viernes, 12 de mayo de 2023

YESA DESDE EL EUROPEAN GROUND MOTION SERVICE (COPERNICUS): EPPUR SI MUOVE


Queridas y queridos lectores, como la mayoría conoceréis, Copernicus es el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea. La información de este programa se brinda a través de seis servicios temáticos: terrestre, marino, atmosférico, cambio climático, manejo de emergencias y seguridad.
 
La información es gratuita y de libre acceso para todos los usuarios. Se trata de una herramienta novedosa muy útil para observar procesos, dinámicas y tendencias en el comportamiento de la superficie terrestre, especialmente adecuado para la prevención de riesgos y la capacidad de adelantarnos a las catástrofes naturales o provocadas.

Como también sabéis la mayoría, he participado en un debate técnico y científico, también divulgativo, sobre el problema de la estabilidad de las laderas de Yesa, una amenaza que me ha llevado a realizar hasta seis informes, cursos y seminarios, trabajos para diferentes parlamentos, universidades españolas y americanas y en los ayuntamientos afectados.

Cuando comencé mi labor de investigación a petición de los vecinos forzosamente expropiados —de la mano de los abogados Jaime Ignacio del Burgo y Rodolfo Jareño—, para defender las indemnizaciones ante el entonces ministro de agricultura Miguel Arias Cañete, entré a formar parte de la lista negra de científicos que, como el tiempo y los acontecimientos se encargan de recordar, dijimos la verdad de los procesos desencadenados, inestabilidades, riesgos y amenazas que se precipitaron sobre las poblaciones, tanto de las propias urbanizaciones de Yesa como aguas abajo, especialmente sobre la ciudad de Sangüesa.

Ello acarreó que fuera expulsado del debate y cortó en buena medida mi trayectoria profesional en Navarra, como conocen quienes más o menos han venido siguiendo mis intervenciones, conferencias o actividades divulgativas. Sin embargo, el tiempo pone las cosas en su sitio y con la aparición de nuevas tecnologías y herramientas de estudio, hoy podemos vislumbrar que no eran aquellas tesis y previsiones las equivocadas, sino que los pronósticos y posibilidad (o no) de plazos para ver garantizada la seguridad geotécnica que nos pidieron las entidades interesadas, se están cumpliendo a pesar de la frialdad de un diagnóstico nada optimista.

Solamente el hecho de que llevemos 22 años de obras y un presupuesto cercano ya a los 500 millones de euros, dejan claro que la inamovible afirmación de 2015 sobre que las obras no habían conseguido detener el movimiento por lo que no iba a poder entregarse en 2017, no era ni alarmista ni ligada a ninguna corriente ideológica, tal y como tuve que aguantar y explicar tantas veces ante políticos mediocres o técnicos de parte y ante el Tribunal Laboral de Navarra.

La ladera derecha de Yesa lleva décadas sometida a un lento pero intenso y persistente juego de esfuerzos, toda vez que la fatiga actúa en direcciones variables y ha conseguido ir socavando su resistencia. La manifestación de ello puede ser estudiada también desde estas nuevas herramientas satelitales.
 
Especialmente en la parte alta de la ladera está actuando el rebote elástico o lento levantamiento (o dilatación) del terreno debido a la pérdida de peso por la excavación de cerca de millón y medio de metros cúbicos de roca para aliviar carga a la montaña. Ello contrasta y tensiona a las partes medias y bajas que se hunden por consolidación.
 
Hace más de un año que no disponemos de datos directos sobre el seguimiento de los controles de movimiento de la ladera. Sin embargo, en este transcurso y con la obra actualmente parada por motivos supuestamente económicos y estratégicos, debemos al Ayuntamiento de Sangüesa el haber impulsado una investigación actualizada que valore el Dictamen presentado a la ciudadanía en octubre de 2022 y al Gobierno de Navarra en abril de 2021. Se trata del Informe de valoración realizado en mayo de 2023 por Ingeotyc y miembros de la Facultad de Geología de la EHU/UPV y que enlazamos con la siguiente figura:


El Dictamen final del Colegio de ingenieros de Caminos Canales y Puertos —pedido por el Ministerio para la Transición Ecológica en 2018—, fue entregado en abril de 2021 al Gobierno de Navarra y estuvo oculto hasta octubre de 2022. Ahí, en abril de 2021 se acabaron los datos. No obstante, a pesar de que algunos de los hitos topográficos e inclinómetros dejaron de operar o se rompieron, con el informe de la CHE de febrero de 2022, el Ayuntamiento de Sangüesa con Ingeotyc y la Universidad del País Vasco, pudieron recabar cierta información y facilitar algunos datos más hasta febrero de 2022.
 
