jueves, 14 de junio de 2018

NAVARRA Y LA FALTA DE SOLIDARIDAD EN TORNO A YESA. UN OBSTÁCULO PARA EL PROGRESO

"Peor que ver la realidad negra es el no verla".
Antonio Machado


Queridos lectores y seguidores, como ya hemos apuntado en varios artículos anteriores, una de las disposiciones humanas que mejor favorece la recuperación y la resiliencia de las comunidades es la solidaridad, especialmente con quienes han sufrido un impacto o viven bajo una amenaza constante; en esos casos debemos afrontar la realidad con la cabeza fría para favorecer una salida prometedora.

La mentalidad especulativa y de corto plazo no permite el desarrollo de grandes proyectos ni sociales ni empresariales. Además empobrece a los individuos y a la sociedad. Este blog se fundó para conocer y concienciar sobre estos obstáculos, y siempre desde una mirada participativa; la mayor parte son estudios que recogen ejemplos de ello.

Hoy vamos a hacer otro recorrido histórico que lo demuestra y además en nuestro territorio. Esta vez será de la mano de las obras de recrecimiento del embalse de Yesa tras las advertencias y tirones de oreja dados por el Tribunal de Cuentas en su INFORME DE FISCALIZACIÓN DE LA CONTRATACIÓN CELEBRADA EN 2014 POR EL MINISTERIO DE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓN Y MEDIO AMBIENTE Y SUS ORGANISMOS DEPENDIENTES, Y SU EJECUCIÓN HASTA 2017. Nº 1.279. Esta entidad se une ahora a las advertencias ya dadas por técnicos independientes y otros del nuevo Gobierno de Navarra sobre la inseguridad geológica y el daño económico y social derivado de ella.

Hace unos meses este caso concreto de Sangüesa y la capacidad de resiliencia bajo la amenaza que aún continúa fue abordado en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) de una manera interdisciplinaria. En aquel encuentro se palpó perfectamente cómo hay una clara relación entre los problemas de estabilidad geológicos generados por las obras, el impacto socioeconómico en la comarca o la percepción de vivir en un medio inseguro. Además de los aspectos geotécnicos y de sismicidad, la organización me pidió hacer una introducción general a la resiliencia de nuestras ciudades tras el ecuador que supone el hecho de que desde 2010, más de la mitad de la población mundial vivimos en ellas. Una nueva experiencia para la vida en el planeta.
 

Antonio Aretxabala
Pamplona, 14 de junio de 2018


1. RESILIENCIA Y SOLIDARIDAD

Desde la fundación de este blog, tanto en términos de riesgos naturales, como climáticos, sísmicos, o creados por nosotros, este tema de la solidaridad ha sido una constante. La protección es una actividad intuitiva y permanente, tanto individual como colectiva, pero ésta sólo es eficaz si está basada en unos conocimientos que crean hábitos de protección sistemáticos y racionales y van acompañados de una pedagogía basada en la mejora de los lazos personales y entre las comunidades cercanas.

En este contexto quiero hacer un análisis sobre lo que ha supuesto la falta de solidaridad en varios ejemplos de la sociedad navarra, concretamente hacia Sangüesa y el problema de Yesa, incluídas algunas personas activistas o del mundo de la ciencia que hemos trabajado durante años, intentando aportar a la sociedad este beneficio y finalmente hemos pagado el precio de la independencia técnica, ética e intelectual al no ceder a los intereses personales de determinados cargos políticos y empresariales. Éstos presionaron en nuestro quehacer y en nuestro ámbito de trabajo con la intención de ocultar una realidad que tarde o temprano iba a aflorar, como vemos, y lo hicieron en contra de la seguridad física y social de una parte de la ciudadanía de Navarra con el apoyo, y a veces el aplauso, de una mayoría a la que deliberadamente se mantuvo engañada desde unos medios de comunicación en connivencia.

