Queridas y queridos lectores, como es habitual en las entrevistas para medios que publican en euskera, varias personas castellanoparlantes me han pedido publicar en castellano esta conversación que mantuvimos Ane Olaizola y servidor con motivo del encuentro y la charla en Azpeitia con Antonio Turiel.
Han sido las asociaciones vecinales, pequeños y medianos empresarios, personas del mundo de la comunicación y organizaciones ambientalistas o políticas, en el marco del Proyecto 101 Razones quienes impulsaron este encuentro, aquí se dan las claves. Parte de la comentada conversación la publicó Ane en Uztarria.eus con un formato de entrevista en euskera.
Paz y Bien.
Antonio Aretxabala, Pamplona, 3 de mayo de 2023
Ane Olaizola: Decir que los combustibles fósiles se están acabando no es cosa de hoy mismo. ¿Cuánto se ha consumido y cuánto tiempo queda?
Antonio Aretxabala: Los combustibles fósiles siempre existirán porque hay miles de millones de barriles en las reservas. La pregunta es de qué tecnología disponemos para llegar a ellos. Hace unas décadas, con una unidad energética, por ejemplo, un barril de petróleo, su equivalente en gas o carbón, nos devolvía cien barriles, porque era fácilmente accesible. Metafóricamente: hasta ahora hemos estado recogiendo las manzanas más accesibles, bonitas y más dulces, y de repente nos hemos dado cuenta de que solo nos quedan las más altas e inaccesibles del manzano, feas o con gusano.
Lo mismo ha sucedido con las materias primas no renovables, especialmente los combustibles fósiles. Esto es muy perjudicial para una sociedad termoindustrial como la nuestra. El sistema actual es cada vez más caro económicamente y, sobre todo, energéticamente. De hecho, hemos pasado de producir desde aquellos cien barriles por barril invertido, a producir seis o siete barriles por barril. Es verdad que algunas transformaciones digitales nos han ayudado a ser un poco más eficientes, pero sabemos cuándo llegará el momento en que apenas seremos capaces de producir un barril con un barril: alrededor de 2040. No podremos gastar toda la energía para conseguir energía.
La década actual (2020-2030) está siendo muy crítica, porque la nuestra es una civilización basada en un crecimiento constante, y este crecimiento solo se puede lograr a base de quemar materiales geologicos. Como cada vez obtenemos menos beneficios (energéticos), en los últimos tiempos, hemos empezado a explotar en el mar profundo o a hacer fracking, y en los últimos años hemos entrado en una dinámica en la que quemamos cada vez más porquerías; así, ahora emitimos más basura (y más deuda) que nunca a la atmósfera y a la hidrosfera para extraer menos energía.
Nueva economía verde y digital en un planeta recalentado
¿Hasta cuándo la sociedad seguirá viviendo igual que hasta ahora?
La
sociedad se está dando cuenta de que tenemos una serie de "problemillas" para seguir exactamente igual,
pero el relacionado con la energía quizás no sea el más importante. De
hecho, podemos vivir con menos, porque somos socialmente muy ineficientes (ver el vídeo de arriba).
La globalización nos trajo, por ejemplo, fresas o pepinos producidas en Chile o en Sudáfrica
en diciembre. En este sentido, podemos corregir bastantes detalles, varios informes de la Unión Europea han venido en esta dirección como el Dicatamen SC/048 o los 17 ODS.
Por un lado, nos llegan esas medidas para la descentralización y la desglobalización, pero al mismo tiempo, las autoridades hablan de crecimiento económico. Los ciudadanos ya lo estamos notando, en primer lugar, porque afecta a nuestro bolsillo. Segundo: ¿por qué nos llaman de Azpeitia para dar una charla? Porque muchas ciudadanas ven cómo, a través de una tecnología que no reemplaza a los combustibles fósiles, se atenta contra sus medios de vida.
Lo primero de todo este acelerado cambio debería haber sido el esforzarnos en cambiar la economía y
las relaciones entre las personas; la forma en que se organiza nuestra sociedad, es decir, nuestra sociedad se basa en esos combustibles
fósiles en declive y de cada vez, peor calidad, y no podemos pensar que podamos funcionar exactamente de la misma manera
con unas energías renovables que dicen, vienen a reemplazarlos, cuando realmente se están añadiendo al mix.
Se
ha prestado especial atención a los modelos de transición energética proyectados, polígonos fotovoltaicos y eólicos, para establecer numerosas
infraestructuras en la llanura y en la montaña. ¿Qué se logrará con ellos?
