miércoles, 2 de octubre de 2024

ESTUDIOS SOBRE EL ANTROPOCENO, CON EVA CABALLERO Y ALEJANDRO CEARRETA

 

 
Queridas y queridos lectores, dado que ya hemos sobrepasado seis limites de los nueve investigados que pueden provocar una catástrofe global, el sistema Tierra no será seguro si no es también justo. Es la aportación menos tenida en cuenta por el ecosistema político-empresarial de este final del capitalismo fosilista en declive irreversible e innegociable.
 
La justicia entre los seres humanos, con el resto de los seres vivos, con las futuras generaciones, sería el primer paso para poder transitar hacia un futuro que, sin poder enderezar ya muchos de los puntos superados (y si ponemos buen empeño, podemos superar los nueve límites o puntos de no retorno), podría garantizar un tránsito basado en la paz porque considera la propia vida por encima del beneficio económico y el crecimiento del PIB. Parámetro que ya puede ser definido como una medida de la destrucción de las bases que garantizan la vida y de la desposesión de las comunidades.

La explosión casi simultánea de huellas antrópicas en todas las regiones a partir de la década de 1950 no se observó en los estratos anteriores a mediados del siglo XX. Aunque se rechazó el Antropoceno como unidad de tiempo geológica el pasado mes de marzo, vale la pena señalar que, a diferencia de los estratos anteriores del Holoceno (última era caracterizada por un clima y dinámicas geológicas, químicas y biológicas estables que favorecieron la civilización), la rápida proliferación de huellas antropogénicas en todas las regiones sólo puede reconocerse en los estratos posteriores a la década de 1950. El repunte del plutonio, por ejemplo, es una señal estratigráfica apropiada para indicar el inicio de una época diferente al Holoceno.

Además, las explosiones anómalas y sincrónicas de huellas antrópicas en todo el mundo en la década de 1950, y los posteriores eventos geológicamente irreversibles y sin precedentes, representan fenómenos que no podrían haber ocurrido en condiciones del Holoceno, donde los impactos humanos no fueron dominantes en el sistema Tierra. Esto sugiere que las influencias humanas comenzaron a rivalizar con muchas fuerzas naturales que impulsaban los procesos y ciclos perturbando buena parte de la estructura y el funcionamiento del sistema terrestre en la década de 1950. Estas observaciones recogidas en el reciente trabajo Toward defining the Anthropocene onset using a rapid increase in anthropogenic fingerprints in global geological archives (Kuwae, M. et al. 2024) se alinean con las investigadas por Crutzen y Steffen (2000, 2004) como el inicio de una época distinta del Holoceno.
 
Paz y Bien
Antonio Aretxabala
Pamplona, 2 de octubre de 2024
 
 
¿Cuándo la dinámica estable del Holoceno dejó de ser dominante?
 
Uno de los problemas pendientes con respecto al Antropoceno es la falta de evidencia estratigráfica que indique cuándo la presión humana acumulada desde principios del Holoceno comenzó a cambiar fundamentalmente el sistema terrestre. En este vídeo extraído del programa de La Mecánica del Caracol de Radio Euskadi, Eva Caballero, Alejandro Cearreta y Antonio Aretxabala, que participaron el pasado abril en una jornada sobre la calificación de la nueva era geológica organizada por el Colegio de Geólogos del País Vasco, debaten sobre la posibilidad de adjudicarle una fecha de inicio y por qué los estudios más esmerados y escrupulosos indican como fecha destacable el año 1952.
 
Estudios sobre el Antropoceno.
Eva Caballero, Alejandro Cearreta y Antonio Aretxabala.
Radio Euskadi
 
 
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