Un blog abierto a la reflexión, enfocado a la cultura de mitigar desastres naturales o activados por el ser humano, potenciando una visión holística y participativa, clara y crítica. Un espacio transdisciplinar para el intercambio de ideas entre personas interesadas en salvar lecciones aprendidas y ponerlas en acción, potenciando la resiliencia o capacidad de sobreponerse, ayudando a las comunidades a salir fortalecidas con las mejores herramientas: la cultura, la ciencia y la información.
VARIACIÓN DEL NÚMERO DE TERREMOTOS ANUALES Mw> 7 DESDE 1973 HASTA 19-XII-2012 (USGS)
1. INTRODUCCIÓN
Desde 1973 se viene midiendo, de manera reticular, la actividad sísmica de nuestro hogar a escala global bajo criterios más o menos estandarizados. En los últimos años, sobre todo desde 2004 cada año, e incluso cada mes, alguna noticia sobre terremotos nos dejaba cierto desasosiego. Europa ha sido el escenario de varios episodios. La España física con El Hierro, pero especialmente con Lorca nos lo ha recordado muy recientemente, también formamos parte de este planeta dinámico. El año comenzó fuerte en el mundo, los terremotos del 11 de abril de 2012 en Indonesia marcaron un nuevo récord: la sacudida de magnitud 8,7 ocurrió a lo largo de una falla horizontal.
Nunca se habían registrado semejante violencia en zonas donde los bloques se desplazan horizontalmente, por ello no se produjo un tsunami como el de 2004, a pesar de las alertas en varios países de Asia y África y el pánico que se desató. Para que se produzca un tsunami es necesario un disparo vertical de la corteza. Cuatro fallas nuevas quedaron activas, una más con la réplica posterior de 8,2. Muchos son ya los autores afirmando que fue el terremoto de 2004 y el tsunami que se trata en la película “lo imposible” el que desencadenó lo que hoy estamos viviendo. Han sido otra vez Japón, Guatemala, El Salvador, Canadá, México, Irán, Nueva Zelanda, Italia... 2012 ha roto las estadísticas de 2011.
NÚMERO DE TERREMOTOS Mw>8 EN EL MUNDO DESDE 1973 HASTA 19-XII-2012 (USGS)
2. EUROPA Y LA EXPERIENCIA ESPAÑOLA EN AMÉRICA
Europa tampoco se ha librado, un repaso a la más reciente historia sísmica del viejo continente nos dice muchas cosas de lo que europeos, y especialmente españoles, fuimos capaces de hacer para mitigar estos fenómenos naturales aquí y allende los mares, algo que tristemente hemos olvidado. Lorca nos recuerda todos los días lo que significa sufrir amnesia símica, l'Aquila o Emilia están igual o peor. El 21 de julio de 1775, casi veinte años después del mayor terremoto y tsunami que sacudirían Europa, y que especialmente se ensañó con Portugal y España (Mw 8,8) con cerca de 100.000 víctimas, se emitió en España la Real Cédula aprobatoria del cambio de lugar de la capital de Guatemala por esos motivos, llegó el día 1 de diciembre, entonces toda Europa, consternada aún, empezaba a despertar a su mortífera realidad telúrica de una manera más moderna, casi científica. El pasado 7 de noviembre de 2012 la capital guatemalteca salió muy airosa del vapuleo al que fue sometida por un terremoto 7,3 Mw. De algo sirvió la experiencia española y las mejoras introducidas depués de las desgracias de 1917 y 1976.
Pero cuando la ciudad de Guatemala se proyectó desde la vieja Europa, poco a poco la mayor parte de la población ya caía en el recurrente olvido europeo de la sismicidad, habían pasado dos décadas del terremoto de Lisboa. La llegada de aquel proyecto a Guatemala en diciembre de 1775 fue toda una celebración, era el primer proyecto para la nueva ciudad, el 2 de enero de 1776 estaba en marcha. Esa vez los urbanistas españoles tuvieron la habilidad de encontrar rápidamente un patrón urbano efectivo y sencillo, fueron pocas las variantes de aquella innovadora propuesta que luego se aplicaron a todas las regiones que se fueron conquistando. El aspecto más interesante y novedoso fue el gran espacio abierto y público de la Plaza Mayor, centro de poder y actividad cívico-religiosa. Un calco de las modernas ciudades europeas de la segunda modernidad urbana.
El autor del primer proyecto que traza la ciudad fue Luis Díez Navarro. Como en la anterior capital (Santiago), los principales edificios civiles y eclesiásticos se ubicaron alrededor de la Plaza Mayor, Carlos III aprobó el informe de su arquitecto Sabatini, y como consecuencia de ello creyendo que había escasez de constructores capaces de realizarlo en Guatemala, se envío a Marcos Ibáñez, quien reestructuró el proyecto original.
PLANO URBANO RETICULAR DE TORREVIEJA, UNA DE LAS PRIMERAS CIUDADES EUROPEAS DISEÑADAS DE MANERA QUE LA ACTIVIDAD SÍSMICA FUESE LO MENOS DAÑINA POSIBLE.
En lo que atañe a aquellos centros urbanos que todavía eran españoles, se trasplantó el patrón de agrupamiento característico de aquella Europa; salvo casos muy aislados, ya no había murallas. Se diseñó de acuerdo a un trazado urbano “moderno”, reticular, de manzanas cuadradas. Es admirable cómo semejante experiencia de ultramar hubo de ser importada en 1829 a Europa, el modelo con pocas reservas o variabilidad llegó a ser aplicado en la mismísima "Madre Patria" cuando el terremoto de Torrevieja (Alicante) destruyó varias villas y asentamientos que fueron posteriormente sometidos a similares planes urbanísticos "anti-sísmicos".
Esa experiencia ya vivía en la genética cultural española y por lo tanto europea. A la sazón pudo materializarse tras ser pensada, proyectada, y puesta en escena en Guatemala con un éxito que aún hoy nos sorprende gratamente a los mismos españoles, aunque muchos, incluso tristemente en círculos de estadistas que distribuyen nuestro estoico territorio, lo ignoren. Desde ese modelo ahora es más fácil sobreponerse. Y es que 2012 ha traído por toda la Tierra más sismicidad que nunca, Guatemala ha sido una de las grandes ciudades impactadas y ahora ha vuelto en unas semanas a su nivel de actividad previo al golpe de la Tierra. Lorca, l'Aquila o Módena no podrían afirmar lo mismo.
Pero entonces en Europa, ¿qué hicimos mal? A aquellos europeos la tregua sísmica y el olvido se les dilató casi tres décadas, pero enseguida, ocho años después de comenzar el nuevo proyecto de la ciudad de Guatemala, en 1783, Calabria les volvió a recordar por dónde pisaban, se comenta que el mismísimo Goethe observó las luces del cielo y previó el terremoto de Messina, después quedó consternado con su acierto.