En el transcurso de estos años en que intentamos despertar a los ciudadanos de Navarra sobre la amenaza real que una parte de sus conciudadanos estaba sufriendo, concretamente quienes asoman aguas abajo del río Aragón, hemos sido rechazados, marginados y postergados. El resto de las comunidades hizo oídos sordos con quienes pretendimos dar voz a los afectados. Hoy es el Tribunal de Cuentas, un ente ajeno a la seguridad geotécnica, el que avisa del problema geotécnico por su inasumible impacto económico:


2. EL TRIBUNAL DE CUENTAS SOBRE LAS OBRAS DE YESA

Tras conocer el último informe y la denuncia del Tribunal de Cuentas poniendo como ejemplo de lo que no hay que hacer a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) por causa de las obras del recrecimiento del embalse de Yesa, "la existencia de defectos o carencias en los proyectos iniciales, la falta de previsión, la descoordinación entre Administraciones, la ausencia de informes o actuaciones preceptivas o la imprevisión acerca del resultado de dichas actuaciones, han ocasionado su alteración sustantiva en cuanto a su ritmo de ejecución, a su coste final o a su rentabilidad social en términos de satisfacción del interés público al que deben responder", surge otra vez el papel tan poco solidario jugado por la mayoría de la sociedad navarra y la práctica ausencia de empatía de unas comarcas con otras. Añade el tribunal:

"Tras haberse constatado riesgos de deslizamientos en las laderas del embalse, así como dificultades en su impermeabilización, lo que dio lugar a una sucesión de tres modificaciones contractuales -la tercera de las cuales con la necesidad aparejada de solicitar nuevos informes de impacto ambiental-, las obras y sus contratos asociados, han debido prolongarse, al menos, hasta el mes de octubre de 2020". (INFORME DE FISCALIZACIÓN DE LA CONTRATACIÓN CELEBRADA EN 2014 POR EL MINISTERIO DE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓN Y MEDIO AMBIENTE Y SUS ORGANISMOS DEPENDIENTES, Y SU EJECUCIÓN HASTA 2017. Nº 1.279)

Este aspecto fue presentado entre 2015 y 2017 en el Ayuntamiento de Sangüesa, varias veces en el Parlamento de Navarra y en diversas presentaciones orales, publicaciones, o en cursos sobre urbanismo, distribución del terrotorio, ingeniería y geología en varias universidades como la UPNA, la de Zaragoza, Santander o Monterrey (México). La figura 1 recoge un resumen de cómo ha evolucionado el montante económico (BOE) sin desglosar de lo ejecutado, con respecto a la evolución del Factor de Seguridad a través de los últimos años.

Figura 1. A partir de los datos de informes pedidos por la CHE que se pueden consultar en su web y en otras publicaciones previas, así como de los datos publicados por varios estamentos oficiales, se ha confeccionado esta gráfica que enfrenta la evolución del presupuesto de la obra con los factores de seguridad (medios en condiciones normales) dados en dichos informes y los extraídos desde 2012 (factor de seguridad F.S. en torno a 1) cuando comienza el movimiento "grave" de la ladera derecha (grave según el consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Navarra en 2014; recordemos que se trata del mismo cargo público que negó esa gravedad en 2013 mientras se producía el gran deslizamiento que movió la vieja presa, arruinó dos urbanizaciones, varias infraestructuras de comunicación y elevó el estado de Alerta en la Ciudad de Sangüesa en 2012-2013 del que todavía no se ha despojado). Como se puede observar, la relación existente entre el coste de la obra y la seguridad es inversamente proporcional desde 2001 hasta fechas recientes.


3. LA INSOLIDARIDAD NAVARRA CON SANGÜESA. UN OBSTÁCULO REPETIBLE

En las charlas, conferencias, artículos, informes, apariciones en medios que he ofrecido al respecto, así como en mis comparecencias en el Parlamento, en varios ayuntamientos, medios de comunicación y allá donde se me ha requerido, incluidas universidades españolas y extranjeras, he hecho hincapié en el obstáculo para toda la Comunidad Foral que supone el no haber practicado esa solidaridad cuando se produjo la catástrofe de 2013 (pero sobre todo después); los ciudadanos de Sangüesa se encontraron viviendo bajo la amenaza de unas obras inseguras, movedizas e interminables en un medio inestable que no sólo supusieron un marcado cambio en la percepción de lo que significa vivir en un hábitat inseguro, sino que el trauma social y personal fue acallado por las propias instituciones navarras entonces empeñadas en ocultar el problema.

