jueves, 6 de febrero de 2020

YESA Y EL CÁNTICO DE LAS SIRENAS

Demolición y excavación para aliviar de peso la ladera derecha de Yesa (2014)

Queridos lectores, traigo un escrito que me envía una persona del ámbito técnico, pero sobre todo vecina afectada por el desalojo forzoso y la demolición de las urbanizaciones El Mirador de Yesa y Lasaitasuna. Para sus propietarios elaboré sendos informes periciales ante la resistencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a reconocer su papel protagonista en la denominada "Catástrofe de 2013", que finalmente asumió ya que la desestabilización fue debida a la excavación realizada para cimentar el estribo derecho y para estabilizar dicha ladera (sic.) como se recoge en el informe interno de la CHE del 9-01-2013. Entonces conocí a esta persona; prefiere no dar su identidad ni enviar el escrito a los diarios habituales, así que me he ofrecido a publicarlo en este blog por la temática tratada y mi trayectoria de años ligada a varios análisis geotécnicos y de impacto social con respecto a esa obra, a lo que esta persona ha respondido que lo considera "oportuno y necesario". Por tanto que sea aquí.

Me gustaría dar cuatro pinceladas para ponernos en antecedentes, pues a mí el escrito no me ha dejado indiferente.

El ahora denominado "culebrón" de Yesa parece continuar en un nuevo marco conceptual repleto también de nuevos eufemismos. El neolenguaje político se ha impuesto al sano y directo debate lógico y científico. Los intentos sin prácticamente éxito de manipulación de la realidad que hemos vivido en los últimos meses, desde la publicación del informe independiente encargado por el Gobierno de Navarra, han puesto de manifiesto que la población además de no ser tan estúpida como pretenden algunos responsables de las instituciones, incluye a un buen número de personas cuyos conocimientos técnicos y científicos superarían con creces la de los políticos y representantes institucionales que dan razón de ellos, algunas son afectadas directamente por "el culebrón". Es ridículo (y muy peligroso como hemos vivido) que quienes desde las instituciones encargadas de velar por la seguridad de la ciudadanía, se caiga  una y otra vez en las mismas contradicciones en las que ya caían sus predecesoras al afirmar y desdecirse constantemente sobre cuestiones técnicas que realmente desconocen.

En este contexto mediático, que no científico, han surgido noticias como las que hablan del "equilibrio estricto", del "interés general", la "normalidad", la "cuenta atrás", el "naufragio" y alguna más que seguro me dejaré en el tintero. También los estamentos oficiales tienen su opinión y hablan de que debemos tener "cierto nivel de tranquilidad" lo cual es verdaderamente alarmante, cuando las laderas siguen su camino descendente a un ritmo de entre 2 y 4 mm al mes (ver figura 1), el factor de seguridad ha caído a niveles históricos hasta ser prácticamente tachado de "poco útil" para representar lo sucedido y la situación de estabilidad sigue siendo algo a conseguir y que "alguna vez será reconocida".


Figura 1. Propuesta de umbrales de control de movimientos en puntos representativos para definir "estable" y "no estable" según el nuevo informe presentado por el Gobierno de Navarra. "Estable" podría ser definido como una ladera con un movimiento acumulado de entre 0,5 y 1,5 mm/mes. Actualmente ese movimiento es más del doble, entre 2 y 4 mm/mes, por lo que el calificativo según la definición propuesta sería "el caso contrario", es decir "no estable" por lo que serían necesarias "medidas adicionales de estabiidad".

Probablemente ya seremos cientos las personas que hayamos leído el informe encargado por el Gobierno de Navarra, como lo ha hecho esta persona. En un principio y aún sin digerir, saltaron las eminencias de siempre a cantar una absurda y ridícula victoria contra no se sabe qué ni quiénes, blandiendo la bandera del "equilibrio estricto" (que no es otra cosa que la ausencia de estabilidad) contra los técnicos que a través de nuestros trabajos científicos y divulgativos habíamos advertido, precisamente a causa de ese precario equilibrio, de los acontecimientos que irremediablemente se iban a suceder y ya se están dando:

En su momento adelantamos que el desalojo de las urbanizaciones no iba a ser temporal, como se advirtió, sino para siempre; los vecinos, a pesar de la empecinada resistencia inicial de la CHE, nunca volverían a sus ruinas y trabajamos entonces en la mejor manera de indemnizarlos. Los terrenos que ocupaban serían arrancados a la montaña con el objetivo de quitar peso tras la ruina y demolición de las viviendas, pero esa solución siempre fue pasajera, la historia recuerda su validez temporal, nunca definitiva como anunciaran René Petit o José Antonio Jiménez Salas tras episodios mucho menos dañinos. En el 100% de los casos previos volvieron a reactivarse los deslizamientos.

El movimiento no se ha podido parar, afirmación que nos costó desde la crítica violenta hasta represalias laborales. El triturado o brechificado impuesto ha extendido la fracturación reduciendo de manera notable la calidad del macizo rocoso. Finalmente se ha hundido el factor de seguridad, el cual desde 2013 roza el valor crítico de la unidad o equilibrio estricto (figura de abajo) a pesar de las ingentes cantidades de recursos y dinero invertidos en intentar abortar el proceso de deterioro profundo e irreversible, tal y como se previó. Los plazos de entrega se han ido alargando sucesivamente desde 2009 (era la fecha prevista) ante la dificultad o imposibilidad de frenar el problema principal y los derivados. Una auditoría económica debería tomarse muy en serio este gran problema de seguridad física, económica, de sostenibilidad mecánica, ecológica y social, sobre todo ante las advertencias dadas por el Tribunal de Cuentas.

La figura de abajo (figura 2) resume estos años; está sacada de mi informe para el Ayuntamiento de Sangüesa realizado por encargo de este consistorio a la Universidad de Navarra en 2015 y de ésta a mí cuando trabajaba como director técnico responsable de las áreas de Hormigón Armado (HA) y Mecánica de Suelos y Geotecnia (SE) en el Laboratorio de Arquitectura. El citado informe (el quinto de seis) fue presentado en el Parlamento de Navarra en 2016 y una parte en Las Cortes de Aragón en 2018.

Figura 2. Es la figura 14 de este artículo de 2014 y la figura 3 del arriba citado informe de 2015. A partir de los datos de informes pedidos por la CHE que se pueden consultar en su web y en otras publicaciones previas, así como de los datos publicados por varios estamentos oficiales, se ha confeccionado esta gráfica que enfrenta la evolución del presupuesto de la obra con los factores de seguridad (medios en condiciones normales) dados en dichos informes y los extraídos desde 2012 (F.S. en torno a 1) cuando comienza el movimiento "grave" de la ladera derecha. Como se puede observar, la relación existente entre el coste de la obra y la seguridad es inversamente proporcional desde 2001 hasta hoy.
  
Sin más preámbulos os dejo con R. M.