Aquí también se incurre en una contradicción: el efecto de este diseño es la electrificación prácticamente completa de la economía. Pero no es cierto que estas energías sean renovables, porque no son más que una extensión de las fósiles. De hecho, no hay ninguna infraestructura eólica que se haya puesto en funcionamiento a través de la energía eólica, ni solar con solar: hay que construir carreteras, mover camiones, una minería intensiva, hacer cuerpos y aspas de molino en altos hornos...
No hay ninguna economía circular (SC/048) en la implantación de esta primera transición a las tecnologías de captación de energías renovables, no hay planes para aprovecharla dentro de unos 20-25 años para cuando haya que realizar la segunda. Por supuesto, estas infraestructuras producirán electricidad, pero lo paradójico es que la demanda de electricidad ha ido disminuyendo desde el colapso económico de 2008.
Ahora vamos a
electrificar la economía, muy bien, pero nuestra misma organización social centralizada no puede hacerse con la única pretensión de reemplazar las energías fósiles con estas extensiones. De hecho, en los últimos años ha ido en aumento el consumo de
combustibles fósiles (cada vez con menos rendimiento y más emisiones por lo contado anteriormente), al tiempo que también se ha consolidado la implantación de las tecnologías de captación
renovable. Por lo tanto, de momento las renovables han venido a sumarse a un modelo
energético mixto. La cuestión es que la miopía institucional ha tomado un camino condenado al fracaso: apoyar los intereses
de las grandes empresas.
Asimismo,
estas infraestructuras "renovables" dependen principalmente de los minerales
extraídos, refinados y producidos en su mayoría en China con combustibles fósiles; no producimos materias primas, pero en un solo aerogenerador se incluye prácticamente toda la tabla periódica de estos elementos desde una minería intensiva hecha con diésel.
¿Hay suficientes materias primas para hacer realidad esa transición energética esperada?
A
nivel mundial sí, con grandes matices y considerando un notable descenso en el consumo. Casi todos los procesos industriales se han trasladado a
China o India, pero esto ya no es económicamente viable hoy en día.
También estamos tomando prestado lo de las generaciones futuras a través de los fondos
europeos Next Generation. Tiene un bonito nombre, pero nuestros hijos y
nietos pagarán los ofensivos y humillantes beneficios económicos actuales de esas empresas.
Así, transportando de un lugar a otro sin ningún control que no sea el de incrementar los beneficios del ecosistema político-empresarial, se establecen zonas (y tiempos) de sacrificio para realizar esa
supuesta transición. En el Estado español se están aprovechando las zonas vaciadas,
deliberadamente o no, para instalar infraestructuras renovables, especialmente para abastecer a
las grandes ciudades, Madrid, por ejemplo. No hay aerogeneradores en esa comunidad, toda la energía que consume proviene del exterior; es un modelo de neocolonialismo. Con el agua, las materias primas o los alimentos pasa lo mismo.
¿Hay suficientes materias primas para la transición energética propuesta?
¿Es el País Vasco una zona de sacrificio?
Hay
áreas de sacrificio dentro del estado y otras dentro de Euskal Herria. En lo
que respecta a Euskadi y Navarra, las áreas más sacrificadas son la llanada de Álava y la Ribera. En cambio, por territorios, las capitales van sacrificando sus zonas aledañas. Este es un modelo fractal, el grande lo recrea en el mediano y el
mediano lo proyecta al pequeño. En ese sentido, las autoridades deberían
enfocarse en la soberanía alimentaria, porque están sacrificando nuestras (y sus) propias
despensas, una tragedia política con el impacto del calentamiento global. El País Vasco se encuentra en una situación muy vulnerable:
sólo produce el 10% de los alimentos que consume. Navarra tiene una tasa bastante más alta.
¿Es el decrcecimiento la solución?
El decrecimiento ni siquiera es una opción para una posible solución, todo lo que atañe a la descentralización, descomplejización, desglobalización y decrecimiento, es un camino que vamos a seguir de manera innegociable, le guste o no a la gente. Qué diablos, ya estamos decreciendo: poco a poco, la economía se está desacelerando o retrocediendo
y cada vez más cerca, ¿tú has salido a la compra? ¡Qué remedio nos queda! Esto lleva a esa disonancia tremenda que
es tan infame entre los políticos y en el lenguaje común de los medios, porque siempre
nos han dicho que tenemos que crecer para enfrentar los problemas del paro o la pobreza. El
problema, sin embargo, ha sido precisamente ese: creer en el crecimiento "sostenido y sostenible" o el engaño del crecimiento verde.
