Disposición epicentral de los terremotos provocados por El Castor frente a las costas de Vinaròs, Benicarló y Peñíscola tras comenzar el llenado de El Castor en 2013.
Queridas y queridos lectores, a finales de noviembre de 2021, los
tapones que deben sellar de forma segura el almacén de gas Castor llevan
ya casi dos años caducados y que se sepa, el Gobierno español sigue sin cambiarlos.
El Castor, después de ser paralizado por lo que contamos en este artículo, sigue pendiente de su desmantelamiento
definitivo, pero no se conoce ningún plan concreto del Gobierno español, ya que, como se puede
ver al final del último vídeo de abajo en la comparecencia en el Parlament de Catalunya el día 15/07/2019, tras las preguntas reiterativas de sus señorías, se explica cómo y por qué tanto la explotación o el desmantelamiento
podrían causar nuevos episodios sísmicos similares a los de 2013, datos que, por otro lado, se presentaron también en estudios liderados por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) o la Universidad de Harvard. Un fallo en los tapones caducados puede ser una vía para la liberación de tensiones con consecuencias imprevisibles.
Varios grupos
del Congreso de España registraron el mes pasado una solicitud para que la Cámara Baja depurara responsabilidades por el fallido proyecto de gas Castor,
que finalmente podría costar a la ciudadanía más de 4.700 millones de euros
vía factura de la luz y el gas. Cerca de 1.500 millones ya han sido pagados en conceptos de indemnización y otras partidas a las empresas de Florentino Pérez.
Rechazo al debate sobre el problema de El Castor
Coincidiendo con el inicio del juicio
contra directivos de la concesionaria Escal UGS, propiedad de la
constructora ACS y Escal, ha sido con los votos del PSOE, PP, Vox y Unión del Pueblo Navarro
(UPN) como se ha rechazado debatir el problema e investigar los pasos hacia la consecución de semejante saqueo a las arcas públicas; tanto de las responsabilidades políticas como del desmantelamiento definitivo en
el Pleno de la semana del 30 de noviembre de 2021 no se debatirá, como tampoco sabremos mucho sobre el desenlace final de los tapones caducados o si aún perdura la idea que asoma tímidamente de cuando en cuando de retomar las inyecciones de gas.
¿Qué tendrían que ocultar estas organizaciones políticas? Mucho. Pero no es el objeto de este análisis denunciar los maletines que vienen y van ni los pagos de favores a quienes propician el avance de la corrupción en lo más íntimo de la columna vertebral (la energía) que sostiene un Estado que se desmorona. Y lo hace a causa de, precisamente, este tipo de actitudes que están a la orden del día. Aquí nos interesan más las consecuencias sociales y a la larga, posiblemente territoriales de semejantes actuaciones en un medio inestable y en declive energético irreversible e innegociable (contemplemos la energía con gafas geológicas para verla como una suerte de pegamento de la sociedad).
Hay que destacar que
uno de los comparecientes en esta misma comisión impulsada por el Parlament de Catalunya —en la que participé para explicar los problemas geofísicos a sus señorías—, es José Montilla,
expresident de la Gerenalitat, y exministro de Industria con el PSOE. Y es que Montilla era el ministro de Industria cuando, en 2006, el actual
presidente de esta compañía energética del Ibex, Antonio Llardén (considerado
cercano al PSC), fue nombrado consejero de Enagás.
En las comparecencias además de José Montilla, también estábamos citados José Manuel Soria López, exministro de Industria, Energía y Turismo, Teresa Ribera Rodríguez, ministra de Transición Energética y Medio Ambiente, Juan José Durán, director del Departamento de Recursos Geológicos de l’Institut Geològic i Miner d’Espanya, un directivo del Banco de Santander y quien suscribe. Más información en este enlace.
El poder de las puertas giratorias
La empresa que
gestiona la red gasista, cuyo máximo accionista (5%) es el Estado a
través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI),
nombró durante la última fase del confinamiento por la pandemia de Covid-19, en mayo de 2020, al
expresidente de la Generalitat de Catalunya y exministro de Industria,
José Montilla, y al exministro de Fomento y exvicesecretario general
del PSOE, José Blanco, consejeros de Enagás.
Podemos ver aún esta sorprendente noticia en este enlace de elDiario.es.
Este tipo de comportamientos, que desde la ciudadanía denominamos "puertas giratorias", es el mayor escollo para culminar de manera exitosa la Transición Energética vital que deberíamos haber comenzado hace años, si no décadas; es totalmente necesaria antes de que el Estado colapse de manera catabólica o implosione violentamente, algo que hemos analizado en este blog en innumerables ocasiones y sigue siendo invisible en los medios generalistas.