Y es que, en el trasfondo está siempre presente la incertidumbre por la falta de control y la disponibilidad de cada vez, menos datos, algo dado a conocer a sus señorías en el Parlamento de Navarra y en Cortes de Aragón en diversas ocasiones.
 
Copernicus, de momento nos ofrece nuevos puntos interesantes hasta diciembre de 2021, lo cual pasaría a enriquecer la escasísima y menguante información y monitorización de la ladera derecha. Por mucho que se cacaree en medios de información que se trata de la presa más controlada del mundo, sabemos que eso no es cierto (es además, una de las conclusiones y recomendaciones del informe arriba enlazado del Ayuntamiento de Sangüesa). No obstante, gracias al satélite Sentinel-1 ahora tenemos nuevos datos de referencia muy en la línea de lo detectado por los inclinómetros pero en más zonas, como la parte alta que se eleva o la baja que se hunde.
 
La comentada diferencia de comportamientos observada con Sentinel-1 y que afecta a toda la ladera, (levantándose levemente en la parte alta y bajando en la zona baja), estaría produciendo esfuerzos de fricción y cizalla que al sumarse a los derivados de los ciclos de embalse y desembalse (ver figuras 4 a 10) y a la reptación del propio terreno (creep), van fatigando el macizo rocoso según pasa el tiempo y generando zonas de fractura en el seno de la masa removida.
 
El proceso era previsible, tal y como se pronosticó muy tempranamente en marzo de 2013 a través de dos informes presentados en el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente de Miguel Arias Cañete por quien suscribe o a la ciudadanía, por ejemplo, al final de esta entrevista:

"La ladera no es rígida. No es un movimiento homogéneo. Hay zonas en la parte central que se mueven mucho y en la periferia casi ni se notan. Podemos esperar que dado que se forman pequeños comportamientos individuales dentro de la ladera habrá comportamientos imprevisibles localizados dentro de la urbanización, y eso convendría aclararlo y hacer un estudio ambicioso". Diario de Noticias de Navarra, 7 de marzo de 2013.

Antonio Aretxabala
12 de mayo de 2023

1. El Servicio Europeo de Movimiento Terrestre: European Ground Motion Service (EGMS)
 
Es posible que la investigación científica nos descubra cosas que no queremos ver, una en especial: nuestra incapacidad de prever de manera razonable los desastres naturales o provocados; pero estaríamos traicionando a los ciudadanos a los que servimos si los científicos no lo intentáramos. El objetivo del científico es generar conocimiento y difundirlo, proporcionar a la sociedad y a nuestra civilización herramientas que contribuyan a mejorar nuestra calidad de vida y sobre todo, a garantizar nuestra seguridad. 

Las herramientas y leyes utilizadas son humildes, tales como la Mecánica de Suelos o la Ley de Mohr-Coulomb. Los resultados pueden ser notorios o pasar desapercibidos. Adelantarse a las catástrofes es casi utópico, pero es precisamente el intentar alcanzar la utopía lo que nos impulsa y nos ha hecho avanzar para conquistar nuevas comodidades, pero también generar riesgos. Para intentar comprender esos riesgos que introducimos al modificar el medio, creamos también herramientas que nos ayuden a lograrlo. Una de las más recientes es Copernicus.
 
Entre los servicios que ofrece Copernicus está el EGMS. Se basa en el análisis interferométrico multitemporal de imágenes de radar del satélite Sentinel-1 a ​​máxima resolución. Esta técnica permite identificar puntos de medición contrastados y confiables para los cuales se extraen valores de velocidad de movimiento del suelo y series temporales de deformación.

Dichos puntos de medición suelen coincidir con edificios, estructuras artificiales, áreas sin vegetación en general y referencias sin cambios forzados por grandes obras o modificaciones del medio que los propios algoritmos eligen o rechazan. Los datos de los sistemas globales de navegación por satélite se utilizan también como calibrado de las mediciones interferométricas.

Este servicio amplía así las herramientas disponibles para ejercer el oficio de las ciencias de la Tierra. Copernicus comenzó a recopilar datos del movimiento del terreno en 2016 y se divide en cuatro componentes principales: 1) global, con datos bio-geofísicos para todo el planeta, 2) paneuropeo, centrado en esos mismos datos para Europa con alta resolución, 3) local, para puntos críticos en zonas propensas a desafíos o problemas ambientales específicos y 4) imágenes y datos de referencia a disposición de los investigadores como bases de datos in situ. Desde finales de 2022 disponemos de datos en línea y desde febrero de 2023 de una enorme base de datos para exploración y explotación adquiribles en formatos estándar.
 
Así queda incluido el uso del suelo, del territorio, las características y los cambios de la cubierta terrestre, el estado de la vegetación, el ciclo del agua y las variables energéticas. Cualquier ciudadano u organización de cualquier lugar del mundo puede acceder al servicio de ciencias de la Tierra de Copernicus de forma gratuita, completa y abierta.

