Estella-Lizarra, Palacio de Fray Diego, 2 de marzo de 2022
Queridas lectoras y lectores, ayer tuve el honor de inaugurar, sin saberlo hasta el último segundo, el Aula de Pensamiento Jesús Garijo en Estella-Lizarra. Fue en el Palacio plateresco Fray Diego de Estella, un bellísimo legado patrimonial del siglo XVI incrustado en una vía Patrimonio de la Humanidad, el Camino de Santiago y recuperado para la ciudad como lugar de encuentro para la cultura, la ciencia, el pensamiento, el arte...
Estella-Lizarra. Archivo de Turismo "Reyno de Navarra"
Fue en la presentación, cuando al echar a andar este valiosísimo proyecto, me di cuenta que el presentador estaba dando a luz a la criatura, porque iba convencido de que el aula dedicada a Amadeus (así conocíamos a Jesús) ya había comenzado su andadura en la ciudad del Ega. Un escalofrío recorrió mi espalda y cuando me dieron la palabra después de un poema tuve que compartir con todos los asistentes mi sorpresa. No podía evitar el profundo sentimiento de compañía y tranquilidad que Jesús nos transmitía, pues desde casi un centenar de personas, y al menos otros tantos ángulos, se compartía su contundente presencia.
El Palacio de Fray Diego está construido fundamentalmente en piedra y ladrillo, en el primer cuerpo sobre la puerta que abre al Camino se labra un escudo de los de San Cristóbal, por ello también se conoce como Palacio de San Cristóbal, lugar que albergó a Fray Diego de Estella. En el segundo cuerpo asoman dos grandes balcones con decoración plateresca en las columnas abalaustradas, dinteles y frontones circulares.
En este impresionante lugar presenté una de mis charlas sobre soberanías básicas, ciclo de conferencias desarrollado tras mi paso por el Parlamento de Navarra cuando pude comprobar en persona, que el camino elegido para la transición energética y la adaptación al cambio climático ya se trazó condenado por cuestiones demasiado contundentes que quise poner entonces sobre la mesa, algunas previamente tratadas como por ejemplo, aquí.
El Palacio de Fray Diego está construido fundamentalmente en piedra y ladrillo, en el primer cuerpo sobre la puerta que abre al Camino se labra un escudo de los de San Cristóbal, por ello también se conoce como Palacio de San Cristóbal, lugar que albergó a Fray Diego de Estella. En el segundo cuerpo asoman dos grandes balcones con decoración plateresca en las columnas abalaustradas, dinteles y frontones circulares.
En este impresionante lugar presenté una de mis charlas sobre soberanías básicas, ciclo de conferencias desarrollado tras mi paso por el Parlamento de Navarra cuando pude comprobar en persona, que el camino elegido para la transición energética y la adaptación al cambio climático ya se trazó condenado por cuestiones demasiado contundentes que quise poner entonces sobre la mesa, algunas previamente tratadas como por ejemplo, aquí.
Curiosamente esta afirmación ha servido, una vez más de tantas, para poner en marcha los modernos mecanismos de inquisición como los que describimos en este artículo. Algo que, por otra parte, no es nada nuevo en la ciudad y el propio Fray Diego tuvo que vivir en persona al ser todo lo fiel que pudo a las enseñanzas y herencia de su maestro, el pobre loco de Asís (Santo Patrón de la Ecología para la Iglesia Católica) al que tan a menudo apelamos en este espacio. Y es que, la incomprensión o el prejuicio (o ambas cosas) tal y como lo vivió el hermano Francisco, también iban en el lote. El propio Jesús escribió sobre ello y aunque hacía gala y se declaraba siempre ateo, su profunda espiritualidad también se fundamentaba en un incuestionable amor a la Tierra y a sus criaturas, a todas.
El Padre Estella
Miembro del linaje de San Cristóbal fue Fray Diego de Estella, además de gran escritor y hermano franciscano del Renacimiento español. El fraile Diego de Estella (1524-1578) estudió en las universidades de Toulouse y Salamanca y alcanzó una posición privilegiada desde el punto de vista intelectual y moral en la corte de Felipe II de quien hablamos en el Palacio que lleva su nombre al referirnos a las soberanías básicas en la línea de este artículo. Su obra más emblemática es la segunda, sin duda. Se trata del Tratado de la vanidad del mundo (1562), una obra de enorme éxito dentro de España con profusas ediciones en París, Londres, Colonia, Praga, Venecia y todo el norte de Europa que le dio renombre y fama al fraile (y a la ciudad de Lizarra) además de no pocos problemas.
Fray Diego de Estella. Grabado de Fernando Selma publicado como ilustración de "El tratado de la vanidad del mundo" (1785)
Amadeus
El padre Estella —que así se le conocía en España— desde su espíritu franciscano, respetuoso con la hermana madre Tierra y con todas sus criaturas, destacó por su rechazo a la opulencia, a la usura, la acumulación de poder, de capital y de lujos. Así es como se vio envuelto en dos procesos inquisitoriales, pues denunció ante el Papa, entre otras cosas, que Fray Bernardo de Fresneda, confesor del rey Felipe y obispo de Cuenca, vivía rodeado de lujos, negocios y vicios que nada tenían que ver con la pobreza de la orden franciscana, teniendo una corte de servidores y servidoras, además de no residir en su diócesis.