¿La sociedad se enfrenta a un cambio de paradigma global?
No
es el fin del mundo, es el fin de un mundo. Vivimos un momento
histórico apasionante, porque nos encontramos ante un cambio de
paradigma o de dirección, no solo tecnológico: psicológico, histórico,
espiritual, afectivo… También es difícil de explicarlo a la gente: el pez no es
consciente del agua, porque no la experimenta, nació en su seno y vive toda su vida porque está inmerso en ella. Pero, de repente, cuando lo sacan del agua y está a punto de
morir, se da cuenta de que hay una cosa llamada agua.
101 Arrazoi egitasmoaren barruan, Antonio Aretxabalak (Vigo, Galizia, 1963) energia eta materia krisiaz hitz egingo du bihar, 19:00etan, Soreasu antzokian, Antonio Turiel zientzialariarekin batera.
Erregai fosilak agortzen ari direla esatea ez da gaurko kontua. Zenbat kontsumitu da, eta zenbat denbora geratzen da?
Erregai
fosilak beti egongo dira, milaka milioi barril daudelako erreserba
moduan. Kontua da horietara iristeko zer teknologia daukagun. Duela
hamarkada batzuk, petrolio, gas eta ikatz barril batekin ehun barril
ateratzen ziren, irisgarri zegoelako. Beste modu batera esanda, orain
arte sagar politenak eta gozoenak hartzen aritu gara, eta ohartu gara
itsusienak bakarrik geratzen zaizkigula. Berriztagarriak ez diren
lehengaiekin, batez ere erregai fosilekin, gauza bera gertatu da. Oso
kaltegarria da hori, gurea bezala termo-industrian oinarrituta dagoen
gizarte batentzat. Egungo sistema gero eta garestiagoa da ekonomikoki,
eta batez ere, energiari dagokionez. Izan ere, barril batekin ehun
barril ateratzetik, barril batekin sei edo zazpi barril ateratzera igaro
gara. Eraldaketa digital batzuek lagundu dute apur bat eraginkorragoa
izaten, baina barril batekin barril bakarra aterako dugun unea noiz
iritsiko den badakigu: 2040 aldean. Beraz, ezin dugu energia ateratzeko
energia guztia gastatu.
Egungo hamarkada oso kritikoa izaten ari
da, etengabeko hazkundean oinarritutako zibilizazioa delako gurea, eta
materia erretzearen bidez soilik lor daitekeelako hazkunde hori. Geroz
eta etekin gutxiago ateratzen dugunez, azken urteetan itsasoa ustiatzen
edota fracking-a egiten hasi gara, eta azken urteetan, dinamika
batean sartu gara zeinetan gero eta gehiago erretzen dugun; finean,
hidrosferara zabor gehiago garraiatzen dugu, energia gutxiago
ateratzeko.
Gizarteak noiz arte jarraituko du orain arte bezala bizitzen?
Gizartea
ohartzen ari da arazo sorta bat dugula, baina energiari dagokiona,
beharbada, ez da garrantzitsuena. Izan ere, gutxiagorekin bizi gaitezke,
gizarte moduan ez garelako eraginkorrak. Globalizazioak ekarri digu,
esaterako, Txilen ekoitzitako marrubiak abenduan jatea. Zentzu horretan,
detaile batzuk zuzen ditzakegu, eta bide horretan etorri dira Europako
Batasunaren hainbat txosten. Alde batetik, deszentralizaziorako eta
desglobalizaziorako neurri batzuk iritsi zaizkigu, baina, aldi berean,
agintariek hazkunde ekonomikoaz hitz egiten dute. Herritarrak horretaz
ohartzen ari dira, lehendabizi, poltsikoan eragiten dietelako.
Bigarrenik: zergatik deitzen digute Azpeititik-eta hitzaldi bat emateko?
Herritarrek ikusten dutelako, erregai fosilak ordezkatuko ez dituen
teknologiaren bidez, bizitzeko dituzten baliabideen aurka ari zaizkiela.
Aurrenik, ekonomia eta pertsona harremanak aldatu beharko genituzke;
gizartea antolatzeko modua, alegia. Gure gizartea erregai fosiletan
oinarrituta dago, eta ezin dugu pentsatu modu berean funtziona
dezakegunik horiek ordezkatzera datozela esaten duten energia
berriztagarriekin.
Diseinatutako trantsizio
energetikoan, eredu fotovoltaikoan eta eolikoan jarri da arreta berezia,
azpiegitura asko lautadetan eta mendietan ezartzeko. Zer lortuko da
horiekin?
Hor ere kontraesana dago: diseinu horren
eraginez, ekonomia elektrifikatuko dugu. Gezurra da energia horiek
berriztagarriak direla, fosilen luzapena besterik ez direlako. Izan ere,
ez dago energia eolikoaren bidez martxan jarri den azpiegitura
eolikorik: errepideak egin behar dira, kamioien joan-etorria behar da,
erroten hegalak labe garaian egiten dira... Berriztagarrietan ez dago
ekonomia zirkularrik. Noski, azpiegitura horiek elektrizitatea lortuko
dute, baina kuriosoa da elektrizitatearen eskaera jaisten ari dela
2008ko kolapso ekonomikoaz geroztik. Ekonomia elektrifikatzera goaz
orain, baina horretarako sistemak ez ditu fosilak ordezkatuko. Izan ere,
azken urteetan erregai fosilen kontsumoa handitzen joan da,
berriztagarriak ere ezartzen aritu diren bitartean; berriztagarriak,
beraz, mix eredura gehitzera etorri dira. Kontua da enpresa handien
interesei laguntzeko bidea hartu dutela.
Era berean, azpiegitura
horiek, batez ere, Txinan ekoizten diren mineralen menpe daude; guk ez
dugu ekoizten lehengairik, baina errota bakar batean elementu horien
taula periodiko osoa sartzen da.
Ba al dago nahikoa lehengai aurreikusten den energia trantsizioa gauzatzeko?
Mundu
mailan, bai. Industria prozesu guztiak Txinara eta Indiara eraman
dituzte, baina hori gaur egun ez da bideragarria ekonomikoki. Gainera,
datozen belaunaldiak zorpetuko ditugu, Next Generation Europako funtsen
bidez. Izen polita du horrek, baina gure seme-alabek zein bilobek
ordainduko dute egungo hazkunde ekonomikoa.
Tokian tokira
joanda, berriz, trantsizioa aurrera eramateko sakrifizio zonaldeak
ezarriko dituzte. Espainiako Estatuan, hustutako eremuak baliatuko
dituzte berriztagarrien azpiegiturak jartzeko, batez ere hiri handiak
horni ditzaten; Madril, kasurako. Han ez dago aerosorgailurik, eta
kanpotik iristen zaio kontsumitzen duen energia guztia;
neokolonialismoaren eredua da.
Euskal Herria sakrifizio eremua al da?
Estatuaren
barruan sakrifizio eremuak daude, eta herrialde barruan, beste batzuk.
Euskal Herriari dagokionez, Arabako lautada eta Nafarroa dira eremu
horiek. Lurraldeka, berriz, hiriburuek inguruko eremuak sakrifikatzen
dituzte. Sistema fraktala da hori: handiak ertaina hartzen du, eta
ertainak txikia. Ildo horretan, agintariek elikadura burujabetzan jarri
beharko lukete arreta, despentsak sakrifikatu nahi direlako. Euskadi oso
egoera zaurgarrian dago: kontsumoaren %10a ekoizten du soilik.
Nafarroak tasa altuagoa du.
Desazkundea al da irtenbidea?
Desazkundea
ez da irtenbidea, desazkundea igaro beharreko bidea da, jendeari
gustatu edo ez. Zer arraio, dagoeneko desazkundean gaude: pixkanaka,
ekonomia makaltzen edota atzera egiten eta gertukoagoa bihurtzen ari da.
Zer erremedio! Horrek politikarien artean zein hizkera arruntean hain
fama txarra duen desazkundea dakar, beti esan izan digutelako arazoei
aurre egiteko hazi egin behar dugula. Arazoa, ordea, horixe izan da:
haztea.
Mundu mailako paradigma aldaketa baten aurrean al dago gizartea?
Ez
da munduaren amaiera, baina bai mundu baten amaiera. Historiaren garai
zirraragarri bat ari gara bizitzen, paradigma edo norabide aldaketa
baten aurrean gaudelako, ez soilik teknologikoa: psikologikoa,
historikoa, espirituala, afektiboa... Era berean, zaila da azaltzen:
arraina ez da uraren jakitun izaten, han jaio delako eta bizi osoa han
daramalako. Baina, bat-batean, uretatik ateratzen dutenean eta hiltzear
dagoenean, ohartzen da ura izeneko gauza bat dagoela.
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