El declive energético mundial y por tanto, de España, ya ha comenzado y el desenlace final de sectores económicos clave en colapso por desmembración del tejido energético y social es inevitable si no se acompaña de una verdadera cohesión (el pegamento) en una transición justa. Dicha cohesión puede y debería ser de carácter social, cosa que no está ocurriendo, tal y como analizamos aquí en términos de Tasa de Retorno Energético (TRE).
No obstante, también puede venir impuesta por la fuerza, a través de la implementación progresiva de una contención violenta y una corrupción estructural que salvaguarde los privilegios de ciertas élites, incluso con la vuelta de regímenes totalitarios prometiendo días de vino y rosas que, ni lo fueron ni volverán sin insumos crecientes de energía versátil, abundante y barata, como también fue objeto de análisis en este otro artículo para la revista Libre Pensamiento.
"En una sociedad inestable los privilegiados tienen mala conciencia. Unos la esconden con aire desafiante y dicen a las masas: 'Es del todo conveniente que no tengáis privilegios y yo sí'. Otros les dicen con benevolencia: 'Reclamo para todos vosotros una parte igual en los privilegios que poseo'. La primera actitud es odiosa. La segunda carece de sentido común. También es demasiado fácil". Simone Weil. La persona y lo sagrado.
La violencia tras las puertas giratorias
Esta segunda opción de contención violenta y corrupción incrustada en la médula energética, podría funcionar en el corto plazo, pero a la larga estaría condenada al fracaso por la simple cuestión de que el acceso a la energía abundante, versátil y barata que garantiza su imposición ya no estará disponible a demanda en un sistema fuertemente centralizado, tal y como analizamos aquí.
Sin embargo, es sobre la que parece que se ha decidido avanzar con el impulso y normalización de grupos de carácter nacionalista y neofascista, pero ha encontrado una resistencia lógica entre una ciudadanía que ve mermar su acceso a necesidades básicas fundamentales y que, en general, está bastante mejor formada desde el punto de vista intelectual —además de éticamente—, de lo que creen sus líderes, como vimos por ejemplo, aquí hablando de las dos Españas de Machado desde una perspectiva que sí considera la energía neta (el pegamento).
También, en los últimos tiempos, hemos podido comprobar la tendencia de los sucesivos gobiernos españoles a decantarse por la segunda opción de contención violenta y corrupción estructural. Las tanquetas han comenzado a formar parte del decorado urbano cada vez con más frecuencia en conflictos cuyo detonante no es otro que el declive energético mil veces anunciado y que la mayoría de nuestros dirigentes —y buena parte de la ciudadanía— no percibiría ni incluso bajo la luz de las velas, desde Bilbao a Cádiz o desde A Coruña a Barcelona.
Se constata así que las porras, los vehículos militares y blindados tienen prioridad a la hora de resolver dichos conflictos derivados del innegociable declive energético que vivimos y que habitualmente tratamos en el blog. Sin embargo, también sabemos que aunque la última gota de gasolina sea para un tanque, será la última...
Recientemente, este aspecto de la imposibilidad de llegar a buen puerto en estas condiciones —con un sistema energético corrompido— fue puesto encima de la mesa en el Parlamento de Navarra con motivo del anteproyecto de Ley Foral de Cambio Climático y Transición Energética al que también fui invitado a participar para ofrecer algunos datos y contrastar los aspectos más controvertidos ante la más alta institución de Navarra.
Se puede ver ese momento en el minuto 2':30'' en esta intervención con referencia explícita al capítulo dedicado al Régimen Sancionador y a los casos de José Montilla y Pepiño Blanco; aproveché para incluir como bonus track el caso de Antonio Carmona en Iberdrola. Probablemente nunca más me vuelvan a invitar a este tipo de debates y reflexiones, la propia presidenta, al comunicarle mi hilo argumental, me dijo antes de empezar con cara de cierta ansiedad: "por favor no me revuelvas el gallinero".
Más información sobre la jornada dedicada a esa "futura ley del pasado" puede verse en este enlace.
Os dejo con los contratiempos geológicos del almacenamiento de gas en El Castor y el "problema de actitud" al que se refiere algún parlamentario de manera muy acertada.
Antonio Aretxabala en la comisión sobre la sismicidad inducida por El Castor.
Parlament de Catalunya.
Comisión Castor. Respostes a les seves senyories.
Parlament de Catalunya.
En este enlace se puede ver toda la jornada.
En mayo de 2014 en Radio Euskadi, en el espacio sobre ciencias de la Tierra de La Mecánica del Caracol, comentábamos aspectos geológicos y geofísicos tras la pubicación del primer informe oficial que reconocía que los terremotos del Castor eran provocados.
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