Poco a poco Europa se sumiría nuevamente en su particular amnesia sísmica, y ya volverían a ser pocos los brotes que despertaran a semejante realidad la memoria europea: 1802 en Vrancea (Rumanía); Almería en 1804; en Alicante, Torrevieja en 1829; el gran terremoto napolitano de 1857: en 1881 en Chios (Grecia); en 1884 en Colchester (Inglaterra) y ese mismo año en Arenas de Rey, conocido como el terremoto de Andalucía rubrica y pone fin a una época de algo más de un siglo en la que los temblores de tierra formaron parte de la cultura europea, se estudiaban en colegios y universidades y se daban pautas de qué hacer si brotaban.
Esa cultura nunca más volvió. He ahí el sufrimiento de lorquinos e italianos, daños irrecuperables en lo económico, en lo social, en la vida familiar más íntima, dolor por décadas, a veces para siempre.
REGIO Y MESSINA 1783, TERREMOTO Y TSUNAMI (IMAGEN: WIKIPEDIA)
Desde entonces, hace ya casi 130 años, tan sólo las desgracias, como las recientes italianas y españolas, nos recuerdan a los europeos la realidad sísmica de nuestras tierras, no la prevención, la resistencia o las políticas resilientes, como en Centroamérica; hoy ese olvido ha traído las lamentables imágenes italianas y españolas que todo el orbe ha visto alarmado en 2009, 2011 y 2012, son las instantáneas de la incapacidad para sobreponerse, de la amnesia, de la dejadez, de esa falta de cultura (en especial sísmica) que en pleno siglo XXI sigue siendo letal en Europa, el olvido del pasado frustra un futuro brillante, es la ley.
La práctica totalidad de las ciudades españolas han sido diseñadas con leyes urbanísticas inspiradas en el siglo de la tregua sísmica: el XX, y por todo (incluso cualquier tipo de interés individual o especulativo) menos por criterios de diseño anti-sísmico como se hizo en Guatemala o Torrevieja. Pero este 2012 con actividad sísmica récord y al alza, nos recuerda la realidad de la historia de España, y salvando el último lapso de 130 años entrando en la modernidad, está repleta de ejemplos de terremotos destructivos con intensidades por encima de VIII (Mercalli). Incluso en este nuevo contexto del siglo XXI, la cultura de la sismicidad no se ha actualizado como otras materias. Simplemente se ha vuelto a olvidar.
MAGNITUDES MEDIAS ANUALES DE LOS TERREMOTOS REGISTRADOS DESDE 1973 HASTA EL 19-XII-2012 (USGS)
NINGÚN TERREMOTO INTRAPLACA HA SIDO JAMÁS LOCALIZADO EN UNA FALLA CARTOGRAFIADA EN NINGÚN LUGAR DEL PLANETA. LOS HIPOCENTROS Y EPICENTROS ESTÁN SIEMPRE DISTRIBUIDOS DE MANERA DIFUSA.
EL ENJAMBRE SÍSMICO DE LA LOMA DESDE 20-X-2012 AL 20-I-2013
Como sucede a veces en la ciencia, la aparición de un nuevo concepto que sintetiza un gran volumen de material experimental, recibe una fría acogida por una parte considerable de la comunidad científica. Sin embargo, con el tiempo, a pesar de todas las dudas (y con frecuencia, la crítica violenta), el nuevo concepto puede ganar el reconocimiento general si prueba ser útil, económico, y ahorra tiempo y trabajo para explicar tanto antiguos como nuevos datos experimentales. Bajo tales circunstancias, las críticas dan paso a las proclamaciones de que las ideas subyacentes al nuevo concepto ya fueron expuestas anteriormente y que el concepto en sí mismo no es más que una mera repetición del pasado olvidado. Los elementos de las viejas ideas inevitablemente coexisten en cualquier concepto nuevo, pues las nuevas ideas no aparecen del vacío. Por lo tanto, seleccionando las afirmaciones individuales hechas en épocas anteriores y sometiéndolas a interpretaciones "apropiadas" a la luz del conocimiento actual, se puede producir la impresión de que el nuevo concepto coincide completamente con "errores" olvidados en las llamadas antiguas ideas.
Y. I. Feldstein, un cuarto de siglo con el óvalo auroral (1986)
Croquis idealizado: esquematiza la primera hipótesis presentada en plena crisis sísmica a los ayuntamientos de Sabiote y Torreperogil y a sus ciudadanos; se intentó dar forma y un diagnóstico rápido al rompecabezas que permitiese la integración del agua, su dinámica y su muy variable presencia, en la generación de las inestabilidades desatadas.
Las líneas verticales discontinuas serían los pozos que comunican los diferentes niveles del acuífero, los puntos en rojo son los hipocentros. Los niveles intercalados de jurásico (calizo), Keuper (arcillas y evaporitas solubles cuyo papel, como se verá mediatizará la investigación futura) y Muschelkalk estarían sometidos a presiones muy cambiantes por las variaciones de peso del Mioceno, también de presión de poro, reblandecimiento, plasticidad, sifonamientos, socavones, cambios de rozamiento y cohesión, etc., afectando a amplias zonas de la corteza bajo la Loma; se sumaría a ello, por otro lado, un "efecto palanca" con un acelerado incremento de peso al noroeste debido al rápido llenado (más de 300 hectómetros cúbicos en dos meses) del pantano de Giribaile sobre los materiales solubles del Keuper, una unidad geológica que va a ser fundamental para comprender los fenómenos desatados después de cada episodio de lluvias persistentes.
PLANTA, GEOLOGÍA Y MATERIALES (IGME)
CORTE GIRIBAILE-TORREPEROGIL: FLUJO DOMINANTE, FALLAS CONOCIDAS HASTA EL KEUPER Y ACUÍFEROS (IGME)
Existen indicios de una relación causa-efecto entre las intensas precipitaciones e inundaciones de estos últimos meses en el sur de la península y la "enigmática" serie sísmica de Torreperogil-Sabiote en Jaén (más de un millar de sismos leves en los últimos meses).
Interpretar la compleja dinámica del denominado "acuífero carbonatado de la loma de Úbeda" (al menos son tres intercalados) sin considerar el rol del agua es absurdo, sería como intentar comprender la evolución del bosque sin tener en cuenta el papel de los árboles.
La explicación dada oficialmente por el IGN, relaciona estos terremotos con el peso de antiguos sedimentos (que ya estaban ahí) reactivando, precisamente ahora, fracturas profundas del basamento, algo que no es totalmente convincente ni desde el punto de vista histórico, ni geológico si el agua, elemento principal, no se considera.
