El ayuntamiento de Torrevieja ha emprendido un programa pionero en la Comunitat Valenciana dirigido a informar, formar y concienciar a los escolares del municipio ante la posibilidad de una emergencia sísmica. Es el primero que se realizará en España a nivel municipal.
MOMENTO DEL SIMULACRO DE TERREMOTO DEL COLEGIO VIRGEN DEL CARMEN DE TORREVIEJA (ALICANTE) |
1. INTRODUCCIÓN: LA SISMICIDAD DEL LEVANTE ESPAÑOL, EL TERREMOTO DE TORREVIEJA DE 1829
Torrevieja está situada en una las zonas con mayor riesgo sísmico de la Península Ibérica. La iniciativa viene contemplada de forma obligatoria para Torrevieja en el Plan Especial frente al Riesgo Sísmico de la Comunitat, que dispone la obligatoriedad de que la ciudad pusiera en marcha su propio plan municipal. Para la realización de los mapas de peligrosidad, se han tenido en cuenta 115 movimientos sísmicos con una escala de intensidad VI o superior, ocurridos en la Comunidad Valenciana en los últimos seis siglos.
El periodo comprendido entre 1820 y 1830 fue el de mayor actividad sísmica en el sur de la provincia de Alicante, afectando a las líneas sismotectónicas del Bajo Segura que tienen tres fallas: la de Benejúzar-Benijófar, la de Guardamar del Segura y la de Torrevieja. En general, la costa de Alicante se encuentra hundida unos 10 metros por debajo de la falla de Torrevieja. El 21 de marzo de 1829 después de varios avisos la tierra tembló con una intensidad tal que acabó con varios pueblos y ciudades de la zona, a este terremoto se le ha adjudicado un grado Ml de 6,6 y ha quedado para siempre en la memoria española como el terremoto de Torrevieja. Hubo más de 200 réplicas, algunas acabaron de derribar lo poco que quedó, se habla de casi 400 muertos, más de 200 heridos y ruina total en más de 2.000 edificios.
Después de la catástrofe, a petición del Obispo Felix Herrero de Orihuela, tras una misiva en la que el Obispo le envió al rey Fernando VII remitió millón y medio de reales de su pecunio particular, así como estableció el envío urgente de cereal. De las cuentas abiertas para ayudar a los damnificados, que alcanzaron una recaudación de ocho millones y medio de reales, se reconstruyeron totalmente los municipios de Almoradí, Benejúzar, Guardamar y Torrevieja.
ENSAYO SOBRE VOLCANES Y TEMBLORES SOBRE EL DESASTRE DE 1829 |
El mayor terremoto registrado en esta zona es el terremoto de marzo de 1829 en la Vega Baja, que destruyó íntegramente las localidades de Almoradí, Benejúzar, Guardamar y Torrevieja, entre otras, hasta el punto de tener que ser reconstruidas, aquí comenzaron los primeros planes urbanísticos prácticamente sin saber que se estaban haciendo, Torrevieja fue reconstruída en aquellas zonas en las que se observó que las edificaciones habían sufrido menos. El plano cuadriculado que aún a día de hoy presentan estas poblaciones es testigo de ello. La sismicidad histórica es la mejor de las herramientas para adelantarse y conocer el medio.
MAPA DE PELIGROSIDAD SÍMICA DE ESPAÑA |
Antonio Teruel presentó un artículo: "LA PELIGROSIDAD SÍSMICA en Alicante. La prevención de un terremoto se inicia en el mapa" en el que hace un recorrido histórico:
"... El primero de esos terremotos tuvo lugar en 1396, con epicentro en Tavernes de la Valldigna (Valencia). Aún se ha constatado un temblor anterior, en el año 1048 en Orihuela, si bien el de finales del siglo XIV se toma como referencia porque a partir de entonces el catálogo de fuentes utilizado para el estudio es homogéneo. Archivos municipales o parroquiales, o incluso correspondencia entre particulares, son algunos de estos recursos. El mayor episodio registrado en esta zona es el terremoto de marzo de 1829 en la Vega Baja, que destruyó íntegramente las localidades de Almoradí, Benejúzar, Guardamar y Torrevieja, entre otras, hasta el punto de tener que ser reconstruidas desde cero. El plano cuadriculado que aún a día de hoy presentan estas poblaciones es testigo de ello..."
Desde el 13 de septiembre de 1828 al 21 de marzo de 1829 se sucedieron una serie de terremotos en la zona calculados en más de doscientos. A las 18,15 horas del 21 de marzo de 1829 se produjo el terremoto de magnitud Ml 6,6 con epicentro cerca de Benejúzar, Rojales y Torrevieja, que causó 389 muertos, 209 heridos, unas 2.000 viviendas completamente destruídas y otras tantas dañadas, la destrucción de los puentes sobre el río Segura en Almoradí, Benejúzar, Dolores y Guardamar, y que extendió sus efectos más graves, además de a las poblaciones citadas en su epicentro, a Almoradí, Algorfa, Rafal, Torre La Mata, Daya Vieja, Guardamar, Dolores, Redován, San Fulgencio y San Miguel de Salinas. La mitad de los fallecidos lo fueron en Almoradí al ser la población que contaba con calles más estrechas y edificios más altos, éstos se derrumbaron unos sobre otros.
MAPA DE PELIGROSIDAD SÍSMICA EN TÉRMINOS DE INTENSIDAD DE LA PROVINCIA DE ALICANTE (UA) |
Dice Antonio Teruel: "...Los mapas elaborados por la Universidad de Alicante muestran claramente cómo el sur de la provincia de Alicante es la zona más propensa a sufrir terremotos por sus condiciones naturales. José Juan Giner (UA) explica que la gran mayoría de los seísmos que se producen aquí no son de una intensidad muy grande, pero sí se da un problema: "Los terremotos son muy superficiales", y eso hace que sus efectos sean mayores.
