DIARIO DE (CUATRO) FRACKING FRACTURA HIDRÁULICA
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No es exiguo el emergente debate social que se está generando poco a poco con las técnicas de fractura hidráulica, recientemente en mi viaje realizado a la Loma de Úbeda por la posibilidad de un rebrote sísmico leve inducido por causas humanas además de tectónicas, la cuestión ha alcanzado tintes grotescos, pero es que una comarca sometida a decenas de terremotos diarios a la que no se le explica qué es lo que le está pasando es un perfecto caldo de cultivo para teorías conspirativas. Los ciudadanos de la Torre, de Sabiote y de Úbeda han sido institucionalmente abandonados a su suerte.
Las universidades en general participan de esa diabólica pasividad que algún día tan cara nos saldrá. La responsabilidad de comunicar de los científicos, si se descuida, puede ser motivo de crisis social como lo está siendo en la Loma. "Fracking" ya es la palabra más utilizada en la Loma de Údeda. A pesar de que allí nunca se hizo. Cualquier maquinaria de perforación, para geotermia, agua, o cualquier inocuo gaseoducto para calentar nuestra comida ya son motivo de sospecha.
Por otro lado el mutismo con respecto a esta técnica por parte de las autoridades es también cómplice del oscurantismo y la confusión; hay que hablar claro y debatir, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirma que el fracking, extracción de gas pizarra o gas esquisto, por fracturación hidráulica, podría llegar a ser limpio. Y eso lo dice todo sobre lo que hay que avanzar con respecto a la técnica. Como vimos en el debate del parlamento europeo de mediados de noviembre, hará falta una legislación más estricta para obligar a los productores a adoptar las últimas tecnologías.
Pero mientras ésto se decide, sorprende que las licencias de extracción y explotación continúen adelante, al mismo tiempo, comarcas enteras van prohibiendo esta práctica en sus territorios. Los elementos cancerígenos podrían seguir su viaje por el orbe. Según la AIE se trata de la edad dorada del gas, pero el oro de los tontos se resiste a ser legislado.
Una de las respuestas que recibí a este artículo vino de José Costa Sansaloni, y apareció en Las Provincias, en Valencia. José y yo contactamos, hablamos y con motivo de un viaje suyo a mi ciudad, nos tomamos unas sidras, cenamos juntos y disertamos. José es profesor de ética para ingenieros, ha sido profesor de petroleo y gas natural, ciencia y tecnologia del medio ambiente, de propiedad industrial (patentes y modelos de utilidad), además del ejercicio profesional de ingeniero; ha colaborado con numerosas empresas energéticas en el mundo entero, su visión es muy enriquecedora, a pesar de la gran diferencia de valoración que ambos hacemos sobre la práctica del fracking, nuestros encuentros fueron muy fructíferos, al menos para mí.
José es ingeniero industrial, su itinerario intelectual es más aristotélico, tomista, newtoniano; el mío platónico, agustiniano, franciscano, goetheano. Dos visiones paradigmáticas del mundo muy distintas, pero que siempre han ido acompañadas la una de la otra y se han complementado; ahora y desde hace unos siglos, una de ellas, la suya, es dominante, pero nunca ha estado sola, y en los últimos años menos, yo me esfuerzo por impulsar la visión holística de las ciencias, la ética no se puede desvincular de la aplicación tecnológica, al menos esa es mi visión. José no le tiene un especial aprecio al idealismo alemán del siglo XIX, a mí me fascinan Schiller, Goethe, Schelling, Alexander von Humboldt...
La ética se presenta como una necesidad vital en nuestros tiempos; y quien dice ética dice humildad, por eso he creído oportuno incluir sus sabias reflexiones en esta página divulgativa de temas geológicos, sísmicos, científicos y culturales, sobre la recuperación de comunidades golpeadas por catástrofes y la utilización de tecnologías que aún hay que modular, tecnica y jurídicamente. Él me pide ejemplos claros de falta de ética de esas empresas en su artículo; ¿y por dónde empezar? ¿por el demasiado temprano uso del DDT? por el Exxon Valdez, la Shell en Nigeria, la guerra del Golfo, el Prestige... ¿Por el mapa de los accidentes del fracking en EE.UU? No son pocas las negligencias históricas evitables con ética y relacionadas con el envenenamiento de nuestro medio.
La visión aristotélica del mundo desembocó en el mecanicismo y en el materialismo tan desprovisto de alma que tantas cosas buenas ha dado a la ciencia y a la tecnología, pero sacrificando buena parte de las visiones integradoras de antaño; por ejemplo: la palabra "Geología" fue utilizada por primera vez por Jean-André Deluc en 1778 e introducido como un término establecido por Horace-Bénédict de Saussure en 1779, aparece entonces como una disciplina científica ya desligada del tronco de las ciencias naturales y con identidad propia. Pero ya había piedras y montañas, glaciares y volcanes. Más tarde la cristalografía, la geotecnia, la sedimentología, la sismología, la mecánica de suelos, la petroquímica, hacen lo mismo, y se encuentran en su actividad de forma tangente o secante con otras provenientes de campos como la ingeniería, las matemáticas, la biología o la física.