Por si era poco el perjuicio generado, se suma a ello la utilización de su posición privilegiada, tratando en este caso a las víctimas como culpables por denunciar su propia desgracia; esa fue, nos guste o no, la actitud de las instituciones que regían la Comunidad Foral en 2013, el daño se orquestó desde varios medios de comunicación totalmente desalmados. Pero la sociedad navarra, los ciudadanos de a pie, en general no fueron mejores.
Morrás dice que la situación en la ladera de Yesa "se está estabilizando" y transmite un mensaje de "tranquilidad"

ha destacado Morrás, que ha añadido que "además, no ha pasado nada". "Fuimos extremadamente prudentes, no se ha caído ninguna casa. Lo mismo que hay que saber tomar decisiones hay que saber cuándo no tomarlas", ha concluido.

Leer mas: http://www.europapress.es/navarra/noticia-morras-dice-situacion-ladera-yesa-estabilizando-transmite-mensaje-tranquilidad-20130603125628.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.

El poder de seducción de esos medios de comunicación y los dictámenes de los representantes públicos con sus prioridades e ideologías dominantes, llegó a convencer a una gran mayoría de navarros de que los sangüesinos no eran sino unos "quejicas", y quienes les dábamos voz porque nos encargaron un estudio independiente de lo acontecido, unos antisistema e incluso unos alarmistas (e incluso que apoyábamos a "los de ETA" como me llegaron a decir a mí), éramos los que siempre estaríamos en contra de todo y esa clase de lindezas típicas de quien se ve presa de sus contradicciones, todos fuimos atacados, desde su alcalde de Sangüesa hasta quienes participamos en jornadas de sensibilización pasando por los técnicos consultados por el Gobierno de Navarra.

Son dignas de destacar las declaraciones vertidas por el entonces consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Navarra sobre el estado de la cuestión en pleno avance del deslizamiento que provocó la Catástrofe de 2013 y que tuvo a bien recoger la agencia Europa Press: "La situación en la ladera de Yesa se está estabilizando. El papel del alcalde de Sangüesa puede que esté siendo difícil, entre otras cosas porque en marzo él mismo compareció con los opositores a la presa y con la persona que ha generado la alarma (se refiere al profesor de la Universidad de Zaragoza, Antonio Casas, quien ofreció los alarmantes datos proporcionados por la propia CHE en el Parlamento de Navarra). Ciertamente no es lo mismo tener responsabilidades institucionales, y por tanto tener que dar datos fiables y ejercer con mucha responsabilidad, que es lo que le está tocando ahora, que haber estado históricamente con personas que han puesto en duda siempre el proyecto. Además, no ha pasado nada. Fuimos extremadamente prudentes, no se ha caído ninguna casa. Lo mismo que hay que saber tomar decisiones hay que saber cuándo no tomarlas" (3 de junio de 2013).

La realidad es que por nuestra trayectoria profesional y conocimiento de la verdadera amenaza, estábamos y estamos tan asustados por lo que pudiera ocurrir, como hoy también lo están en el propio ministerio y en la CHE a la que en esas declaraciones se elogió y se puso como ejemplo del bien hacer las cosas, justo lo contrario de lo que hace hoy el Tribunal de Cuentas del Estado en su informe Nº 1.279 arriba enlazado y que pone a la empresa pública como ejemplo de lo que no hay que hacer. Algo que ya se ha presentado desde hace años en las escuelas de ingeniería, arquitectura y geología de varias universidades de España e Hispanoamérica; ahora también en las de economía.

Quienes realmente están en contra del progreso y el desarrollo son quienes intentan utilizar los recursos de la ciudadanía en beneficio propio. España (y Navarra) tras las recientes condenas de sus dirigentes por los innumerables casos de corrupción, deberían estar ya vacunadas de espantos e intentar no volver a tropezar con las mismas piedras.

La obligación moral de quien conoce la contrariedad, porque la ha estudiado durante años y sabe que se está produciendo un maltrato premeditado, es la denuncia y el intento de hacer comprender el problema generado desde esa actitud, pero claro está, sin hacerse muchas ilusiones. El sacrificio personal de decir la verdad contra todo un engranaje de poder, es la siempre presente historia de David contra Goliat, hoy es tristemente una moneda de cambio habitual y está a la orden del día. 