Esto, junto con las características del terreno, puede hacer que seísmos de la misma intensidad tengan consecuencias distintas en cada sitio o, incluso, que se sienta con mayor virulencia en lugares más alejados del epicentro que otros situados más cerca.
Esto, junto con las características del terreno, puede hacer que seísmos de la misma intensidad tengan consecuencias distintas en cada sitio o, incluso, que se sienta con mayor virulencia en lugares más alejados del epicentro que otros situados más cerca.
Este fenómeno, conocido como "efecto de sitio", es típico de zonas cuaternarias, vegas de ríos o depósitos recientes. Por lo tanto, se trata de otro factor muy a tener en cuenta, al igual que el resto, a la hora de desarrollar el urbanismo y las infraestructuras en las zonas en las que existe una peligrosidad sísimca significativa..."
2. APRENDIENDO A SOBREVIVIR: EL COLEGIO VIRGEN DEL CARMEN DE TORREVIEJA ES PIONERO
La mayoría de las víctimas de Lorca, l'Aquila, Emilia..., podrían haberse evitado con una cultura arraigada desde la infancia; uno de los aspectos analizados ya en varias ocasiones y que un país sísmico como es España ni siquiera en pleno siglo XXI ha comenzado a instaurar seriamente. Por dinero no será, pues como se demuestra desde Torrevieja, es algo tan barato que parece mentira que a casi dos años de lo de Lorca, no se haya comenzado una política escolar, multidisciplinar, universitaria, con las consejerías de educación y las agencias de emergencia, actividad que ha probado ser tan útil como las mismas normas sismorresistentes (o más).
El Colegio Virgen del Carmen de Torrevieja (Alicante) realizó recientemente el primer simulacro frente a terremotos que se recuerda. Esta iniciativa de autoprotección individual y colectiva es además todo un programa de sensibilización, información y formación para la comunidad educativa del curso 2012-2013; así se pretende alcanzar un alto grado de concienciación, información y formación, pero el objetivo final es la "eficacia" ante la posibilidad de un episodio sísmico en la ciudad.
Entre las actividades a desarrollar a partir de ahora, están los simulacros en cada uno de los centros docentes, también conferencias y charlas de sensibilización y formación, así como la realización a finales de curso de un simulacro unificado a nivel de la ciudad de todos los centros escolares. Se trata del primer plan municipal de actuaciones de este tipo llevado a cabo en la Comunitat y en España.
El Plan Especial frente al riesgo sísmico establecía la obligatoriedad de realizar uno municipal en el caso de Torrevieja, dado la sismicidad destruida por un temblor en 1829, al igual que otros municipios de la comarca, como Almoradí y Guardamar. Cerca de 500 niños ya están siendo educados en esta cultura que salva vidas.
El simulacro comenzó cuando en el Colegio Virgen del Carmen hizo sonar su sirena y de inmediato todos los niños se levantaron de sus asientos para refugiarse bajo de sus pequeñas mesas, con la recomendación de que colocasen sobre sus cabezas los libros con los que estaban estudiando en ese momento.
Al poco tiempo la alarma volvió a sonar como señal de que el terremoto ya había pasado y fue entonces cuando comenzó a desarrollarse la parte más activa del dispositivo, en el que estuvieron presentes los bomberos, el arquitecto municipal y los miembros del Citic, el Centro de Innovación Tecnológica de la Información y Comunicación, que es el encargado de la elaboración de este plan, así como de la colocación de sistemas de alerta ante movimientos sísmicos en la ciudad.
UN ANTIGUO DIBUJO DEL TERREMOTO DE 1829 |
Luego los niños fueron evacuados por los lugares más amplios del centro hasta los patios, situándolos lejos de las partes de mayor volumen edificado del colegio, para llegar finalmente al centro de las pistas deportivas, lejos de riesgos de desprendimiento de los edificios que lo rodean.
Allí quedó establecido el punto de encuentro, para que pasado un tiempo, los padres y familiares puedan recoger a los niños. Como en la realidad, en todo este tiempo, tan solo pasaron un par de minutos.
El simulacro fue presenciado por directores de otros centros escolares, así como por el edil de Educación, Daniel Plaza, el delegado de Nuevas Tecnologías, José Riera y el responsable del Citc, Francisco Javier Mínguez.
El plan continuará confeccionándose en las próximas semanas con nuevos simulacros y también con la celebración de una serie de conferencias explicativas, así como con sesiones de apoyo a los técnicos municipales implicados.
El concejal de Nuevas Tecnologías, José Riera, anunció ayer por otra parte que está prevista la instalación de sensores en diferentes puntos en el municipio, que "permitirán la detección temprana del seísmo".
El Colegio Virgen del Carmen de Torrevieja es el primero en realizar este tipo de simulacros de una manera organizada en el marco de una normativa de seguridad municipal, algo que otras localidades también propensas a movimientos sísmicos (y algunas bastante más) no han sido capaces de desarrollar. Fue tal la repercusión de la iniciativa que los medios de prensa se hicieron eco de la noticia y acudieron al centro a recavar información.
El Colegio Virgen del Carmen de Torrevieja es el primero en realizar este tipo de simulacros de una manera organizada en el marco de una normativa de seguridad municipal, algo que otras localidades también propensas a movimientos sísmicos (y algunas bastante más) no han sido capaces de desarrollar. Fue tal la repercusión de la iniciativa que los medios de prensa se hicieron eco de la noticia y acudieron al centro a recavar información.
LA DIFERENCIA ES MANIFIESTA:
EL CORREO DEL 30 DE MARZO DE 1829 |
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