Somos los europeos quienes mantenemos el servicio con nuestros impuestos en consonancia con la política general de datos e información del Programa Copernicus, que promueve su utilización y el intercambio de información y datos. No hay restricción en el uso, reproducción o redistribución de la información y datos. Por tanto, siéntase libre la persona u organización que esté interesada en la utilización de éstos para reproducirlos, y si lo cree conveniente, haga referencia a su autor.

El Servicio Europeo de Movimiento Terrestre (EGMS) es de libre acceso para cualquier ciudadano u organización y brinda la oportunidad sin precedentes de estudiar los peligros geológicos y la deformación inducida por las actividades humanas como las que vamos a ver en Yesa una vez más.
 
Entre los fenómenos a estudiar que destacan los creadores de Copernicus y más concretamente de EGMS, se encuentran los deslizamientos de tierra lentos, los hundimientos debido a la explotación de aguas subterráneas o las subsidencias debidas a la minería subterránea, disturbios volcánicos y muchos otros más de carácter geotécnico. El EGMS también sirve como punto de partida para la investigación del movimiento del suelo que afecta a edificios e infraestructuras lineales.

2. Yesa, movimientos erráticos locales con una tendencia global

Las laderas de Yesa se están viendo sometidas a un intenso proceso de constante fatiga de los materiales que las componen, los procesos que las deterioran han sido provocados y dada la naturaleza evolutiva y frágil de los mismos, está desembocando en un empeoramiento constante de las propiedades mecánicas y resistentes del conjunto de rocas y suelos que tienen que garantizar la estabilidad de dos presas.

Para quienes no conozcan la historia de los movimientos de las laderas de Yesa 22 años después del comienzo de las obras, hay que decir que, a pesar de las afirmaciones de los políticos “responsables” y de los medios de comunicación que se hacen eco de sus afirmaciones cuando sentencian que las laderas de Yesa están paradas e incluso “absolutamente paradas”, la naturaleza se empeña en demostrar que no es cierto una y otra vez. El terreno sigue su itinerario de movimientos como los pronosticados hace más de una década tras minuciosos estudios e informes realizados por técnicos independientes.
 
Ahora, las nuevas herramientas satelitales nos brindan una nueva manera de investigarlo con un resultado que a nadie debería sorprender: nuevos procesos inherentes a lo que fue pronosticado al principio de las obras, especialmente tras lo sucedido en 2013, siguen el itinerario previsto.

En diferentes épocas, el movimiento o, mejor dicho, los movimientos permanecían latentes, o activos según las circunstancias climáticas o de altura de agua embalsada (ver figura 1), pero siempre se reactivan y nunca han dejado de sobresaltar a las personas que veían cómo las infraestructuras, sus casas, otras edificaciones, vallas, etc., se deformaban o se movían, a veces de manera imperceptible y otras de manera muy acentuada. 
 
Figura 1. Principales deslizamientos estudiados en líneas discontinuas. El deslizamiento de "El Inglés" en rojo y los nuevos observados más superficiales en verde. Los cuatro lóbulos (1 a 4 en rojo), definidos en 2013 por varios autores, se formaron porque la presa quedó comprimida por la presión de la masa de tierras actuando como contrafuerte y desviando el 1 y el 3 al oeste, aguas abajo y el 2 y el 4 al este, aguas arriba. Los movimientos también levantaron la presa vieja en vertical alrededor de 1,5 cm en el estribo norte al estar inmersa en el movimiento global (ver figura 12).  Plano del Gobierno de Navarra, 2019.  
 
El mayor de estos movimientos durante la segunda década del siglo XXI involucró a una masa de casi 12 millones de m³ que llegó a moverse unos 30 cm en dos meses en la ladera derecha de Yesa. Existe uno mayor, también latente en la ladera izquierda, que saltó a la actualidad en 2007 en una zona sin urbanizar y sin edificios o infraestructuras destacables, tras una investigación de varios periodistas llevada a cabo desde el periódico El Mundo.

El área y volumen total afectados por los deslizamientos principales que cabalgan unos sonre otros son: una superficie de 237.418 m² con una máxima profundidad de 117 m y un volumen de 11.900.000 m³. Existen otras masa aparte de los cuatro lóbulos que se mueven en direcciones autónomas (1 a 4 en rojo en la figura 1) como el deslizamiento de El Inglés (ver figura 1) de medio millón de m³ y otros de menor entidad ya excavados o enterrados hasta más de una docena.
 
El volumen retirado bajo las urbanizaciones y en la montaña tras las obras de emergencia para aliviar carga se estima en cerca de 1.500.000 m³ (figura 2), aproximadamente el triple de lo removido en el deslizamiento de El Inglés. Todos los deslizamientos estudiados han sido provocados por el deficiente conocimiento de la geología y de los parámetros geotécnicos de los materiales involucrados en la desestabilización forzada. Lo que ahora detecta Sentinel-1 es el movimiento errático y variable de dirección variable, con una tendencia individual de cada lóbulo y de cada masa deslizada (Antonio Soriano, 2013).

