La Geología no para de darnos sorpresas, esta vez desde dos frentes: por un lado las zonas donde se generan los terremotos y por otro su distancia a núcleos habitados. Cuando como en Finale Emilia, el golpe de la Tierra se localiza cerca de un núcleo urbano, las consecuencias son catastróficas. Los recientes terremotos mayores de 5 Richter han sorteado en cierta medida el golpear cerca de grandes ciudades. Todos los días los hay y no saltan a las primeras páginas de la actualidad como el del 20 de mayo, o hace un año con Lorca.
MAPA DE PELIGROSIDAD SÍSMICA DE ITALIA |
ARREDONDO, CANTABRIA |
En plena guerra civil, octubre de 1938, Arredondo en Cantabria sorprendió con un seísmo cercano a 5, se sintió mucho en Santander, pero también en Bilbao y Vitoria. Más recientes y ya bajo la moderna perspectiva de normativas sísmicas, podemos recordar aquel tan superficial de Pedro Muñoz (Ciudad Real).
En 2007, golpeó en plena zona clasificada ya por las normas vigentes como de “bajo riesgo sísmico”, los testimonios de cuadros movidos, lámparas oscilando y sustos de la población incluyeron Aragón o Asturias; sólo colapsó parte del Teatro de Almagro, no hubo víctimas, pero dice mucho de nuestro conocimiento de esta piel de toro que habitamos.
LUGO, GALICIA, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD |
Hay muchos ejemplos si incluimos los epicentros del mar, Galicia en 1969 con 5,9. Los más esperables de Cabo de San Vicente de 1969 (7,8), luego en 2007 y 2009 (6,2 y 6,3) sentidos en prácticamente toda la península con llamativos desalojos en edificios de Cádiz, Sevilla o Madrid; los tres fueron localizados lejos de la costa.
Ya somos más de siete mil millones de almas, la tendencia a la concentración en ciudades es imparable, en una década cerca del 60% de la población viviremos en ciudades. En diez años 100 millones de chinos abandonarán el campo. Muchas de nuestras ciudades se han construido en muy cortos lapsos de tiempo con los criterios heredados de planteamientos urbanísticos del siglo XX.
Trágicamente, una parte significativa de estas ciudades también de Europa y España están localizadas cerca de regiones de conocida (o aún no) actividad sísmica ¿No es hora de repensar el urbanismo y desarrollar nuestras mejores herramientas de mitigación como la ley del suelo de 2008? Las normas de construcción sismorresistente no han sido, no son, y nunca serán suficientes.
2 comentarios:
Esto es un aviso a navegantes, las teorías van por un lado y la realidad por otro. Hasta en Melilla nevó hace dos años, un acontecimiento, pero allí no suelen preverse sobrecargas de nieve en las cubiertas. ¿Y si, en vez de 5 cm., hubieran caído 20?. Las normas no obligan a incluir esas sobrecargas en los cálculos, pero la "lotería" te puede tocar. A ver si te escucha la Administración. Saludos
Hola, gracias por enriquecer este impulso, me temo que la administración no está para escuchar a nadie, más bien está para que la escuchen, es una pena que tanta pasividad, cristalización, congelación y petrificación nos vayan llevando poco a poco a la muerte termodinámica. El problema es que hoy las ciudades son ya muy grandes, mucho más que en el siglo XX. Como caiga alguno cerca de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Málaga, Murcia... no se qué va a ser de todos esos barrios trazados sobre plano en el siglo XX y lo que va de XXI, se hicieron con los criterios de "especialización" típicos de la era industrial del XIX y XX. No consideraron que el terreno bajo ellos puede ser una bomba de relojería. Que se lo pregunten si no a los desalojados de Módena, Ferrara, o a los habitantes de San Fernando en Lorca.
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