Los intereses políticos y económicos que se encuentran tras semejante agujero sin fondo, como el denunciado por el Tribunal de Cuentas, no pretendieron arreglar el problema, por el contrario quisieron modificar la verdad, y lo hicieron desde el principio de los deslizamientos; son ya muy palpables aquellas intenciones cuando es el Tribunal de Cuentas del Estado el que da el tirón de orejas a sus ejecutores y pone en duda "la rentabilidad social y el interés público" de obstinarse en avanzar dentro del callejón sin salida que supone esa obra condenada. Nada bueno se puede esperar ya cuando quien debe valorar la rentabilidad económica y social del recrecimiento de Yesa da un golpe sobre la mesa y advierte de la inseguridad geológica.


4. ¿ES LEGÍTIMO QUE ESPEREN ALGÚN GESTO DE SOLIDARIDAD EL RESTO DE COMUNIDADES NAVARRAS?

El resto de comunidades navarras que no fueron solidarias con Sangüesa (algo que he repetido en todas mis intervenciones) ojalá no se vean nunca amenazadas como lo está todavía la ciudad de Sancho Garcés. Muchas fueron las comunidades que les dieron la espalda y les acusaron con todo tipo de calificativos que la hemeroteca recoge sin piedad, pocos actos institucionales de apoyo y cooperación vivimos entonces; por desgracia el discurso dominante se disfrazaba con el lema de estar en contra del progreso, ocultando de una manera diabólica los intereses personales de unos pocos como excusa del bien común. Pero ahora, tras el informe del Tribunal de Cuentas se vislumbra que quizás no se buscaba ningún bien común.

Quienes así repitieron sus consignas contra los ciudadanos de Sangüesa y los científicos y activistas que decíamos la verdad, sabemos que actuaban y actúan empujados por la mala fe que se deriva de sus intereses personales, pero sobre todo porque desconocen lo que es vivir bajo un Estado de Alerta durante casi seis años, para propiciar a otras personas ajenas al territorio amenazado unos ciertos beneficios económicos. Esa es la razón ciega de la violenta crítica hacia quienes defendimos la cruda realidad ejercida por parte de unas pocas grandes empresas y sus marionetas políticas. El ciudadano navarro debería reflexionar y preguntarse: ¿Tan poco valen las vidas humanas en pleno siglo XXI? ¿Puedo yo hacer algo para enmendar el daño? ¿Y si sucede en mi comarca? ¿Serán el resto de comunidades navarras tan insolidarias con nocotros como lo fuimos nosotros con Sangüesa?


5. SIEMPRE SE IMPONDRÁ LA LÓGICA, NUNCA LA IDEOLOGÍA

No sólo el hecho de que sean administraciones, departamentos universitarios, entidades locales, medios de comunicación, empresas y en definitiva, personas tan insolidarias como fueron y siguen siendo, las que erigen el gran obstáculo para el desarrollo económico y social de una región, sino que además lo hacen con afrentas, menosprecio, intentando hundir y humillar a quienes se encuentran bajo la amenaza de un medio convertido en bomba de relojería y a quienes lo advierten. La experiencia nos dice que de esa actitud no puede brotar progreso social, resiliencia, ni protección colectiva alguna, menos aún individual.

La amenaza en Yesa y Sangüesa sabemos todos que es real e intolerable. El estado de seguridad, como ya apuntamos en su momento, es el más bajo de la historia de ese proyecto fallido (figura 1). De momento sólo algunos científicos hemos dado la voz de alarma por la amenaza física que supone. El Tribunal de Cuentas lo da por la amenaza económica que conlleva la inestabilidad constante (figura 1). Es de esperar que sea la lógica la que tome las riendas para solucionar el enorme perjuicio generado y no vaya a más. Ojalá no se vuelva a repetir algo similar, ni en Sangüesa ni en ningún otro lugar, pero si sucede, esperemos que la sociedad navarra no se comporte como hizo una vez con Sangüesa, donde un movimiento "extremadamente lento" ha generado un problema económico y social "extremadamente grande".

 Embalse de Yesa


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