El evento de 2013 es conocido en las escuelas de ingeniería y geología como la Catástrofe de 2013, ocurrió a finales de 2012 y alcanzó su cenit a principios de 2013. Entonces la ladera derecha que sustenta las presas (la vieja de hormigón y la nueva de tierras) quedó rota para siempre por varias superficies (una principal hasta unos 60 m de profundidad y otra profunda hasta casi 120 m de profundidad más otras detectadas posteriormente) y dejó arruinadas más de un centenar de casas.

Además, se levantó la presa vieja en vertical alrededor de 1,5 cm en el estribo norte al estar inmersa en el movimiento global (ver figura 12) siendo la propia presa comprimida por la presión de la masa de tierras actuando la misma como contrafuerte. Por eso se formaron los cuatro lóbulos enumerados de 1 a 4 que se pueden ver en rojo en la figura 1. 

Las dos urbanizaciones (figura 2) fueron forzosamente expropiadas y derribadas para eliminar el suelo y la roca que las sustentaba (con objeto de aliviar peso) e intentar frenar una enorme masa de suelo y roca que se sigue autotriturando por el rebote elástico derivado y lo que vamos a ver a continuación (figura 2).

Figura 2. Estado de la ladera en 2012 con las urbanizaciones y en 2022 tras su derribo y posterior excavación para el alivio de peso. Google Earth.

Copernicus y el EGMS muestran que la zona que sustenta a ambas presas sigue el movimiento errático, muy influenciado por los ciclos de llenado y vaciado del embalse, pero con claras tendencias que no solo fueron pronosticadas hace más de una década, sino que a pesar de la crítica violenta hacia quienes las formularon e incluso sufriendo represalias profesionales y vetos en el debate técnico, hoy han tenido que ser reconocidas al 100% incluso por quienes en su momento así actuaron.

Las laderas de Yesa se mueven y se seguirán moviendo como consecuencia de la rotura a que fueron sometidas y al avance del deterioro previsto del que vamos a ver sus manifestaciones a través de los ojos de Copernicus.

Por lo tanto, todos los pronósticos que afirmaron que sus factores de seguridad (FS) llegarían —con las costosas obras adicionales y alivio de tierras— a superar valores aceptables para que las poblaciones afectadas pudieran vivir evitando el riesgo de más roturas o avance de las provocadas, deben ser desechados. Esa es una de las conclusiones del Informe del Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos del Reino de España encargado por el Ministerio para la Transición Ecológica en 2018 y entregado a la ciudadanía en octubre de 2022 que según el Ministerio para la Transición Ecológica, el Gobierno de Navarra lo tuvo un año y medio antes. 
 
 3. Limitaciones
 
A pesar de que Copernicus solo nos da información desde que el satélite Sentinel-1 comenzó a recopilar datos en 2016 y terminan en 2021, tenemos un lustro para ver tendencias por el retrovisor de la historia —estamos a la espera de la publicación de los datos de 2022 que, sin duda serán muy importantes por la influencia de la sequía—. Por tanto, deberemos considerar los datos como preliminares; a pesar de que Copernicus incorpora todo tipo de metodologías de calibrado y contraste que han resultado en una fiabilidad ampliamente comprobada, siempre cabe la posibilidad de que haya cambios, tanto en las tendencias como en las bases de datos.

En diciembre de 2017 el Gobierno de Navarra encargó un informe de carácter internacional que fue recibido en 2019, es el conocido como el informe del "equilibrio estricto" o FS=1. Éste corroboró que la retirada de carga de la zona alta ayudó a desacelerar el movimiento, pero asumía que las condiciones climáticas más secas y favorables, a partir de febrero de 2013, fueron clave en esa desaceleración (que no parada) de los movimientos, por lo que no cabe esperar muchas sorpresas, muy probablemente 2022 supuso una desaceleración de los procesos cíclicos:

“Estas excavaciones contribuyeron ciertamente a la estabilización de la zona, a pesar de que se produjo una fuerte disminución de la tasa de desplazamiento en el mes de febrero, justo después del cambio de régimen hidrológico…”. (Informe para el Gobierno de Navarra de 2019).

En la figura 3 pueden verse los seis puntos de referencia tomados (P1 a P6). Los cuatro primeros (P1 a P4) forman una línea en dirección NO-SE que abarca unos 300 m en el centro de la ladera derecha que sustenta ambas presas, la vieja de hormigón y la nueva de tierra compactada. Los puntos P5 y P6 están en los límites este y oeste respectivamente y suministran una información valiosa para ver qué podemos esperar del comportamiento de todo el conjunto en el futuro, precisamente sobre el avance vertical y mejor aún en horizontal. Dado que los valores del movimiento horizontal del EGMS nos dan solamente la componente E-O y no la N-S, que es la más acentuada en el caso de las laderas de Yesa, podemos esperar que la componente a favor de la máxima pendiente (N-S) sea mucho más acusada.
 