Sin embargo, si lo comparamos con otros estudios de sismicidad inducida por incremento repentino de los niveles de agua en amplias zonas corticales (además de hacer válida esa aseveración, independientemente de si los bruscos cambios han sido provocados de manera natural o artifical), el caso encaja de manera sorprendente.
1. INTRODUCCIÓN
En cuestiones de sismicidad, dentro de la ciencia de la Geología, es donde mejor podemos afirmar que "sólo sabemos que no sabemos nada", aún no hay patrones, modelos ni fórmulas para adelantarnos a tan formidables fenómenos. Este artículo es una idea que procede de la observación lógica con un cierto conocimiento de causa, seguramente a los autores se nos tache de excéntricos e inconsistentes, pero lo somos tanto como los que afirman que es el choque de las placas africana y europea, o el peso de unos sedimentos de hace millones de años los que, ahora, ¡¡justamente ahora!!, desencadenan los últimos brotes sísmicos jiennenses, coincidiendo de manera casual con unas persistentes lluvias récord desde una época de profunda sequía.
Todo podría desencadenar el fenómeno menos la acelerada recarga de los acuíferos en dos meses. A pesar de la localización de tipo enjambre, con direccionalidades azarosas, movimientos atípicos, tamaños, intensidades, localizaciones, buscamos una falla, siempre una falla ¿Y si se han reactivado varias? Estamos en las mismas condiciones de alejarnos o acercarnos a la realidad natural que se está desencadenando en Torreperogil, sólo que los que afirman que justamente ahí están friccionando las placas en un juego de placas periférico, y que todos sabemos que es verdad, son mayoría, pero Miguel Doblas o Antonio Aretxabala son un par de autores algo extravagantes por considerar otras posibilidades que no han sido prácticamente estudiadas en España, la hidrosismicidad es una realidad que debiera ser tenida en cuenta en el denominado Acuífero de la Loma de Úbeda.
Oficialmente un despliegue de sismicidad sólo se puede explicar por choques de placas o fricción de fallas, es el dogma dominante, pero no la única explicación de toda la sismicidad. La hidrosismicidad ya está suficientemente estudiada, contrastada y considerada, no en España, es cierto, pero sí en países cuyas inversiones en investigación geológica como sigamos así nunca alcanzaremos, algo que nos saldrá muy caro. Buscar una falla parece el objetivo oficial, se nos va la vida en ello, y si no la encontramos es porque se oculta a nuestros aparatos de medida, una frustración, algo muy parecido a una profecía que no acaba de cumplirse, lo que no evitará que sigamos obcecados en su existencia.
Lo ideal sería impulsar una investigación más allá de lo meramente convencional y contar con una dinámica muy cambiante en el régimen hídrico, algo que la mecánica de rocas reconoce perfectamente, el papel del agua como lubricante y detonante de hidrosismicidad con tan sólo un cambio muy pequeño en los intervalos de presión de poro (hay autores que hablan de incluso 1 a 2 m de variación en el nivel de agua para disparar el juego de pequeñas fallas) parece suficiente.
Quedarse sólo con la percepción de que la sismicidad inducida es efecto del vaciado y llenado de pantanos, en este caso el de Giribaile, es demasiado superficial; podría ser una pieza del sistema detonante, pero no el sistema en sí. Por otro lado desvelar el papel jugado por ese pantano y el de Guadalén en la generación de inestabilidades en la conocida por su solubilidad formación del Keuper, será una de las líneas de investigación más interesantes en el futuro, los colapsos y socavones derivados son, sin duda, uno de los elementos que podrían estar disparando el juego de las fallas.
Un seísmo de 2,8 golpeó el 10 de diciembre de 2012 en la provincia de Jaén, con epicentro al noreste de la localidad de Torreperogil, municipio en el que ha sido sentido "un fuerte temblor". El fenómeno se ha repetido más de 300 veces en menos de dos meses.
Por otro lado, lo sabemos muy bien, la fractura hidrálica, o ese más conocido llenado acelerado de pantanos o su vaciado, la acumulación excesiva y acelerada de depósitos antrópicos, o la inyección de gas, aguas residuales, las violentas voladuras en canteras..., son actividades en sí mismas sismogenéticas, ¿necesitan fallas para ser explicadas? es verdad que tan sólo, a veces, reactivan a las fallas; la sismicidad inducida sería una variante extraña de la fricción, al fin y al cabo, de las propias fracturas corticales. La acumulación de esfuerzos no es incompatible con el disparo propiciado por la acción del agua, la presión de la misma, o la fracturación inducida.
Pero ¿no será de por sí un desencadenante que no conocemos bien? ¿no habrá allí abajo, a varios kilómetros de profundidad una dinámica más compleja que la acumulación de esfuerzos de Coulomb bajo unas premisas restrictivas?, ¿un algo que se nos escapa? Se han considerado ya en muchas ocasiones los fenómenos de rehidratación, hinchamiento cortical, reajustes corticales, colapsos..., sobre todo en aquellas circunscripciones con estratificaciones subhorizontales heterogéneas y con conocido diapirismo. Este caso de Jaén de finales de 2012, cumple todos los requisitos a los que ya tantos autores han apuntado anteriormente y que ya están referenciados en bibliografía conocida y artículos al respecto como sismicidad inducida.
La crisis sísmica sufrida en la Loma de Úbeda desde octubre de 2012, se convertió cada vez más en una crisis social durante las Navidades de 2012. La comunidad de la Loma necesitaba una respuesta que pedía incesantemente a universidades, estamentos oficiales, instituciones, fundaciones, etc., pero sorprendentemente, ésta no acababa de llegar, a pesar de sufrir en casi tres meses más de un millar de temblores, a la población no se le dieron otra cosa que consignas de seguridad ante terremotos catastróficos.
La debilidad institucional, la falta de medios, una insuficiente cultura de la gestión de crisis, poca sensibilidad social y la sonrojante pasividad de nuestras instituciones, han demostrado una vez más que no estarmos preparados para dotar a las comunidades de herramientas eficientes y respuestas contundentes ante, entre otras cosas, estos inesperados eventos geológicos. Menos aún, respuestas resilientes, que no sólo transformen a nuestros pueblos, villas y ciudades en unidades sociales y económicas más resistentes, sino que puedan aprender de este tipo de experiencias y salir fortalecidas. La especulación, el cortoplacismo y la corrupción, ya son peligros tan o más dañinos que los propios temblores de tierra.
