JOSÉ IBARROLA |
En un planeta tan interconectado no sólo los patrones climáticos quedan trastocados por el cambio de corrientes de agua, aire o calor, las capas profundas también. El medio ambiente puede influir en la actividad de los volcanes y fallas.
Vivimos una época en que millones de personas hacen cola en las cocinas solidarias de todo el mundo, emigran abandonando tierras ya estériles o guerras por los recursos; en estos momentos la energía, el agua, la vivienda o los alimentos están bajo una creciente presión, sometidos a todo tipo de especulaciones financieras. Lo último que necesitábamos era despertar a Poseidón.
En 1783 la erupción del volcán Laki (Islandia) afectó durante tres años al clima del planeta, en Europa murieron dos millones de personas. Las cosechas fueron muy escasas, el hambre, la enfermedad, la especulación con los alimentos desembocaron en la revolución francesa, un cambio en el mundo social, económico y cultural, tuvo un origen geológico. Era el principio de la moderna democracia. Las batallas que libraron Napoleón en 1812 y Hitler en 1941 tratando de invadir Moscú fracasaron por un frio extremo. No fueron derrotados por ejército alguno, sino por un fenómeno planetario: El Niño.
Si ciertas condiciones amables para nuestro estilo de vida moderno se ven alteradas, la vida humana queda amenazada. Esto no significa la reacción vengativa del planeta, son maneras desequilibradas de relacionarnos con el medio que garantiza nuestra existencia.
Durante el Holoceno, la más reciente época geológica que comenzó hace unos 12.000 años, ocurrieron catástrofes naturales extremas nunca vistas en los últimos siglos. Raramente causaron desastres. La complejidad de las sociedades era mucho menor. Nuestra sociedad moderna, globalmente interconectada, quedaría cuestionada si se viera expuesta a tales peligros. Incluso algunos de los grandes eventos de unos pocos cientos de años atrás podrían causar daños sin precedentes a escala mundial, la actual crisis de sostenibilidad empeoraría.
EL NIÑO GODZILLA DE 2015-2016
¿Qué podría empeorar este Niño Godzilla? Muchos científicos compartimos esa mirada histórica, acontecimientos importantes de la civilización asentada sobre esta “casa común” tuvieron un origen geológico y climático. Hacía tiempo que no se producía un trasvase conceptual desde el ámbito religioso al científico, ambas perspectivas acarrean siglos de recelo, pero precisamente “casa común” se extiende en entornos científicos como consecuencia de la penetrante mirada holística del Papa Francisco y su encíclica Laudato Si.
Todos coincidimos: grandes cambios naturales implican grandes cambios sociales. El Niño está asociado a un incremento de la temperatura media global. 2014 fue el año más cálido del registro histórico, 2015 lo superó y buena parte de 2016 quedará bajo la influencia de este Niño monstruoso, Met Office cuantifica en 0,2 grados su aportación.
COMPARATIVA DE ALTURA EN LA SUPERFICIE DEL NIVEL DEL MAR ENTRE EL NIÑO DE 1997 Y EL DE 2015-2016 (FUENTE: EL PERIÓDICO GT) |
En efecto, un nuevo estudio publicado en Science en enero de 2016, muestra que la fusión de Groenlandia y la subida del nivel del mar van a ser mucho peores de lo que preveíamos. Hasta hace poco considerábamos que la mayor parte del espacio firn de Groenlandia, o la capa porosa superior del hielo donde se absorbe el agua del deshielo, estaba todavía disponible, como desde hace millones de años. Sin embargo esta nueva investigación nos sorprende con que probablemente esto ya no sea así. Observaciones sobre el terreno indican que la reciente formación de capas de hielo denso cerca de la superficie hace más difícil que el agua penetre el firn y se almacene para congelarse otra vez, es forzada a escorrentía en vez de infiltración. El resultado más notable muestra que el firn reacciona más rápido al calentamiento de la atmósfera de lo esperado. Podemos adelantar que la fusión del hielo de Groenlandia está siendo peor de lo previsto.
UN PLANETA INTERCONECTADO
UN PLANETA INTERCONECTADO
En un planeta tan interconectado no sólo los patrones climáticos quedan trastocados por el cambio de corrientes de agua, aire o calor, las capas profundas también. El medio ambiente puede influir en la actividad de los volcanes y fallas. En volcanes rodeados de hielo como en Islandia, el derretimiento rápido al final de la última glaciación promovió la expulsión de magma que previamente había sido impedida por el peso del hielo. A finales de la última glaciación Islandia "explotó" durante 1.500 años, su actividad volcánica se multiplicó de 30 a 50 veces. Un kilómetro de capa de hielo lo había impedido. La revolución francesa fue un efecto.
Las erupciones del volcán Pavlof en Alaska parecen estar estrechamente controladas por el clima, también las del monte Santa Helena, Vesubio o las del Etna. Sistemas de tormentas de baja presión que cruzan en invierno provocan que el mar aumente su cota varios decímetros, un peso adicional de agua suficiente para presionar y exprimir el magma. Mirando hacia atrás en los últimos 100.000 años, el nivel del mar ha jugado un papel clave para impulsar volcanes y terremotos climáticos.
EL VOLCÁN ISLANDÉS GRÍMSVÖTN EN ERUPCIÓN EN MAYO DE 2011 TRASTOCÓ POR SEGUNDA VEZ LOS VUELOS Y TRANSPORTES AÉREOS EN EL HEMISFERIO NORTE CON PÉRDIDAS ECONÓMICAS CIFRADAS EN VARIOS MILES DE MILLONES DE EUROS, UN AÑO ANTES, EL TAMBIÉN ISLANDÉS EYJAFJALLAJOKULL (EN 2010) FUE AÚN PEOR. DESDE ENTONCES LA UE OBSERVA CON DETENIMIENTO LA ACTIVIDAD VOLCÁNICA DEL PLANETA EN PREVISIÓN A ESTRATEGIAS DE TRANSPORTE. MÁS INFORMACIÓN AQUÍ |
Si este efecto lo limitamos a los márgenes continentales y arcos insulares donde se encuentran el 95% de los volcanes activos de todo el planeta, los resultados tienen implicaciones preocupantes para dentro de un par de décadas, cuando el nivel del mar aumente mucho más. El incremento paralelo al calentamiento de los terremotos climáticos es un hecho que cada vez conocemos mejor.
Vivimos una época en que millones de personas hacen cola en las cocinas solidarias de todo el mundo, emigran abandonando tierras ya estériles o guerras por los recursos; en estos momentos la energía, el agua, la vivienda o los alimentos están bajo una creciente presión, sometidos a todo tipo de especulaciones financieras que el mismo Francisco no ha tenido reparo en denunciar. Y se produce precisamente ahora, cuando los efectos debilitantes del cambio climático antropogénico se insinúan cada vez más amenazantes en todos los rincones de nuestro mundo y de nuestras vidas. Lo último que necesitábamos era despertar a Poseidón.
PUBLICADO IMPRESO EN EL DIARIO MONTAÑÉS (CANTABRIA), LA VERDAD (ALICANTE), EL NORTE DE CASTILLA (CASTILLA Y LEÓN), LA RIOJA (LA RIOJA) Y LAS PROVINCIAS (COMUNITAT VALENCIANA). |
SOBRE EL NIÑO GODZILLA EN LA MECÁNICA DEL CARACOL (eitb) CON EVA CABALLERO |
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