Figura 3. Puntos de referencia P1 a P6.
 
4. El análisis con los datos del EGMS

Lo que se puede deducir del movimiento que ha venido sucediendo en el entorno de P1 (figura 4) es que, además de la influencia en toda la zona de los ciclos de embalse y desembalse, se ha producido un rebote elástico mayor (de casi 1,3 cm entre 2016 y 2021) al que esperábamos en 2013 al retirar el peso de roca, acción llevada a cabo aquel año, inicialmente para aliviar el peso y atajar cuanto antes el acelerado movimiento de enero y febrero de 2013 y más recientemente al retirar las edificaciones y el terreno bajo ellas para intensificar esta estrategia de cara al futuro. El lugar que ocupaban las urbanizaciones hoy es un enorme cráter (figura 2).

Esta reacción de rebote elástico fue prevista hace más de una década, por ejemplo, al final de esta entrevista para Diario de Noticias se habla de este fenómeno mientras se ejecutaban las obras para frenar el movimiento; o también en este artículo divulgativo que pidieron varios medios en la misma época se adelanta dicho rebote. Se advertía entonces de uno de los efectos secundarios no deseados o iatrogenias derivadas de dicha estrategia: el aumento de la porosidad por el autotriturado. Y es que la pérdida de densidad por la relajación se consigue con la apertura de poros, fisuras y fracturas que conlleva el "esponjonamiento" del macizo rocoso.

En efecto, al aliviar carga se reducen las fuerzas que se suman a la desestabilización, una estrategia tomada décadas antes por autores como René Petit o J. A. Jiménez Salas en la década de 1960 con el primer deslizamiento en esa misma zona. En el caso de estos autores, consideraron que la solución era siempre pasajera y no definitiva como se pretende en el caso de las urbanizaciones excavadas.
 
Sin embargo, como ya explicara el profesor Luciano Picarelli (Universidad de Nápoles) en 2019 con la analogía de la “piel de leopardo” (una manera de explicar cómo las roturas y cambios de presión intersticial se forman en el interior de la masa en movimiento como las manchas en la piel de un leopardo) y Antonio Casas y Antonio Aretxabala (Universidad de Zaragoza y Universidad de Navarra) en 2013 y 2020, en Yesa se estaban formando nuevas fisuras con los movimientos derivados del rebote elástico y de los propios lóbulos formados en el movimiento (lóbulos 1 y 3 aguas abajo y lóbulos 2 y 4 aguas arriba) que se reactivaban de cuando en cuando (ver figura 1).

En cuanto al movimiento vertical, la tendencia de P1 es prácticamente nula, observándose que aún sigue muy levemente su viaje ascendente, oscilando con un desplazamiento del suelo de alrededor de 1 cm de amplitud dependiendo de los ciclos de llenado y vaciado (figura 4).
 
 
Figura 4. Movimientos horizontales (E-O) y verticales en P1. El entorno de esta zona se está levantando a la par que se mueve levemente en horizontal oscilando de este a oeste con los llenados y vaciados.

Según nos acercamos a P2 podemos observar cómo se solapan los ciclos de vaciado con la dilatación del terreno y los de llenado con la compactación por peso de un área importante alrededor del embalse. Al mismo tiempo, la componente E-O de los movimientos horizontales se acentúa con cada llenado. Finalmente podemos comprobar que la tendencia en vertical es a ir hundiéndose levemente al contrario que en P1 unos pocos metros más arriba, lo que contribuye sin duda a acentuar el fenómeno de auto-triturado al que se aludía en 2013 por los autores antes citados y al que Geoconsult se sumó también, así como Ingeotyc y la Universidad del País Vasco en 2019 y 2020 respectivamente.

También se observa, tal y como Geoconsult definió en 2019, que esta dinámica de subida y bajada no se hace completamente en vertical o en perpendicular a la superficie del terreno, sino que la componente de la gravedad hace que las partículas que vuelven a “bajar” con la contracción al llenarse el embalse, ya no lo hacen a su posición anterior, sino con la marcada direccionalidad horizontal que muestran las medidas interferométricas del satélite. Es decir, se está produciendo la reptación o creep del terreno que Geoconsult pronosticó en 2019.

Figura 5. Movimientos horizontales (E-O) y verticales en P2. El entorno de P2 es parecido al de P1 pero la componente oeste es dominante. 
 