En el punto de mira a la hora de resolver el enigma estaría el papel fundamental jugado por la acusada sequía del pasado verano acompañada de unas formidables extracciones de agua y seguidas repentinamente por las históricas precipitaciones que llevan asolando esta comarca desde septiembre. Los mecanismos de reajuste tensional por semejante cambio en las condiciones mecánicas, lubricación de fracturas, aumento de la presión intersticial y explosiones de aire con abundante gas comprimido en poros y oquedades empujados por la enorme presión del agua ascendente, explicarín la explosiva sismicidad en la zona de Torreperogil-Sabiote, además de la propagación del característico olor a azufre reportado por sus habitantes en los momentos de mayor crisis sísmica.
Esta hipótesis no sólo es compatible con otras basadas en la tectónica clásica, sino que más bien explica la distribución espacio-temporal de la sismicidad, solventando así las carencias observadas en los planteamientos clásicos que llevan intentando dar una respuesta al enigmático fenómeno sísmico de La Loma de Úbeda con premisas tales como el empuje de África sobre Iberia, dicho empuje reactivaría fallas ocultas en el basamento ayudadas por la pérdida de peso debida a erosión de los sedimentos más modernos.
Madrid, 18 de diciembre de 2012
Miguel Doblas, Antonio Aretxabala
2. OBSERVACIONES Y POSIBLE INTERPRETACIÓN
La provincia de Jaén es una de las que menos actividad sísmica registra en la Península Ibérica. Su sismicidad es comparable a la de la provincia de Córdoba, los terremotos sucedidos dentro de la provincia han sido en general menos dañinos que los que venían desde afuera. Aún así desde que se tiene conocimiento histórico, se han producido en el último milenio algunos terremotos relativamente importantes, aquellos con más relevancia histórica se concentran en el siglo XX, la falta de datos históricos es una vez más un problema para conocer bien la recurrencia de estos fenómenos naturales (propuesta inicial hecha a los alcaldes como más importante: el estudio histórico por historiadores, no por físicos, geólogos, ingenieros o arquitectos). No obstante en los estudios modernos de tectónica no aparecen fallas relevantes que pudieran originar terremotos de mayor importancia.
Son de destacar el conocido como terremoto de Andújar del día 1 de enero de 1169 (MSK VIII-IX), el más fuerte conocido por fuentes históricas, en Linares el 10 de marzo de 1951 (M 4,8 - MSK VIII) y en Alcaudete ese mismo año el día 19 de mayo de 1951 (M 5,1 - MSK VIII). Existen otros acontecimientos sísmicos de menor importancia que podrían llegar hasta un total de una decena desde el denominado terremoto de Andújar de 1169 hasta que comenzó la serie Torreperogil-Sabiote, todos ellos con escalas menores de M 4,5 o intensidades MSK por debajo de V, aunque se puede destacar el de la capital, Jaén del 27 de febrero de 1712 con intensidad VI. Uno de los terremotos más importantes fue el del día 1 de noviembre de 1755 (M 8,8 – MSK VI en la provincia de Jaén) conocido como el terremoto de Lisboa con epicentro en el Océano Atántico que afectó al SO de Europa.
Sin embargo, salvando esos acontecimientos puntuales, la provincia de Jaén representa un territorio con una sismicidad por debajo de la media del resto de provincias andaluzas o españolas y sigue siendo considerada en los mapas macrosísmicos para normativa constructiva una zona de baja actividad sísmica.
Por otro lado, las precipitaciones e inundaciones recientes en esta zona de las cuencas del Guadalquivir han marcado un record histórico, ni más ni menos que entre un 133 y un 349 % superior a la media. Un espectacular ejemplo de este final de año de 2012 de precipitaciones anómalas puede entenderse analizando las variaciones del volumen de agua embalsada en el pantano de Giribaile (al noroeste de Torreperogil-Sabiote). Así lo afirmó en rueda de prensa el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Andalucía, Luis Fernando López Cotín, que apuntó: "... las temperaturas se han mantenido en unas cifras razonables y habituales para la región, pero se ha registrado un exceso de precipitaciones acumuladas muy acusado desde el 1 de septiembre hasta el 10 de diciembre...".
Lo que queda almacenado en los acuíferos es presumible que sea también muy superior, por lo tanto, a épocas anteriores conocidas, aunque aún no tenemos buenos datos; siempre hay una relación proporcionalmente directa entre las precipitaciones, la infiltración, la escorrentía, la acumulación superficial y la subterránea, por lo que las cifras podrían ser parecidas.
El cambio ha sido especialmente brusco debido a un ciclo de sequía y extracciones pronunciadas que han precedido a las espectaculares lluvias, a algunas inundaciones y a la magnitud de las recargas en intervalos de tiempo tan extremadamente reducidos. Por ello, las respuestas, o lo que es lo mismo, los procesos de rehidratación, reajustes, lubricaciones, cambios de volumen, disoluciones, colapsos, arrastres, pero sobre todo, cambios en la presión de poros y ascensión repentina de los niveles de agua, introducen (al igual que a pequeña escala sucede en la superficie, al cerrarse las grietas por hidratación después del verano) perturbaciones que suponen un reajuste a nuevas condiciones tensionales, pero afectando a capas superficiales, después medias y con un cierto retardo, profundas. Es importante señalar que desde 1995 comienza el uso extensivo del regadío y que la extracción descontrolada de agua se fue de las manos de los administradores en menos de una década.
En junio de 2012 un serio aviso por parte del IGME era ya el enésimo (desde 2001 se venía haciendo, en 2007 se decide actuar pero no se hace), o se tomaban medidas correctoras o en el transcurso de entre 15 y 20 años se agotaría; el descenso de los niveles de agua era de un 30% anual de manera monótona. A ellos se suman los más de 500 pozos y sondeos ilegales operando no sólo para el olivar, se sumaron con el tiempo piscinas, jardines, un uso abusivo denunciado y penalizado en ocasiones..., tampoco se respetaron los sellados para evitar las mezclas entre los tres niveles explotados,se extendió el uso de ácido, etc.
Ya operan a más de 1200 m de profundidad, extrayendo aguas fósiles del Paleozoico, hubo épocas en las que los tres acuíferos Mioceno, Jurásico y Triásico no proporcionaban el agua suficiente para la cada vez mayor demanda creada. La organización WWF denunció en mayo de 2006 el deterioro y la excesiva extracción que se estaba produciendo, la comunicación artificial entre acuíferos y el uso de ácido para traspasar calizas, práctica terminantemente prohibida pero bien extendida (hay foros que tratan el tema abiertamente de cómo hacerlo pero que no "te pillen") y otras prácticas abusivas; también se avisó por enésima vez del agotamiento de los recursos si se seguía a ese ritmo.