Desde finales del siglo XIX y principios del XX, aparecen sin embargo una serie de disciplinas que siguen el camino contrario a ellas, integran, en vez de desintegrar, son las que llamo holísticas; tal es el caso por ejemplo de la ecología que aglutina palabras como Biosfera; concepto que debemos a Vladímir Vernadsky, también enseguida adoptada por Teihard de Chardin, hablan de ello como una esfera física geométrica a la par que no pierde la partícula "bio" referente a la vida, es más, Teilhard ya habla de "noosfera", un término aún más desgarrador por la fuerza física y espiritual que encierra una esfera del conocimiento inherente a la vida más consciente: la humana.
La tercera revolución urbana, empresarial, social, cultural, artística, ¿climatica?, deberá ser ética, se nos va la vida en ello y nos lo dicen los sabios como José. Algunas cosas se hacen reales, presentes, evidentes, no por su presencia, sino por su ausencia, por el hueco, por el vacío que dejan. Es el caso de la muerte de un ser querido, o el negativo de un fósil, que nos permite desvelar detalles de su existencia, cuestiones sobre la movilidad, el alimento, las características físicas, reproductivas, ambientales, del ser que quedó plasmado en el barro, hoy roca. Tal es el caso de la ética en nuestro mundo global.
Este nuevo paso holístico no será algo aparte, no será una nueva disciplina, sino un compendio de reglas de sentido común que nadie, como el respirar o el comer, verá como un adorno u obligación, sino como una nueva parte del mundo o del ser humano, dos entidades a las que cada vez es más difícil separar y poner límite o frontera. Ese nuevo impulso ético impregnará la vida como lo hace la atmósfera, palabra usada por vez primera en 1677 por Scheele a partir de los experimentos de Torricelli que desde 1644 realizaba. Fueron "sus descubridores", lo cual no quiere decir que los seres humanos antes de Torricelli no respiráramos.
Pamplona, 18 de enero de 2013
Antonio Aretxabala
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OTRAS REPERCUSIONES DEL ARTÍCULO:
Hoy, a partir de las 19.00 horas en Zabalotegi Aretoa se ofrecerá una charla por la especialista Azaitz Unanue sobre la técnica de extracción de gas y crudo por 'fracking'. Es una técnica para lograr crudo o gas metano a base de inyectar agua mezclada con arena y productos químicos que arrasan con las rocas y perforan los estratos.
Esta modalidad de extracción se puso de actualidad en Euskal Herria tras el hallazgo de importantes yacimientos de gas en Araba, que requerirían de estas técnicas para su explotación porque no son bolsas limpias sino que el gas se encuentra entre las capas de tierra y piedra.
Como apunta el geólogo de la Universidad de Navarra, Antonio Aretxabala, «el pulso entre los movimientos antifracking y las transnacionales de la energía está dando lugar a que varios estados de EE UU paralicen la fractura hidráulica hasta conocer mejor los riesgos de contaminación de sus aguas potables. En Europa han ido brotando varios conflictos sociales y ecológicos; como siempre, enfrentan a los poderes económicos con las plataformas vecinales que se movilizan denunciando los riesgos de la explotación de gas no convencional. Francia, Alemania, Inglaterra, Bulgaria, ya lo han prohibido».
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1 comentario:
Desde Torreperogil asisto perplejo a lo que creo que es un error de esta plataforma que acaba de nacer. Creo que el fracking puede ser la ruina de nuestra provincia y de algunos territorios más del estado. Estoy convencido de que no es casual que estos permisos se estén dando desde hace dos años, coincidiendo con la explosión de la burbuja inmobiliaria. No me fío de nadie que pretenda sacar dinero a raudales desde el secretismo. No me fío de los medios de comunicación, que responden a los mismos patronos, delincuentes de guante blanco, que las grandes corporaciones financieras o industriales.
Sin embargo, creo que esta plataforma está cometiendo el mayor error posible, porque es evidente que aquí "aún" no hay fracking y vamos a caer en el ridículo más absoluto.
Lo que tenemos que hacer es aprovechar el hecho de que nuestros terremotos han permitido sacar a la luz el gran peligro del fracking y contactar con las plataformas de Porcuna, de Álava, de Burgos, de Cantabria, las catalanas; denunciar que todo el curso del Guadalquivir esté infestado de permisos para prospecciones y luego extraer. El gas que nos prometen como nuestra salvación puede ser nuestra ruina y estos terremotos, que podrían ser nuestro mejor aliado para darlo a conocer, pueden acabar con la ridiculización de todos los que se oponen al fracking por actuar sin pararse a reflexionar ni siquiera unos minutos.
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