En cuanto a P3, más cerca de la influencia del embalse, los ciclos ya están perfectamente marcados y la tendencia a hundirse de la zona queda clara. Ahora bien, uno de los síntomas de que vemos en las variaciones de reptación, serían un buen tema de investigación porque en pocos metros la principal tendencia de la componente horizontal es, aunque muy levemente a cambiar de este a oeste, algo que, de corroborarse, incrementa la fisuración del interior de la ladera y se sumaría al auto-triturado o brechificación definido por Geoconsult en 2019 como un macizo rocoso que dejó así de estar intacto. 

Figura 6. Movimientos horizontales (E-O) y verticales en P3. El entorno de P3 se va hundiendo a la par que la componente horizontal es aguas abajo.

El movimiento del suelo en P4, al borde el embalse y cerca de la presa de hormigón, es muy similar a P3 aunque algo más disperso, destacando que el global de la tendencia en vertical para los años 2016-2021 supera los 1,4 cm y en horizontal casi otro tanto.
 
 
Figura 7. Movimientos horizontales (E-O) y verticales en P4. El entorno de P4 se va hundiendo de manera notable con una componente horizontal dominante aguas abajo.

Lo que nos muestra P5 es un movimiento de casi 2 cm en vertical y otro tanto en horizontal. Es lógico este comportamiento, simétrico a P6 en lo que a movimiento horizontal se refiere; la presa vieja está haciendo de contrafuerte soportando el peso y empuje de la ladera, de tal manera que en sus inmediaciones el movimiento es menor y según nos alejamos aguas abajo (oeste) el suelo fluye también aguas abajo en la dirección de máxima pendiente y según lo hacemos aguas arriba, el suelo también lo hace hacia el este.

Así tenemos también corroborada la observación de las medidas de los inclinómetros y la hipótesis de los cuatro lóbulos de Antonio Soriano (2013) que se puede ver en la figura 1. La presa vieja proyecta ladera arriba una franja de resistencia que se acababa más o menos a la altura de las antiguas urbanizaciones; por cuestiones topográficas y de la estructura del sinclinal, se dividía en cuatro lóbulos, dos superiores y dos inferiores separados por las urbanizaciones y la proyección de la presa. 
 
Figura 8. Movimientos horizontales (E-O) y verticales en P5. El entorno de P5 se va hundiendo de manera bastante acusada con una componente horizontal dominante aguas arriba.
 
Finalmente, vemos en P6 un movimiento desde 2016 a 2021 de casi 2,5 cm en vertical y 1,5 cm en la dirección contraria a P5. Otra vez queda corroborada la hipótesis de los lóbulos y que la ladera derecha de Yesa se mueve más bien como un glaciar de rocas que como un bloque homogéneo y que ese movimiento irregular está afectando a sus entrañas aumentando progresivamente la permeabilidad, la brechificación y la aparición de nuevas superficies de rotura como presentó la Fundación Nueva Cultura del Agua en 2020. 

 
Figura 9. Movimientos horizontales (E-O) y verticales en P6. El entorno de P6 se va hundiendo de manera bastante acusada con una componente horizontal aguas abajo.
 
 5. La nueva estrategia: seguir adelante asumiendo el movimiento y el deterioro
 
Las laderas de Yesa siguen en movimiento, pero además hemos aprendido algo con las nuevas herramientas por satélite: la ciencia, entre otras cosas, también se dotó de métodos que apuntasen con la mejor exactitud posible a la existencia de límites.
 
El describir y señalar un límite es algo muy distinto a ponerlo. Hay un límite en la estabilidad de Yesa al que se llega por cualquier camino y ese límite es la realidad del equilibrio estricto o factor de seguridad cercano a la unidad (FS=1) como hoy todo el mundo ya admite con más de dos décadas de retraso y tantos y tantos millones de euros públicos gastados en obras que deberán ser replanteadas e incluso rehechas.
 
La ciudadanía, tal y como pidió el Relator de la ONU por el Derecho al Agua, Pedro Arrojo en sede parlamentaria en Navarra, espera una inspección con una auditoría, pero no solo económica, también técnica: Parlamento de Navarra, febrero de 2016.
 
 
Figura 10. Movimientos horizontales (E-O) y verticales integrados de 31 puntos seleccionados en la ladera derecha (área encuadrada) muestran un movimiento anual en vertical y este-oeste cercanos a 5 mm/año.  
 
Ahora, desafortunadamente, buscamos estrategias que, ya sin cuestionar esta realidad del movimiento y deterioro, avancen en callejones sin salida, la más atrevida es, sin duda, la del método observacional. Esta estrategia ha sido analizada y bien desgranada por las nuevas generaciones de ingenieros y técnicos afectados.
 