El resultado es una caída espectacular en los niveles de agua que en el verano de 2012 por los datos que nos dieron algunos regantes y personas vinculadas al mantenimiento de pozos, estaciones, etc., pudieron sobrepasar los 100 m. Un ejemplo de la tendencia la tenemos en el seguimiento hecho a los siguientes pozos entre 2001 y 2007 por el IGME:
RED DE CONTROL PIEZOMÉTRICO ESCOGIDA
EVOLUCIÓN 2001-2007 DE LOS NIVELES DE AGUA
Las capas menos profundas estarían formadas por materiales del Trías, Keuper, arcillas, evaporitas, etc., y Muschelkalk, también con areniscas y evaporitas, y presumiblemente un cierto ¿diapirismo? acompañado de fallas asociadas. Fallas de poca longitud que atravesarían distintas formaciones y que fueron las responsables de la geometría con un depocentro entre Sabiote y Torreperogil, lo que explica doblemente el potente paquete mioceno que generaron (cerca de 700 m en esa circunscripción) y la reactivación precisamente de esas fallas del basamento.
Dichas fallas han podido ser afectadas por un acelerado incremento de la presión de poro dentro del segundo y tercer acuífero confinado de la Loma (donde se localizan los epicentros), pero no menos por el cambio brusco de las condiciones tensionales al verse modificados en un muy corto espacio de tiempo el peso, la cohesión, el rozamiento, etc. Además el intercambio de fluidos y presión entre los acuíferos superiores con el basal, es un importante detalle a tener en cuenta.
Por otro lado el propio llenado del embalse de Giribaile en dos meses conlleva un cambio igual de brusco en las condiciones tensionales de un área considerable de una zona de la corteza (se conoce como el primer efecto por carga de la columna de agua), un cambio de peso en varios kilómetros cuadrados que debieran ser considerados en los estudios que se realicen a partir de ahora en Torreperogil y alrededores, también por su repentina implantación en la zona.
En efecto, desde el punto de vista estrictamente mecánico hay un cambio radical de densidad, peso, cohesión, rozamiento, pero no perdamos de vista la presión de los poros (es el conocido segundo efecto de incremento en la presión de poro), que afecta no sólo a la zona inmediata bajo el pantano, también se transmite por el sistema fractográfico, es decir, por todas las discontinuidades, diaclasas, fallas, planos de cizalladura, etc., por la porosidad de las rocas e incluso también de suelos. Especialmente sería destacable hacia el depocentro.
(Figura A1) Datos de la pluviometría de 2010, 2011 y 2012 recogidos
en Torreperogil. Con LT vemos las líneas de tendencia en las que sólo LT2012 evoluciona al alza con una muy pronunciada pendiente. Abajo (Figura A2) en amarillo se puede ver el mismo efecto reflejado en el llenado acelerado del Pantano de Giribaile.
(Figura A2) En las gráficas del embalse de Giribaile, está claro que la evolución hídrica de este año 2012 es totalmente distinta de la de los otros años, y mucho más extrema. En concreto, se observa una anómala bajada del nivel del agua entre las semanas 19 a 43. A partir de ese punto la acumulación de agua, lubricación, peso en la corteza, rozamiento y otros parámetros cambian en un intervalo de tiempo rapidísimo (43 a 51). Ello coincide con un récord histórico de lluvias en la zona. Basta mirar la gráfica del volumen de agua para el año 2012 del embalse de Giribaile (construido en 1996) al noroeste de Torreperogil, y compararla con las del 2011 y los últimos 10 años. Estos cambios son más que suficientes para provocar reajustes corticales de "acomodo" de amplias zonas rehidratadas a nuevas condiciones de peso, masa, rozamiento, densidad, cohesión, etc., son amplias zonas recorridas por fracturas corticales de longitudes medias-bajas en el basamento.
Podemos unir dos observaciones independientes (figuras A y B) y relacionarlas para sugerir que las lluvias e inundaciones pueden estar conectadas con estos episodios sísmicos continuados y leves. Se trataría de hidrosismicidad natural, a diferencia de lo propuesto en Lorca, donde varios autores han sugerido un origen hidrosísmico antrópico: Doblas (2011); González et al. (2012). Aunque también podría considerarse una combinación de ambas, un "efecto rebote" después de las lluvias, dado que a las fuertes pérdidas debidas al largo período de sequía, habría que sumar la formidable extracción de agua a través de pozos que también ha sufrido la zona en los últimos años.
(Figura B) En esta zona de Torreperogil-Sabiote se han producido más de 800 terremotos leves en los últimos meses.
Así, si tenemos en cuenta que el acuífero ya estaba muy explotado desde hace años, las lluvias intensas tuvieron los efectos comentados y finalmente un efecto palanca sobre esta bolsada estratificada que se hincharía progresivamente generando esta serie de sismos, éstos desafortunadamente se están dando cerca de los cascos urbanos de Torreperogil, Sabiote, Úbeda, etc. Uno de los aspectos que se deberían contrastar en un futuro estudio con los cambios en la composición química del agua
Es de perogrullo, pero debemos apuntar al hecho de que si los temblores se hubieran producido en una zona ampliamente despoblada, la repercusión mediática sería mínima. Fenómenos similares e incluso mucho más violentos que ya forman parte del acervo cultural geológico (por mucho que se ignore o se quiera ignorar) y por lo tanto ya están en los genes de la sismología; se han descrito en varios lugares del mundo como en Salton Sea (al sur de la falla de San Andrés), en dicha falla, precisamente la más auscultada del mundo, ya se supervisa y reconoce desde 1985 la variación estacional de la sismicidad, hace décadas que no es noticia, pero también se ha seguido el fenómeno en Tenerife, en Alemania, en Francia, en India o más recientemente en Brasil, en un ejemplo demasiado parecido para pasar desapercibido a éste que se vive en Jaén, al igual que el episodio intermitente de hidrosismicidad entre 2006 y 2011 actualmente en estudio en Nanded (India), con una sintomatología idéntica.
(Figura C) Seguimiento de la sismicidad durante la segunda quincena de diciembre de 2012. Fuente: Salva tu vida foro.
Sin duda uno de los países que más aporta a la cultura sísmica mundial es Chile, aunque para rescatar una pieza de esa cultura a través de su poso en la población (y allí es mucho) podemos practicar una arqueología de la sabiduría popular, lo cual además nos trae a lugares mucho más cercanos, no hace falta ir tan lejos, y es que la sabiduría popular granadina coincide con la chilena al afirmar: "año de lluvias año de temblores"; un dicho que en diferentes partes del orbe coincide, China, Nueva Zelanda, son también ejemplos; en realidad a este respecto, los geólogos no hemos descubierto nada nuevo, la sabiduría popular nos precede, nosotros tan sólo nos limitamos a traducir a un lenguaje mucho más complejo y adecuado a esta época tecnológica lo que el caudal de cultura, sapiencia y pericia, propaga y transmite por su sistema circulatorio, que no es otro que el de la propia Tierra.
Este sistema lo forman nuestras gentes del campo, nuestros agricultores, regantes, ganaderos, los que laboran y labran, los que con con sus manos tocan estas tierras que a veces tiemblan. Han sido, son y serán una legión de almas sin atenazar por las modas, las convenciones, el tiempo y los paradigmas; han estado siempre ahí, nosotros los geólogos, acabamos de llegar. Si no sabemos escuchar sus voces no sabemos escuchar a la Tierra, y eso nos perjudica a todos, a nosotros mismos y a la comunidad en general, pues algo más que complejos conceptos y tecnicismos se espera de nosotros si tenemos las cosas claras, por ello hay que hablar claro, de la forma sencilla y humilde que todos comprendemos, la que todos llevamos en los genes, científicos, agricultores, regantes, ganaderos, ciudadanos en general; enmascarar nuestra ignorancia con conceptos creados para la tectónica de placas o la geodinámia interna tan sólo denota nuestra incapacidad y nuestra sordera.
LOCALIZACIÓN DE LOS EPICENTROS AL SURESTE DEL PANTANO DE GIRIBAILE
Parece lógico relacionar estas dos observaciones (A y B) independientes y aparentemente sin conexión alguna dada la increíble coincidencia entre terremotos y precipitaciones en los dos últimos meses. Sería un modelo de hidrosismicidad natural vinculada a las tremendas precipitaciones e inundaciones recientes en la zona.
La geología (ver 3.4) es favorable a esta hipótesis ya estudiada en otras ocasiones. En esta zona hay series sedimentarias miocenas subhorizontales, con litologías propicias a procesos de deslizamientos rotacionales (inestabilidades); por debajo, en el basamento, existen fenómenos de diapirismo espectaculares asociados a los yesos triásicos del Keuper (se traduciría en más inestabilidades y zonas de colapso y/o disolución): ¿podría este fenómeno explicar la concentración subcircular de los seísmos? Es probable que así sea.
FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DE DIAPIROS
Una observación relevante para considerar la hidrosismicidad como desencadenante de este tipo de inestabilidades, es el hecho de que se trata de un acuífero multicapa de importancia regional, éste aflora extensamente en la loma de Úbeda entre los ríos Guadalimar y Guadalquivir, donde se concentran los sismos y donde existen abundantes manantiales (internos y externos) entre las multicapas permeables e impermeables.
En este sentido, un artículo que puede ayudar a explicar la hipótesis hidrosísmica para Jaén es el de Assumpcao et al. (2010) que describe unas series sísmicas parecidas en la cuenca del Paraná (Brasil) por la conexión interna en épocas de lluvias (ocasional y violenta mediante derrumbes, colapsos y manantiales, a menudo condicionados por pozos de extracción) entre diferentes acuíferos superpuestos y confinados. También por sintomatología el que actualmente está en estudio en Nanded (India): La mayoría de las veces los temblores vienen acompañados por golpes de sonido o explosiones. Para analizar el fenómeno ya se ha formado en el NGRI un equipo multidisciplinar, entre otros con Swami Ramanand y Teerth Marathwada de la Universidad de Nanded (departamento local del agua subterránea) y del Instituto Indio de Tecnología de la Información en Hyderabad. El Dr. Srinagesh, científico jefe del observatorio de sismología del NGRI ha afirmado: "Se ha observado que estos micro-terremotos ocurren como una serie de temblores leves especialmente después de una gran cantidad de precipitaciones en la zona. El hipocentro de estos terremotos no tiene más de dos o tres kilómetros y la intensidad rara vez ha pasado de tres en la escala de Richter. "
Vamos a poner un símil de lo que puede estar ocurriendo en Jaén: en un pastel multicapa, si se hacen varios agujeros verticales que lo perforan y se añade agua por encima, ésta penetrará de manera irregular (a borbotones) al pasar de horizontes permeables a impermeables generando inestabilidad, reajustes, colapsos, incluso hidrataciones con hinchamientos, derrumbamientos y en última instancia sismicidad leve y somera (ver el trabajo de Assumpcao et al., 2010).
Este caso entra de lleno dentro de los postulados y preceptos cada vez más en auge de la hidrosismicidad (ver por ejemplo el libro de Wang & Manga, 2009; “Earthquakes influenced by water”) que sugiere básicamente la idea de que el agua actúa como un lubricante de las fallas, y por ello facilita su movimiento brusco con episodios sísmicos. Para explicarlo de manera que se entienda claramente: todos sabemos que cuando llueve resbalamos con mayor facilidad al caminar por la calle ya que el asfalto está húmedo, el concepto es tal cual, sencillo.
Así, dentro de la disciplina de la mecánica de rocas, hace muchos decenios que se describió el cómo a los esfuerzos tectónicos procedentes de la lenta convergencia frontal y/o rozamiento lateral de las placas tectónicas, se suma el aumento de la presión de fluidos ante la presencia de agua, de esta manera se desencadenan terremotos en las fallas activas sismogenéticas que el hombre ha reconocido con diferentes conceptos a lo largo de la historia.
Lo que es realmente chocante es que geólogos de prestigio, ante estas afirmaciones y evidencias, “se sorprendan” por el hecho de que la hidrosismicidad también explique estos procesos sin tener que utilizar las doctrinas dominantes en las que todo debe encajar, y ya nada puede escapar de su gravedad; el darse cita ahora, precisamente ahora, la placa africana y la europea bajo Torreperogil después de millones de años, es tan probable como nuestra propuesta para explicarlo, el tiempo y la comunidad lo juzgará.
Cierto es que las fuerzas isostáticas, la erosión y el levantamiento juegan un papel fundamental, y tarde o temprano la transferencia de esfuerzos de Coulomb se reparte entre las piezas del sistema, pero no es menos verdad que un pequeño cambio en la presión de poros puede modificar esa transferencia de esfuerzos, lo cual supone que el agua juega un papel primordial en la configuración espacial y temporal de la sismicidad, y aunque aún debe ser demostrado y estudiado, algún paso ya se está dando (Wang, Manga, Sirnagesh, Costain, etc.). Cuando ocurre un terremoto, éste puede aumentar los esfuerzos de Coulomb entre las fallas colindantes, lo que aumenta a su vez el momento de ocurrencia del próximo. Sobre todo si la falla sobre la que influye, está cerca como está siendo el caso, del esfuerzo de rotura. El agua en este caso, como en otros ya estudiados, sería el detonante del cambio en la distribución y transferencia de los esfuerzos.
La transferencia de esfuerzos, se ha venido identificando como un mecanismo importante en la generación de terremotos. Dicho mecanismo está basado en el bien conocido criterio de rotura de Coulomb (CRC); es la manera analítica-matemática que hoy tenemos para poder explicar algo tan cotidiano como la rotura de las cosas; los terremotos han caído bajo ese paraguas; en el caso de que esperemos un tipo de rotura como es la ocurrencia de un terremoto, y ésa es la visión actual dominante, aunque no esté sola y ya haya otras, tendríamos queCRC = t - u (q - P) > 0, indicando que un valor positivo de CRC puede generar la fractura. Aquí t define el esfuerzo cortante y q el normal, sobre el plano (suponiendo que una falla pueda asemejarse a un plano), q es positivo para la compresión, u es el coeficiente de fricción y P la presión de poros, cuyo papel protagonista es reducir el esfuerzo normal efectivo.
Por lo tanto, los terremotos pueden ser desencadenados por cambios de esfuerzos (q) tanto como por el cambio de presión de poros (P). No hablamos del cambio en u cuyo valor ya se ha comprobado cambiante dependiendo de las condiciones de saturación y/u otras. Las réplicas posteriores se suelen asociar a cambios en los esfuerzos transferidos usando la misma ley. La transferencia de esfuerzos estáticos y la interacción entre fallas, satisfacen un papel de mecanismo físico que puede explicar la formación de enjambres, terremotos compuestos, premonitorios, principales, réplicas; los intervalos pueden ser horas, días, meses, años, décadas. En las zonas intraplaca, como en la Loma, las estructuras heredadas inseparables de las condiciones hidrogeológicas, son principales, ésto hace que sea más complicada la comprensión de las interacciones asociadas exclusivamente a la variación de esfuerzos de Coulomb, pues las tasas de acumulación son muy lentas, y por lo tanto, como se afirma, las condiciones heredadas incluidas las hidrogeológicas, son primordiales.
Estas observaciones deberían ser aún menos chocantes puesto que viven en nuestro linaje y cultura desde hace siglos; más aún considerando que esta visión y su "idea" (platónica) o concepto hoy, ya fue introducido por los filósofos griegos y romanos hace muchos años: Aristóteles es el primero que lo referencia, el gran orador cordobés Séneca lo observa en su tierra, ambos ya reconocían, sin necesidad de tener medios tecnológicos punteros y carísimos, o modelos analíticos que asemejan fallas a planos, tales como los que usan los sismólogos actuales, que “los terremotos son incompatibles con la excesiva sequedad ”.
EL PASADO MES DE AGOSTO DE 2012 SE PUDO CONTEMPLAR EL HOY SUMERGIDO PUENTE RENACENTISTA DE ARIZA; UNA DEUDA HISTÓRICA CON EL PATRIMONIO
SURESTE DE ALEMANIA, REICHENHALL, AÑO 2002, (CON MÁS DE 1.170 TERREMOTOS LEVES ENTRE AGOSTO Y DICIEMBRE): ARRIBA LAS LLUVIAS, ABAJO LOS TERREMOTOS, ALGUNOS SENTIDOS COMO EXPLOSIONES, OTROS DESAPERCIBIDOS, LA LÍNEA GRUESA ES EL CAMBIO EN LA PRESIÓN DE PORO DESPUÉS DE LAS LLUVIAS. QUIZÁS SEA ÉSTE EL FENÓMENO HIDROSÍSMICO EUROPEO MEJOR ESTUDIADO CUYA SIMILITUD CON EL ACTUALMENTE DESATADO EN LA LOMA TAMPOCO PUEDE PASAR DESAPERCIBIDA. A LA DERECHA EL COEFICIENTE DE CORRELACIÓN LINEAR ENTRE LA CANTIDAD DE LLUVIA DIARIA (LÍNEA DISCONTINUA) Y EL INCREMENTO DE PRESIÓN DIARIA EN PROFUNDIDAD (LÍNEA CONTINUA) CON RESPECTO AL NÚMERO DE TERREMOTOS DIARIOS COMO UNA FUNCIÓN CAMBIANTE EN EL TIEMPO. ANÁLISIS DEL COMPLEJO PATRÓN DE SISMICIDAD GENERADA POR LA DIFUSIÓN DE FLUIDOS, DETONANTE DE RÉPLICAS. Hainzl and Kraft, Germany
En superficie, la geología es bastante sencilla ya que se trata de rocas exclusivamente sedimentarias, bastante homogéneas y que presentan una disposición subhorizontal. Las más antiguas pertenecen al Mioceno, y más concretamente al Tortoniense superior,por lo que la edad oscila entre hace 8 y 6 millones de años. Para este intervalo de tiempo, el registro geológico está constituido básicamente por margas azules que adquieren tonalidades amarillentas por alteración superficial. Estas litologías son muy susceptibles a procesos de deslizamientos rotacionales, lo que genera serios problemas en las obras civiles. Ocasionalmente, se intercalan niveles calcareníticos poco potentes, y de escasa continuidad lateral.
Concordantemente sobre el Tortoniense,y dada la disposición subhorizontal, a mayores cotas, aparecen materiales del Messiniense (intervalo de tiempo comprendido entre hace 6 y 5 millones de años). Litológicamente se caracteriza por una mayor presencia de niveles detríticos, generalmente calcareniscas bioclásticas, que alternan con margas.
Este conjunto constituye un acuífero multicapa de importancia regional y que aflora extensamente en la Loma de Ubeda,entre los valles de los ríos Guadalimar y Guadalquivir. Ofrece unos espesores medios de unos 40 metros y una extensión superficial en tomo a los 100 kilómetros cuadrados. En los contactos entre las areniscas, material permeable, y las margas, litologías impermeables, aparecen manantiales, a través de los cuales se produce la descarga natural de la unidad. Por otro lado, existen numerosos sondeos que explotan este acuífero, aunque con rendimientos generalmente bajos. Los afloramientos de materiales cuaternarios son escasos y poco potentes. Básicamente están constituidos por gravas, arenas y limos, litologías que constituyen los aluviones recientes asociados a los actuales cauces de los distintos arroyos del sector.
Además, y pese a no aflorar en superficie, se constata la presencia de materiales triásicos (zona famosa por diapirismo salino de los materiales del keuper), jurásicos y del Mioceno medio en el subsuelo del término municipal de Torreperogil.
A partir de la información que se dispone, se deduce que la distribución lateral y vertical de estas unidades no es uniforme. Así, tal como se observa en la figura, los materiales triásicos, constituidos básicamente por arcillas y areniscas tabulares rojas con intercalaciones evaporíticas, no están representados en el sector meridional. Igual ocurre con las dolomías del Jurásico inferior, que pierden su continuidad hacia el sur. El llegar a conocer la geometría y distribución de este cuerpo en el subsuelo tiene una gran importancia económica ya que funciona como una excelente unidad acuífera, con caudales que pueden superar los 15 litros por segundo. Por último, destacar cómo el Mioceno medio, constituido por gran-des masas redepositadas (olistostromas), no está representado en el sector septentrional.
En su opinión, posiblemente las fallas o fracturas que generan dicha sismicidad se encuentran en el basamento, bajo la cobertera formada por los materiales de relleno de la Cuenca del Guadalquivir, a unos cuatro kilómetros de profundidad, asociada a los terremotos principales de la serie.
A esta profundidad y con estas magnitudes, es difícil asociar los terremotos a fallas en superficie, ya que la deformación es muy limitada y no alcanza la superficie, según comenta Mario Sánchez Gómez, miembro del grupo y especialista en Geología de Campo. En este sentido, desde hace unos años miembros del grupo están buscando estructuras en el Valle del Guadalquivir que fueran reflejo de cierta actividad tectónica.
"Conocemos las principales fallas más al Sur, en la zonas de Sierra Mágina o Sierra Sur, pero en la parte central del Valle del Guadalquivir la propia naturaleza blanda de los sedimentos enmascara los efectos de posibles fallas que actuaran en profundidad", ha señalado Sánchez.
ENLACES DE INTERÉS SOBRE SISMICIDAD HISTÓRICA DE JAÉN:
3.6) INTERESANTES OBSERVACIONES RECOGIDAS DE FOROS DE DEBATE EN LA ZONA
En varios foros de internet en los que participan personas de la zona, se están debatiendo cuestiones muy interesantes con observaciones históricas que dan algunas pistas al respecto, tal es el caso del foro de Agroterra. En una de las entradas de un participante que escribe con el nombre de "anpe" podemos leer:
"... hay teorias que dicen que con el agua en subsuelo por ejemplo al hacer
pantanos o fractura hidraulica hay más terremotos (más densidad, mejor
transmisibilidad de las ondas), y otros que al contrario, que si quitas
agua hay más tensión.. hace unos años un colega de geologia que curra
en la universidad, me lió para poner en mi parcela este cacharrico:
forma
parte de un proyecto de medición de la posición relativa de la placa
euro-asiatica frente a la africana, colocando una linea de aparatos a lo
largo de africa, y otra paralela en la peninsula. Lo que hace es medir
continuamente por GPS, triangular y calcular la altura y posición,
mandando datos cada pocos segundos. Luego se le hace un tratamiento
estadistico para filtrar errores, y de esta manera se sabe con precisión
milimetrica los cambios a lo largo de los años.
El aparato está
casualmente en la zona de los seismos, y por lo que me dice, no han
detectado bajadas, más bien al revés, así que la teoria del hundimiento
por explotacion del acuifero estilo lorca, pues como que no procede y
tampoco la loma hay una falla directamente debajo, está a varias
decenas de km más al sur, por lo que seguramente será otro fenómeno,
tipo ajuste de sedimentos, encaje de los valles fluviales o yo que se, a
fin de cuentas estamos encima de la campiña del Guadalquivir con valles
a los dos lado, en una zona calificada de mediana peligrosidad sismica, además,
tirando un poco de "paleontolosismica", los viejos del lugar recuerdan
por los 40 tres meses de invierno de movida similar, e igual en la zona
de jodar, así que no es nada nuevo, investigadlo.Yo mismo he oído este
ruido en el campo hace bastantes años (suena como un barrenazo) lo que
pasa es que se notaba vibración, seguramente eran más pequeños, pero
ahora que los oigo los identifico, no es nada nuevo, solo que ahora son
mayores y más seguidos, y por otro lado, esto es como cuando
discutes con tu mujer, mejor pequeñas discusiones donde se liberen
tensiónes que llegar a las manos ¿no? en fin que se quede ahi la cosa y suerte a todos..."
Este participante llamado "anpe", nos da una información de lujo. En primer lugar el fenómeno ya existió, y se cometó por ejemplo cuando los viejos del lugar hablaron de un invierno y que duró unos tres meses en los años 40, por lo que la zona ya tiene antecedentes, aunque no hayan sido estudiados por los científicos, sí han sido vividos y experimentados, testificados, como es el caso y comentados, como también él ha hecho, y eso de por sí, es ya un testimonio. En segundo lugar, el participante reconoce el fenómeno que le ha asaltado en otras ocasiones en el campo, o en sus labores profesionales, la familiaridad con la que habla del fenómeno es también un testimonio de lujo.
La hidrosismicidad conlleva brotes intensos cuando las condiciones son extremas y más suaves cuando también los cambios son menos bruscos. Sería muy interesante que se estudiasen los niveles de agua en los pozos de extracción, un desarrollo histórico y una comparativa con esas sensaciones recogidas de las personas de la zona, todo un reto para la Universidada de Jaén por ejemplo, o la de Granada. Un estudio muy interesante y muy enriquecedor para el estado actual de la Geología.
Por otro lado, él habla de un amigo que ha puesto en su finca el aparato de medición GPS, él mismo sabe que se están mezclando "churras con merinas". Está muy bien conocer el movimiento relativo de las placas, pero es necesario desvincularlo de una vez de estos fenómenos tan viejos como la propia tierra que cultivan, al fin y al cabo millones de años antes de la existencia de los GPS ya existía la hidrosismicidad.
Las placas se mueven, es verdad, pero esta persona discrimina de una manera muy lúcida la diferencia entre un fenómeno (lo que él ha vivido, temblores como explosiones o aviones) y otro (el movimiento de África con respecto a Europa), algo que debería ser una lección para algunos sismólogos y geólogos que ahora se encuentran en la zona poniendo sensores, buscando la "falla oculta" causante de los temblores, obcecados en corroborar e imponer su estrecha capacidad de observación, comunicación y el no saber escuchar a quien tiene la llave de la puerta que deberían abrir (escuchar a las personas que viven en Sabiote, Torreperogil, Úbeda, Jódar..., pues el año que viene al final de la época de riego volveremos a hablar de lo mismo) y ampliar sus horizontes sobre las respuestas de la Tierra ante nuestros impulsos, nuestra explotación, nuestra interacción al fin y al cabo con ella.
Antonio Aretxabala
Loredo, Cantabria, 22 de diciembre de 2012
3.7) REPERCUSIÓN EN LOS MEDIOS DE LA INICIATIVA LOCAL PARA EXPLICAR EL FENÓMENO A LA CIUDADANÍA