Poco tardó Fray Bernardo de Fresneda en incoar un proceso contra el Padre Estella ante la Inquisición española por calumnia. Como vemos, poco han cambiado los tiempos. Fray Diego de Estella fue condenado y finalmente él mismo se declaró culpable en oscuras circunstancias. Fue recluido en el convento de la orden en Toro. Desde entonces, toda su obra fue revisada con celo. Por si era poco, se vio envuelto en un segundo proceso ante la Inquisición. Ésta consigue parar la edición de su obra en Sevilla.
Sus consideraciones sobre la predestinación son calificadas de heréticas, así como sus conceptos de la oposición entre vicio y virtudes. Después de su muerte en 1578, los propios franciscanos reescriben la obra de acuerdo a no resultar demasiado incómoda para la aristocracia, incluida la religiosa. La crítica a los que se dicen cristianos, pero que no practican con obras su fe, es eliminada de la obra del Padre Estella. Los estudiosos de su obra coinciden: las referencias a las desviaciones morales y de la vida frugal y virtuosa de las altas jerarquías de la sociedad en general, y a la iglesia en particular, desaparecen en las ediciones posteriores.
Amadeus
Quienes conocimos a Jesús sabemos que disfrutaba impulsando este tipo de encuentros en su ciudad. Siempre pensaba en sus nietos y el mundo que les dejábamos. Jesús impulsó encuentros entre los políticos más sensibles y la sociedad civil en el ámbito de la transición energética, el ecologismo, el cambio climático, las nuevas agresivas tecnologías de extracción de hidrocarburos, la agricultura y ganadería intensivas, las macrogranjas... Decía en “Poetas en llamas. ¡Esto está que arde!”:
YoAteo convencidoAbrazo a esta Iglesia redimidaQue parece renacer de sus cenizasCenizas en las que algunos de ellos perecieronY a las que a otros hermanos condenaronCristianos que en realidad herejes fueronComo lo es el santo proclamadoJunto a beatífica personaQuieroQue en su renacimientoHaga a la luz su auténtica doctrinaY que en lo material abrazo enteraReservándome el legítimo derechoDe no creer en lo que no es probadoDebe cumplirCon todos los mandatosQue aquél que la creo dejó bien clarosY yo quiero hermanarme en esa luchaPor redimir a todos los humanosEn la igualdad que es justa y necesariaDesposeyendo a todo mal nacidoQue le ha dado la vuelta a sus palabrasDe toda la riqueza acumuladaPor la sangre por otros derramadaY la exhorto con toda mi vehemenciaA que haga lo propio con la suya.No es momento de dudas ni mentirasQue la lucha final que se avecinaDe todos los humanos necesitaPara traer al Reyno de la TierraLo que al de Dios parece reservadoY no dejar que la llama del DiabloArrase a todos los que somos humanosYoGota de agua en medio del océanoAlzo mi voz y espero que no en vanoEn nombre de a quienes han cortadoLa lengua y su mente han nubladoCon la droga de su red imperialDe mentiras embustes y engañosEs llegado el momentoNo hay tiempoAhora o nuncaNo hace falta enunciar los tormentosQue todos tenemos muy clarosNo tan claras tenemos las causasAunque muchos ya las han halladoEscuchemos la voz de los niñosA los que vamos a ver degolladosQue proclaman a los cuatro vientosLo que de niños también proclamamosNo dejemos que cuatro jinetesQue ya vemos al galope al albaAcaben con todos nosotrosY con los que ríen sin saber aún nadaY cuya mirada aún ilusionadaHace que a la nuestra la nublen las lágrimasNo es tiempo de llantos ni desesperanzasEs tiempo de lucha con paz y templanzaEs tiempo de que la palabra,Recobre de nuevo la fuerza del hablaNo es obra de nadie que es obra de todosUno nada puedeCon Todos no hay nadaQue sea imposibleTemplemos el ánimoPara la batallaQue Cuatro JinetesCabalgan al albaMuneta, Navarra, 10 de mayo de 2014AMADEUS
Ha sido un honor recibir esta sorpresa y mucho más ayudar a echar a andar un proyecto en el que creo y ya me veo involucrado. Deseo con todo mi cariño que esta andadura sea fructífera y que toda Estella-Lizarra, Navarra y el mundo entero, como sucedió con Fray Diego, vaya conociendo el legado activista, poético, social e intelectual, escrito con el corazón además de con esa brillante cabeza, de Jesús. Un abrazo, amigo, hermano, y gracias por todo lo que nos enseñaste.
Cuando cierre los ojos... Ekologistak Martxan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario