Queridas y queridos lectores. Con la llegada de 2025 se han publicado varios trabajos sobre la observada ralentización de la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC) que viene de Atlantic Meridional Overturning Circulation. Con el último trabajo de Baker et al. 2025, publicado en Nature al llegar el año: La circulación de retorno del Atlántico continúa incluso en condiciones climáticas extremas muchos medios de comunicación se han lanzado a comentar los trabajos previos al respecto con todo un espectro de conclusiones, desde las más catastróficas hasta las de «aquí no pasa nada». Entre los que más se cita están los de Stefan Rahmstorf y su equipo, con sus advertencias de que una disminución importante e incluso el colapso de AMOC podría suponer para Europa vivir otra pequeña Edad de Hielo como la que afectó a Europa y Norteamérica entre los siglos XIV y XIX.
Esto me llevó a hacer un análisis desde el punto de vista de las ciencias de la Tierra. Además, comentando con los amigos de Apoyo Mutuo o Colapso se propuso plantear una charla con Antonio Turiel, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Ciencias del Mar (ICM) que ha seguido de cerca desde hace décadas la evolución de las corrientes oceánicas y ha publicado numerosos trabajos al respecto. La circulación de retorno del Atlántico (AMOC), que continuaría incluso en condiciones climáticas extremas, sería mantenida por lo que vamos a ver, por la Circulación Meridional de Retorno del Pacífico (PMOC). En el vídeo al final de esta entrada se recoge la charla.
Analizamos los siguientes aspectos:
1. AMOC es una componente integrada por zonas de las corrientes superficiales y profundas en el océano Atlántico. Se caracteriza por un flujo hacia el norte de agua cálida y salada en las capas superiores del Atlántico y un flujo hacia el sur de aguas más frías y profundas que forman parte de la circulación termohalina. Están unidas por regiones de vuelco en los mares nórdicos y de Labrador y el océano Austral. El AMOC es un componente muy importante del sistema climático de la Tierra impulsando corrientes atmosféricas y termohalinas. ¿Cómo funciona toda esta correa de transmisión de energía desde El Golfo a Europa Occidental y por qué es importante para nuestras sociedades?
2. AMOC ha sufrido un debilitamiento excepcional en los últimos 150 años en comparación con los 1500 años anteriores. Además, se observa debilitamiento desde mediados del siglo XX (un 15% aproximadamente). Aunque las observaciones directas de la fuerza del AMOC han estado disponibles desde 2004, existen evidencias biológicas y geológicas anteriores. Todos los modelos climáticos predicen un debilitamiento de AMOC en escenarios de calentamiento global, la magnitud del debilitamiento observado o reconstruido es ahora mismo el centro del debate, pues las consecuencias varían con su intensidad. El análisis del tamaño de grano de algunos cereales o el maíz, por ejemplo, ha revelado discrepancias en el modelado de la disminución de AMOC después de la Pequeña Edad de Hielo (XIV-XIX). Un estudio de febrero de 2021 en Nature Geoscience informó que el milenio anterior había visto un debilitamiento sin precedentes, una indicación de que el cambio fue causado por acciones humanas. Uno de los coautores afirmó que AMOC ya se había desacelerado en aproximadamente un 15%, y ahora se ven los impactos: «En 20 a 30 años es probable que se debilite aún más, y eso inevitablemente influirá en nuestro clima, por lo que veríamos más aumento de las tormentas y el aumento del nivel del mar». ¿Ha cambiado el estado de conocimiento del problema?
3. El reciente trabajo de Baker y sus colegas publicado en Nature, La circulación de retorno del Atlántico continúa incluso en condiciones climáticas extremas analiza 34 escenarios con otros tantos modelos climáticos. En todos ellos se muestra que el afloramiento en el Océano Antártico, impulsado por vientos persistentes del Océano Antártico, sostiene una AMOC debilitada en todos los casos, pero previene su colapso completo. Como el afloramiento del Océano Antártico debe ser equilibrado por el hundimiento en el Atlántico o el Pacífico, la AMOC solo puede colapsar si se desarrolla una Circulación Meridional de Retorno del Pacífico (PMOC) compensatoria, lo que sugiere que un colapso de la AMOC es improbable este siglo. Ampliamos esta información.
4. Forzados por más emisiones GEI y agua dulce, todos los modelos muestran debilitamiento de la AMOC pero con una amplia dispersión. Sin embargo, comentan Baker y sus colegas que se estabilizaría en 90 años. La AMOC se debilita entre un 20 % y un 81 % (media del 54 %) 90 años después del forzamiento con ¡4xCO2! Por lo tanto, la intensidad futura de la AMOC difiere entre los modelos, lo que genera impactos climáticos radicalmente distintos. Lo mismo podríamos entrar en una era de olas de calor y sequías prolongadas que temporalmente en una era de frío y lluvias nunca vistas. ¿Es esto un aviso para dejar de emitir de una vez gases de efecto invernadero (GEI) y adaptar el territorio, la forma de relacionarnos con el planeta y nosotros mismos?
5. Una de las cosas más importantes de este artículo publicado en Nature por Baker et al. (2025) es que la Circulación Meridional de Retorno del Pacífico (PMOC) compensatoria, con una AMOC debilitada o incluso colapsada aparece claramente en climas pasados, incluso durante el Último Máximo Glacial (UMG) hace unos 20.000 años, con un norte de Europa cubierto de hielo hasta Alemania e incluso norte de Francia y glaciares en el Atlas; llega incluso a la fase final del UMG. También en el Plioceno cálido (hace entre 5 y 3 millones de años), cuando los niveles de CO2 eran similares a los actuales. Estos hallazgos sugieren que la formación de PMOC podría haber facilitado el colapso de AMOC en climas pasados al reducir la intensidad del Viento Austral. El PMOC transporta calor hacia el norte y afecta la biogeoquímica oceánica y la absorción de carbono destacando la necesidad de evaluar su impacto en el clima futuro y aquí viene algo muy importante: la mayor migración animal del mundo.
Esta enorme migración produce cantidades importantes del oxígeno que respiramos y absorbe en torno a un 30% del CO2 que generamos desde nuestras sociedades termoindustriales. En el plancton hay millones y millones de seres minúsculos que son esenciales para el funcionamiento del ecosistema oceánico y el mantenimiento del clima. En teoría, a finales de siglo, si nada cambia, el almacenamiento de carbono podría detenerse y el océano comenzar a actuar como una fuente de dióxido de carbono para la atmósfera, lo que agravaría aún más nuestra situación.
Pero no estamos contando con la invasión de microplásticos en sus vidas. Hace años que se estudian los efectos del microplástico en estos animales y en toda la cadena trófica, incluso se pudo capturar por primera vez a un grupo de copépodos (un grupo de zooplancton que se nutre de las algas en el océano) que está confundiendo el plástico con comida y lo está ingiriendo, en un vídeo que recorrió las redes pudimos ver cómo el movimiento de las patas del copépodo atraía a las pelotitas de poliestireno.
¿Qué papel juega la biogeoquímica en todo este proceso oceánico? ¿Cómo podemos poneros de acuerdo y que se nos escuche a los científicos? ¿Acabaremos, los seres humanos y el medio natural que sostiene nuestras vidas, destruyéndonos mutuamente?
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