Se puede encontrar su lógico desenlace en este informe. Solo ha cambiado una cosa: la estrategia a seguir, en la asunción de que el movimiento no parará y se someterá a la población a un mayor riesgo. Pero realmente avanzar, excavar, construir, demoler, retirar, rehacer..., y observar las reacciones es lo que se ha venido realizando desde el principio, por lo que tampoco es una novedad, sino que viene precedida por 22 años de experiencia en la que nunca, ningún perjuicio o accidente imprevisto fue reversible. En dicho informe, los afectados nos dicen:

"Ahora la propuesta del método observacional es prácticamente la misma, no encierra ninguna novedad que no sea un seguimiento “cuidadoso” del tipo ensayo-error, pero con la existencia de movimiento, ahora sí, constante (Gutiérrez, F. 2013, Casas, A. 2013, Aretxabala, A. 2013). Por fin se asume abiertamente su presencia irreversible para ir avanzando en el llenado y la fase final. Sin embargo, se parte de la creencia (que no certeza) de que toda inconsistencia o imprevisión futuras, como las recogidas en los diversos informes de la última década, debidas a la repentina aceleración hasta velocidades aún sin concretar, a partir de ahora serían reversibles". Río Aragón Yesa+No (2023) El problema de las inestabilidades de Yesa en las dos últimas décadas.
 
Por eso, desde diferentes caminos y desde diferentes disciplinas, incluso económicas, como fue el caso del Tribunal de Cuentas en 2018, todas las personas que nos hemos acercado con rigor al problema creado en Yesa, acabamos en ese límite que es la unidad del factor de seguridad, por eso la ladera se sigue moviendo.

Hubo un tiempo no muy lejano en que afirmarlo sin eufemismos suponía la crítica violenta por parte de una clase política cómplice del desaguisado, los científicos que mantuvieron este hilo de realidad, que alcanza nuestros días y que siempre reaparece y reaparecerá, fueron tachados de alarmistas, de ocultar intereses oscuros, de estar en contra del progreso e incluso de apoyar tendencias extremistas; también hubo represalias laborales y amenazas. Las sesiones de las comisiones de estudio, las actas del Tribunal Laboral, del Tribunal de Cuentas y la hemeroteca así nos lo recuerdan y nos lo van a recordar siempre.
  
Figura 11.
Un ploteado que muestra el movimiento vertical errático desde el rojo (hundimiento), pasando por el verde (estático) hasta el violeta (ascenso) del terreno. El espectro va de -5 mm a 5 mm aunque hay puntos que superan los 10 mm/año.
 
Sin embargo, quienes hace años retorcieron e incluso manipularon cifras y valores de parámetros como la cohesión o el ángulo de rozamiento, la altura de los niveles de agua o cualquier otra variable que devolviese valores sobre papel de FS muy superiores a la unidad, y los hemos visto estos años pronosticando incluso valores superiores a FS>2 cuando se ejecutase la nueva presa, han tenido que admitir siempre que al final, quien manda son los acontecimientos y la realidad aflora de una manera u otra en forma de movimiento indeseado.
 
Hoy podemos caer por enésima vez en la tentación de volver a hacernos trampas en la computación o incluso argumentar que todas las laderas del mundo se mueven con factores de seguridad variables; como si eso fuera una garantía de seguridad o pudiéramos hablar de reversibildad y devolver sus casas a los vecinos de Lasaitasuna y Mirador de Yesa, como si así pudiésemos aumentar la estabilidad de la ladera derecha o reafirmar la confianza perdida a los 5.000 habitantes de Sangüesa.

Quien busca los límites finalmente los encuentra. Una nueva herramienta abierta, puesta en funcionamiento en 2016 vuelve a mostrarnos que los procesos de fatiga de los materiales siguen activos deteriorando las entrañas de la ladera que deberá sustentar unas presas que llevan 22 años intentando alcanzar una estabilidad a la que no puede llegar por mucho dinero que se inyecte en fallidos intentos. Cualquier manifestación de movimiento, deslizamiento pequeño o grande, lento o rápido, avance en la brechificación, aprobación de nuevos presupuestos para nuevas obras de seguridad, siempre convergen a lo mismo: un FS=1.

Figura 12. Croquis idealizado mostrando la estructura interna de las laderas de Yesa y las componentes dominantes de los movimientos detectados con el satélite Sentinel-1 de P1 a P4.
 
6. Conclusiones 

Los sistemas no lineales como Yesa se caracterizan por su comportamiento no expresable como una suma de los comportamientos de sus descriptores. Hay procesos de origen natural que sí tienen un fuerte impacto (aparte de la sismicidad) en el movimiento de la ladera, lo han tenido y siempre lo tendrán.

Entre los procesos naturales que evolucionan en el seno de toda la ladera afectada por redes fractográficas variables, pero con tendencia a extenderse como es el caso de Yesa, con distribución de presión de agua de manera igualmente variable, estaría el del incremento y descenso de las presiones intersticiales en el interior del macizo que acompaña a los aumentos y descensos del agua del embalse y a la aparición de nuevas zonas de cizalla y fisuración forzadas por los fenómenos de rebote elástico, reptación o creep y oscilaciones anuales.

