DRAGONA IBERIA |
Queridos lectores, quiero compartir con vosotr@s este reconocimiento tan entrañable: la Fundación Nueva Cultura del Agua ha decidido otorgarme una mención especial de sus premios anuales por mi trabajo en defensa de una ciencia que salvaguarde nuestros recursos (en especial el agua) de la codicia, la corrupción y la especulación. El Premio "Dragona Iberia" 2017 es una estatuilla en bronce del escultor José Antonio Barrios, una replica reducida sobre peana de piedra de Calatorao de la Dragona de 2,10 m de altura en madera que sirvió de mascarón de proa de la balsa que en el verano de 1993 descendió el río Ebro desde Reinosa hasta el Mar Mediterráneo, acompañada por un río de gente, como una llamada de atención a los proyectos anunciados en el Anteproyecto de Plan Hidrológico Nacional.
Quiero agradecer y compartir el premio con todas las asociaciones que han contado conmigo a la hora de defender esta frágil interfaz entre la atmósfera y la hidrosfera que nos da la vida. En especial con la FNCA, con Greenpeace España, Greenpeace Navarra, Sustrai Erakuntza, Zor Ekologikoa -Ekologistak Martxan, Ecologistas en Acción, Ateneo Navarro / Nafar Ateneoa, Universidad de Zaragoza y quienes comparten conmigo este año como YESA + NO Lanak gelditu y Gustavo Castro; y tantas otras que seguro se me olvidan, son cosas de la edad... En especial a mi amigo y exjefe duarante más de 20 años que hace dos días provocó que brotaran unas lágrimas de mis ojos al saber de este reconocimiento con unas palabras rebosantes de afecto y esta mañana nos ha dejado, te envío un fortísimo abrazo allá donde estés Javier.
También a todas aquellas personas que me apoyasteis en los peores momentos de mi trayectoria profesional, porque hay un sector que convive con nosostros que aún cree que defender el medio que nos da la vida conlleva algún tipo de postura ideológica; en especial a tod@s l@s que también aportáís como yo intento, granitos de arena para rescatar y defender cada soplo del aliento de esta madre común que tod@s respiramos, toda gotita del agua cada vez más escasa que nuestros labios refresque, cada miguita de tierra como el pan que nuestros cuerpos alimente y construya. Para tod@s vosotr@s guiad@s de nobles sentimientos para con nuestra Madre Tierra y Casa Común que aún sin certeza nuestras caídas, errores y tristezas guíen.
Quiero agradecer y compartir el premio con todas las asociaciones que han contado conmigo a la hora de defender esta frágil interfaz entre la atmósfera y la hidrosfera que nos da la vida. En especial con la FNCA, con Greenpeace España, Greenpeace Navarra, Sustrai Erakuntza, Zor Ekologikoa -Ekologistak Martxan, Ecologistas en Acción, Ateneo Navarro / Nafar Ateneoa, Universidad de Zaragoza y quienes comparten conmigo este año como YESA + NO Lanak gelditu y Gustavo Castro; y tantas otras que seguro se me olvidan, son cosas de la edad... En especial a mi amigo y exjefe duarante más de 20 años que hace dos días provocó que brotaran unas lágrimas de mis ojos al saber de este reconocimiento con unas palabras rebosantes de afecto y esta mañana nos ha dejado, te envío un fortísimo abrazo allá donde estés Javier.
También a todas aquellas personas que me apoyasteis en los peores momentos de mi trayectoria profesional, porque hay un sector que convive con nosostros que aún cree que defender el medio que nos da la vida conlleva algún tipo de postura ideológica; en especial a tod@s l@s que también aportáís como yo intento, granitos de arena para rescatar y defender cada soplo del aliento de esta madre común que tod@s respiramos, toda gotita del agua cada vez más escasa que nuestros labios refresque, cada miguita de tierra como el pan que nuestros cuerpos alimente y construya. Para tod@s vosotr@s guiad@s de nobles sentimientos para con nuestra Madre Tierra y Casa Común que aún sin certeza nuestras caídas, errores y tristezas guíen.
Hasta ahora sólo he hecho lo que tenía que hacer y creo que lo importante es aprender de la experiencia vivida y seguir hablando abiertamente de los problemas que creamos en el medio que garantiza nuestra propia existencia, primera disposición necesaria, pero no suficiente para solventarlos. Desde que me contrataron para defender a los desalojados y luego forzosamente expropiados vecinos de las urbanizaciones de Yesa en Navarra, pasaron muchas cosas, cuando tuve que profundizar en los problemas de la mala gestión de nuestros recursos en toda su expresión, ante la más alta institución de Navarra a mí tampoco me gustaba lo que me iba encontrando, pero era de justicia sacar a la luz y hacer público el origen del problema para poder tomar alguna decisión acertada, y era algo incómodo, pero era la realidad del origen de todo: el desastre de improvisación, palos de ciego y decisiones basadas en errores geotécnicos graves que llevaron a la primera catástrofe de 2013. Errores que por otro lado se convirtieron con el tiempo en prácticamente irresolubles.
Hice lo que tenía que hacer porque ví el peligro con los ojos de un científico y de un ciudadano al que se le otorgó la responsabilidad de informar sobre el origen, evolución y previsión futura de ese gran problema que a veces avanza "extremandamente lento" pero que de cuando en cuando se desboca, y además el tiempo nos va dando la razón a quienes fuimos tachados de alarmistas, antisitema e incluso que apoyábamos a "quienes nos ponían las bombas". La sociedad navarra ha demostrado en este episodio escasa solidaridad con los amenazados físicamente por el desastre constante que ya se alarga por años, también desde las instituciones y ciertos centros de opinión afines a los movimientos especulativos que rigen ya la mayoría de la actividad en las grandes infraestructuras tuvieron críticas violentas contra quienes plantearon soluciones mucho menos especulativas, más económicas, seguras y versátiles y tanto o más efectivas que ese recrecimiento fracasado. Y aunque no es geológico, salió a la luz que es la codicia y la especulación por nuestro elemento indispensable para la vida el impulso dominante de esa obra que parece no tener fin, porque lo que mal empieza mal acaba.
Lo que hay que rescatar ahora es que como de las malas experiencias se aprende mucho, podemos impulsar la resiliencia social y la resiliencia geológica en favor de nuestra sociedad, es decir de nosotr@s mism@s; el que estas experiencias sean bien conocidas y presentadas a la ciudadanía es un favor que nos hacemos tod@s. Si algún día se diese otra amenza sobre otros pueblos o ciudades, el resto de las comarcas no deberían actuar de manera tan egoísta e insolidaria como se ha hecho con Sangüesa. Creo que ese es un reto para el futuro y la mejor experiencia que se puede sacar de todo esto.
La entrega tendrá lugar el día 20 de mayo, no podré asistir, estaré en México, allí también se caen las laderas. El Alcalde de la ciudad de Sangüesa, D. Ángel Navallas, lo recogerá en mi nombre.
Muchas gracias a la FNCA por este grato reconocimiento. Un abrazo.
Pamplona, 12 de mayo de 2017
Antonio Aretxabala
VÍDEO PROYECTADO EN SANGÜESA EL 20 DE MAYO DE 2017
VÍDEO PROYECTADO EN SANGÜESA EL 20 DE MAYO DE 2017
ENTREVISTA EN ONDA VASCA |
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