Antonio Aretxabala
Pamplona, 6 de febrero de 2020


YESA Y EL CÁNTICO DE LAS SIRENAS
Quien aquí escribe vivía en una de las urbanizaciones demolidas por la ruina estructural impuesta en Yesa. He leído el nuevo informe del famoso “equilibrio estricto” recientemente presentado por el Gobierno de Navarra. Tras nuestro desalojo y la expropiación forzosa que sufrimos mi familia y otras 104, mientras la ladera sigue su caótico camino descendente de entre menos de 2 y más de 4 milímetros al mes, he entablado alguna conversación con empresarios y emprendedores de la zona. Más de uno ha pensado en retirar su negocio; yo misma con la ilusión de poner una pequeña empresa a la entrada de Sangüesa, sabiendo ahora lo que se sabe, no lo haría ni loca.
Sí, la cuestión es así de alarmante. Todas las personas que hemos leído y entendido la primera propuesta del mundo que relacionará velocidad de movimiento con el salto de las alarmas para los próximos cinco siglos, hemos quedado estupefactas. Tan inaudita medición de la (in)seguridad no es una broma, sino la última propuesta de cómo convivir con la inseguridad en Sangüesa. Ahora sí, y tras años de negarlo, a pesar de que las voces que alertaron de una realidad tan tozuda fueron apartadas, se reconoce que la ladera continúa su amenazante y fluido viaje en la dirección de máxima pendiente, y aún en condiciones climáticas manifiestamente amables.
En el nuevo informe encargado por el Gobierno de Navarra, se propone -dos décadas y 460 millones de euros después- un control de la velocidad del movimiento a partir del cual saltarían las alarmas y sonarían las sirenas de evacuación o refugio. Hasta nueva orden. Según el responsable de Protección Civil para la Comunidad Foral de Navarra, este excepcional sistema pasivo de sensores, garantizaría la “seguridad”, como si la magia de un entramado de mensajeros tecnológicos pudiese contrarrestar el empuje de millones de toneladas de montaña reptando, previamente sometidas a brechificación y rotura, tal y como reconoció la propia Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en enero de 2013.
En el nuevo informe se sugiere que el umbral de velocidad a no traspasar (aunque sin especificar aún) podría estar entre medio y uno y medio milímetros al mes, es decir, durante los próximos años, hay que hacer lo que sea para, por lo menos, definir ese umbral y reducir a más o menos la mitad, la velocidad del movimiento actual, porque desde la catástrofe de 2013 (cuando fueron unos 300 milímetros) no ha habido tiempo. ¿O quizás no se ha podido?
Obviamente para tener certeza de que la nueva (y como siempre se promete definitiva) formulación y materialización del control de que la igualmente nueva seguridad es efectiva, hay que instalar un sistema de monitorización y control en toda la maltrecha ladera. Una red de sensores auscultaría a tiempo real, desde la superficie hasta más de cien metros de profundidad en algunas zonas, coincidiendo así con la Superficie Inferior de Rotura (SIR) a un máximo de 117 m. El sistema, iría conectado a una centralita, la cual haría saltar las alarmas si la cosa excede un umbral de velocidad a concretar.
Este entramado monitorizado de sensores y punto de control sería el encargado de detectar unos y ejecutar otro, los algoritmos previamente fijados de peligrosidad para hacer sonar las sirenas del horror. Todo por supuesto, después de realizar nuevas obras que siguen sin especificarse para garantizar la estabilidad que nunca faltó. ¿O quizás sí? Porque “equilibrio estricto” en geotecnia siempre significó su ausencia. Lo extraño es que un sistema así no se haya implementado completamente tras lo sucedido en 2013.
Yo ya no vivo en la zona, nuestras casas tras las promesas de recuperación y rehabilitación han sido expropiadas y demolidas. Mis familiares y amigos que aún siguen en la ciudad de Sangüesa, podrían vivir episodios parecidos a los que se viven en una guerra; esta vez corriendo a las zonas altas cada vez que sonaran las sirenas, a sabiendas de que aún, dos décadas después de comenzar el recrecimiento más polémico e innovador en seguridad del mundo (pues de cuando en cuando hay una nueva propuesta) no se han hecho simulacros y ni siquiera existe un plan de evacuación. Los presentados parecen imposibles con media hora de margen y a las empresas especializadas a las que se les pide un estudio al respecto declinan una y otra vez tal responsabilidad. Las autoridades siguen pidiendo fe, esperanza, como hace más de una década.
Hay una imagen que no me quito de la cabeza: cuando por ejemplo los aviones nazis bombardeaban Londres, la población conocía los itinerarios. Al siniestro cántico de las sirenas y con un margen similar, una noche sí y otra también, corrían ordenadamente a los lugares indicados y bien señalados, lo habían aprendido antes y durante la amenaza. ¿Es quizás algo así lo que se esté preparando para garantizar la (in)estabilidad física, emocional, económica y social, actual y futura de Sangüesa?
R. M.

1 comentario:

dorre16 dijo...

Muy fuerte y de realidad sobrecogedora pensar *en la ausencia de estabilidad* y anegar vidas, casas, historia y territorio, desapareciendo todo un pueblo.