Las medidas tomadas de alivio de peso han supuesto una mejora de las condiciones que se reflejaron en un descenso de la velocidad de movimiento, especialmente después de febrero de 2013 al reducirse las lluvias. Sin embargo, se generó un rebote elástico pronosticado en 2013 y ahora detectado en la parte superior de la ladera por Copernicus.

Con los ciclos de movimiento debidos a los embalses y desembalses y la reptación del terreno (creep) se están generando en el interior de la ladera derecha movimientos que inciden en la fatiga de los materiales con zonas inestables y con variaciones de la presión de poro interconectadas (Universidad de Navarra, Aretxabala, A 2015, Universidad de Nápoles, Picarelli L 2019)

Son las consecuencias pronosticadas en la metáfora de la “piel de leopardo” del profesor Luciano Picarelli (Universidad de Nápoles, Picarelli, L. 2019) que acompañan a los cambios de volumen globales acordes a los embalses y desembalses, al creep y al comportamiento errático y se manifiesta en la expansión del sistema fractográfico con cambios en las presiones intersticiales.

En resumen, con Copernicus se corrobora que la masa deslizada se sigue deteriorando debido principalmente a cuatro procesos simultáneos:

1. Rebote elástico (al haber quitado peso) en la zona alta con hundimiento en la parte baja.
2. Se producen movimientos horizontales hacia el oeste aguas abajo y hacia el este aguas arriba.
3. Los ciclos embalse-desembalse mueven el terreno arriba y abajo y con la pendiente reptan.
4. Se van formando más zonas de fricción, tensión y fractura en el seno de la masa deslizada.

Los movimientos de las laderas del embalse de Yesa, Navarra
desde el EGMS (Copernicus). Radio Nacional de España
 
Navarra TV, 31 de enero de 2014
La calidad el terreno es cada vez peor, los parámetros van a empeorar.
 
7. Bibliografía

Casas A, Aretxabala A (2020) Estudio de estabilidad y evaluación de la seguridad ladera derecha embalse Yesa. Fundación Nueva Cultura del Agua

CHE (2013) Preguntas y respuestas más habituales del embalse de Yesa. Confederación Hidrográfica del Ebro.

CHE (2019) Informe del comportamiento de la ladera Derecha de Yesa. Confederación Hidrográfica del Ebro, octubre 2019.

CHE (2020) Informe del comportamiento de la ladera derecha de Yesa. Confederación Hidrográfica del Ebro, enero 2020.

CICCP (2021) Dictamen final sobre la seguridad de las obras del recrecimiento de la presa de Yesa, con atención especial a la ladera derecha. Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.

Geoconsult (2019). Estudio de estabilidad y evaluación de la seguridad de la ladera derecha del embalse de Yesa. Geoconsult Ingenieros Consultores S.A.U.

Gutiérrez F (2013) Análisis geomorfológico de la ladera derecha de la Presa de Yesa (Río Aragón, Pirineos). Universidad de Zaragoza.

Ingeniería del Suelo (2013) Recrecimiento de la presa de Yesa, sobre la seguridad del embalse. Ingeniería del Suelo, S.A.

Ingeotyc (2020) Análisis del estudio de estabilidad y evaluación de la seguridad de la ladera derecha del embalse de Yesa y discusión de sus conclusiones. Documento resumen Ingeotyc, junio 2020.

Picarelli L (2019) Consideraciones sobre el deslizamiento de Yesa.

Prospección y Geotecnia (2013) Evaluación de las condiciones de estabilidad de la ladera derecha en la cerrada del embalse de Yesa. Prospección y Geotecnia.

Río Aragón Yesa+No (2023) El problema de las inestabilidades de Yesa en las dos últimas décadas.

Sangüesa Ayto. (2020) Propuesta de acuerdo sobre Yesa. Ayuntamiento de Sangüesa, 30 de julio de 2020.

Sangüesa Ayto. (2023) Valoración del Dictamen Final sobre la Seguridad de las Obras... Morales T. Ibarra V.

TYPSA (2013) Estudio de estabilidad de la ladera de la margen derecha de la presa de Yesa Confederación Hidrográfica del Ebro y Typsa.

Universidad de Navarra (2015). Informe sobre la evolución histórica de las laderas de la presa de Yesa, retos futuros y estabilidad global. Laboratorio de Arquitectura, Universidad de Navarra.

UPC (2013) Modelo geológico e identificación del mecanismo de inestabilidad que afecta a la ladera de la margen derecha de la presa de Yesa. Departamento de Ingeniería del Terreno, Universitat Politècnica de Catalunya.
 

No hay comentarios: