ktep o miles de toneladas de equivalente de petroleo entre los años 1990-2014) DISTRIBUIDO POR FUENTES. (MINISTERIO DE INDUSTRIA, ENERGÍA Y TURISMO, GOBIERNO DE ESPAÑA, LA ENERGÍA EN ESPAÑA 2014). Obsérvese la caída en el período 2007-2014 de cerca de un 22%, la tendencia ha seguido. Con los datos suministrados por la AIE (OCDE) en el WEO 2016 la tendencia de los próximos años va a ser aún más acentuada.
Figura 4. CONSUMO DE ENERGÍA PRIMARIA EN NAVARRA (TEP, 1995-2015) DISTRIBUIDO POR FUENTES. (BALANCE ENERGÉTICO DE NAVARRA, DICIEMBRE DE 2016. GOBIERNO DE NAVARRA). Obsérvese la misma tendencia nacional e internacional con el pequeño aumento 2014-2015 en el consumo de petróleo (en marrón) y sus derivados debido a la fuerte caída de los precios desde la segunda mitad de 2014 hasta hoy, algo similar a lo sucedido en 2000-2002. Con los datos suministrados por la AIE (OCDE) en el WEO 2016 la tendencia de los próximos años va a ser aún más acentuada, no se trata en absoluto de la tan presentada a bombo y platillo como recuperación económica. En los años de "vacas gordas" en especial desde 2000 a 2007 muchos proyectos se iniciaron contando con una proyección futura creciente, todos ellos tanto finalizados como ya trazados o en ejecución, o algunos parados a ver si cambian las cosas, pertenecen a un antes que ya no va a volver. Todos los proyectos del sumidero energético que es el TAV/TAP en Navarra, por ejemplo, como también el de la eliminación del bucle ferroviario en la Comarca de Pamplona y su estación y urbanización en Etxabakoitz, están caducados y obsoletos. La propuesta técnica, ubicación, contexto social y económico y en general la definición de este proyecto tiene más de veinte años, época en que el crecimiento económico se veía infinito. De hecho la aprobación inicial de los mismos, y su puesta en exposición pública fue realizada en noviembre de 2001, tal y como se puede comprobar en el Boletín Oficial de Navarra número 134, de 5 de noviembre de 2001. No es de extrañar que haya un amplio sector de la ciudadanía que se haya parado a reflexionar sobre la viabilidad del proyecto en unos contextos internacional, nacional y regional que ya no existen.


5. LA LÓGICA DEL SÍ Y DEL NO

Lo que se transmite en este artículo es una realidad que impregna la vida de las personas del planeta (figuras 5 y 6). España y Navarra incluidas. Con ello se quiere hacer ver que "los del no a todo" que atravesaron transversalmente la sociedad navarra en diferentes épocas tienen sus "síes", y que éstos son muy lógicos, tanto o más que las políticas ultradesarrollistas de inicios del siglo XXI acordes con escenarios económicos y sociales que se percibieron como favorables pero que ya no existen; los resortes que apuntalaban la economía internacional y local, en especial la energía fósil, ya no van a estar presentes para apuntalar un sistema que vivió holgadamente derrochando recursos y energía.

Como nos indican desde la OCDE el problema es gordo, no podemos hacer lo mismo que hacíamos en 2001 ó 2006. ¡No Podemos! Son nuestros dirigentes quienes deben llevar estas ideas a los parlamentos, discutirlas, sopesarlas y planificar en consecuencia, no hacerlo desde los seductores deseos de las grandes corporaciones cuyas últimas esperanzas de beneficios económicos se posan sobre los menguantes y desvalijados recursos públicos. La propia AIE (OCDE) avisa que si se sigue incidiendo en lo mismo, los más desfavorecidos serán los primeros en ser sacrificados.

Si la razón predomina sobre la cabezonería, que ya ha demostrado en contextos incluso de alta energía disponible, que siempre pierde, ¡qué no podría suceder cuando ésta sea más cara y difícil de obtener! El crecimiento continuo e infinito no es posible en un planeta limitado, intentar alcanzarlo no sólo provoca cada vez más inestabilidad desde el punto de vista biofísico y tecnológico, también desde el termodinámico, por lo tanto es cada vez más inestable desde el punto de vista social. Esta es la manera más científica que tenemos para explicar el inevitable creciente rechazo a un crecimiento imposible que supone sólo un flujo de riqueza desde las conquistas sociales a las grandes empresas transnacionales y sus faraónicos, inservibles e inviables proyectos, algo que la ciencia popular, por cierto muy llena de sentido común y sin entregarse a intereses sectoriales, ha percibido bastante bien y bastante antes que las instituciones a las que sustenta.

Esta es la manera en que fuimos inflando un globo que ya se deshincha, asumirlo es el primer paso necesario para gestionarlo; parar esas pérdidas no es negociable. Llegamos a unos niveles de producción tan altos que costó un esfuerzo enorme mantenerse en ellos, aguantamos lo que pudimos hasta que la cosa empezó a no dar más de sí. Ahora le toca a nuestros jóvenes y sobradamente preparados dirigentes tomar las medidas adecuadas a los tiempos que nos toca vivir. Está claro lo que "No Podemos". Es el primer paso para tocar los resortes de lo que "Sí Podemos", replantear nuestro "tren de vida" no es una opción sino una necesidad; reconstruir los flujos de riqueza acordes con el nuevo organismo social es un reto del que toda ciudadana deberá participar. Pero para ello hace falta también mucha pedagogía, y son precisamente las instituciones más elevadas las que deben comunicar la verdad a los ciudadanos con todos sus medios, no al revés.

Las épocas paternalistas se esfumaron con el siglo. Asistimos a un momento histórico apasionante, deberemos dirigir la información de manera muy directa y sin edulcorar desde las comunidades hacia las instituciones y viceversa. Hay muchos "síes", pero esperan a ser escuchados; la mayoría de ellos rompen esquemas, precisamente lo que demandan los tiempos.

Figura 5: DE GAIL TVERBERG: NUESTRO MUNDO FINITO
Figura 6. La pirámide de nuestras conquistas sociales (flecha verde de la izquierda y lectura de abajo arriba dentro de la pirámide): éstas fueron cada vez más complejas gracias a la disponibilidad de una energía accesible y poco costosa (especialmente el nunca mejor llamado "oro negro") pero este estado, aunque muchos científicos no se hayan dado cuenta, no es eterno y en términos de energía neta (TRE, tasa de retorno energético, relación entre la energía que se invierte para obtener energía y la conseguida, hace 50 años era de 1/100, es decir con una unidad de energía obteníamos 100, con 1 barril obteníamos 100, hoy estamos en 1/18 y en cuanto pasemos la cercana barrera de 1/10 seremos incapaces de mantener una sociedad industrial tecnológica como la conocemos actualmente en un mundo capitalista) ya está cayendo como consecuencia de haber extraído la energía más fácil y accesible durante los últimos 150 años. Toda la arquitectura de nuestros sistemas sociales basados en la disponibilidad de energía barata y accesible se ven afectados (flecha roja). Apelar al tecno-optimismo o el tecno-narcisismo para mirar a otro lado y pensar que más capas tecnológicas servirán para salir de esta crisis, es una falta de rigor intelectual indigna de ningún colectivo que busque explicar la realidad desde un marco científico. El tiempo apremia, las soluciones parche o las iatrogenias no sólo no nos van a salvar, sino que están acentuando un gran problema cuya factura económica, social y medioambiental no deja de apuntar hacia un abismo cada vez más cercano.





"En esta misma década, para poder reaccionar frente al pico del petróleo, vamos a tener que emplear herramientas de todo tipo: sociales, económicas, políticas, etc., medidas que casan muy mal con nuestra economía de mercado y que van a requerir importantes niveles de conciencia ciudadana y voluntad política.

La crisis energética es uno de los problemas más importantes a los que nos enfrentamos y no podemos esperar a que la escasez de energía sea evidente para empezar a solucionarlo. Si esperamos unos años hasta estar completamente seguros de que las predicciones de los geólogos se cumplen, nos encontraremos en un escenario de energía escasa, crisis económica y conflictos por los recursos en el cual será muy complicado invertir en tecnología y emprender medidas colectivas. Debemos empezar la transición energética ahora. Al fin y al cabo, si nos adelantamos y realmente hubiera más energía fósil de lo que los científicos decimos, es muy poco lo que perdemos; pero, si llegamos tarde, el resultado será, sin duda, catastrófico".