Adelantarse a las desgracias es casi utópico, pero es precisamente el intentar alcanzar la utopía lo que nos impulsa y nos ha hecho avanzar para conquistar nuevas comodidades, pero también generar riesgos.
Es posible que la investigación científica nos descubra cosas que no queremos ver, una en especial: nuestra incapacidad de prever de manera razonable las catástrofes, sean globales o locales; adelantarnos a los desastres naturales o provocados es tarea difícil en un mundo que gira en torno al beneficio cortoplacista; pero estaríamos traicionando a los ciudadanos a los que servimos si los científicos no lo intentáramos.
La investigación científica y la protección
El objetivo del científico es generar conocimiento y difundirlo, proporcionar a la sociedad y a nuestra civilización herramientas que contribuyan a mejorar nuestra calidad de vida y sobre todo a garantizar nuestra seguridad.
Me ha tocado trabajar en este campo, y ya se ha convertido en parte de mi vida. Las herramientas y leyes utilizadas son humildes. Una de ellas es la estadística, la aplicación a grandes bases de datos en los campos que trabajo en la geología y en la geofísica, tales como la Mecánica de Suelos o la Ley de Mohr-Coulomb propician una amplia perspectiva para adelantarnos a los efectos negativos de una catástrofe. Los resultados pueden ser notorios o pasar desapercibidos, así lo han sido en las decenas de artículos publicados hasta hoy.
Adelantarse a las desgracias es casi utópico, pero es precisamente el intentar alcanzar la utopía lo que nos impulsa y nos ha hecho avanzar para conquistar nuevas comodidades, pero también generar riesgos.
El ser humano ha llegado a las cotas más elevadas de la evolución gracias, entre otras muchas cosas, al conocimiento científico y a su aplicación en la adecuación del medio para su propia comodidad. Así es como las ciencias de la Tierra contribuyeron a identificar los terrenos más adecuados y estables para proyectar, esculpir y hacer realidad según qué obras de infraestructura, centrales energéticas, nucleares, presas, obras lineales, etc., con objeto de facilitarse a sí mismo la existencia.
Con el devenir de la modernidad y la disponibilidad de recursos geológicos que proporcionaban energías baratas y accesibles (en especial los hidrocarburos), la complejidad de nuestras actuaciones llegó a niveles nunca antes vistos en la historia, con ello también la noción de dominio del medio y de riesgo sufrieron un cambio paralelo en complejidad, siendo inicialmente ambas cuestiones concretas y sencillas, con el tiempo se convirtieron en difusas y complejas.
Un debate
Hoy debatía con Carlos de Castro, investigador del Grupo de Energía, Economía y Dinámica de Sistemas de la Universidad de Valladolid que somos cada vez más los científicos que de una u otra manera nos involucrarnos ante el atropello de las grandes corporaciones y sus gobiernos marioneta para saquear lo poco que van dejando en este capitalismo terminal.
Le he pedido permiso para publicar en redes sociales la estupenda reflexión que cierra este artículo, está extraída de una conversación privada. Con su permiso la comparto con la esperanza de que cada vez seamos más; que vayamos despertando a la realidad social en la que también vivimos, pues los científicos también somos seres sociales que buscamos protección y seguridad.
La protección, una actividad intuitiva y permanente
La protección es una actividad intuitiva y permanente, tanto individual como colectiva, pero sólo es eficaz si está basada en unos conocimientos que crean hábitos de protección sistemáticos y racionales. La práctica de la autoprotección por los componentes de un grupo social, además de favorecer a cada uno de ellos, genera la seguridad del colectivo: de aquí su importancia y necesidad de proyección a la comunidad a través de programas educativos serios y creíbles.
Los medios de comunicación de masas pueden hacer mucho más. Entre otras cosas promocionar esta propuesta pedagógica que tan buenos resultados ofrece, algo que repercute también para su propio bien, pues al fin y al cabo son personas que pueden ser afectadas quienes cubren esta información.
Suele ser fruto de la debilidad política institucional el que se utilice el entramado de medios para precisamente mostrar su debilidad disfrazada de fortaleza; en vez de divulgar soluciones resistentes y resilientes a medio y largo plazo, presentan los siempre mediática y ostentosamente exhibidos "parches" rodeados de pompa, y a ser posible con mucho bombo y platillo.
Las palabras de Carlos:
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