Evolución y cotización del barril Brent desde el 1 de abril de 2018 al 1 de abril de 2020 |
- Primeras impresiones sobre el coronavirus y el mercado del petróleo. La entrevista completa en castellano para Berria de la mano de Iñaki Petxarroman.
- Antonio Aretxabala (Vigo-Galicia, 1963) analiza el pico del petróleo y el calentamiento global ante el parón en la combustión de combustibles fósiles.
- Se debe aprender una lección de la situación actual: "con el decrecimiento económico llegan los tiempos del crecimiento personal y colectivo".
Queridos lectores, esta entrevista fue realizada unos pocos días después de la declaración del estado de alarma por el gobierno de España a causa de la pandemia de COVID-19 por la que ahora quienes hemos tenido suerte estamos encerrados. Entonces se estaban viviendo históricas caídas en las bolsas de todo el planeta y el barril de crudo WTI y de referencia Brent se desplomaban. A día 1 de abril de 2020 el barril Brent cotiza a 22,7 $, todo un problema para el futuro de un sector que mueve el planeta y prácticamente poco alivio para unas economías que han entrado en estado de "hibernación" (Pedro Sánchez, 28 de marzo de 2020).
Ya se habla de una histórica volatilidad nunca antes vista, tal y como adelantamos en varias ocasiones en este blog, finalmente ésta sería la norma y no la excepción antes del declive final del capitalismo fosilista. El mercado de China permanece prácticamente cerrado con el consiguiente colapso de precios y economías. Además hemos visto noticias de petróleos ligeros norteamericanos cotizando a menos de 10 $ e incluso que el petróleo de Canada (el West Canada Select o WCS) esté en 4 $ el barril, ¡menos que una pinta de cerveza! Por no hablar de esas noticias de impacto mediático de que te pagan si te llevas el petróleo para no parar la producción, algo que obviamente sería muy costoso de reiniciar. En cualquier caso las reservas almacenadas crecen y se acercan a la saturación. Recordemos algo que siempre hemos subrayado en este blog: la energía no es un producto o un servicio más sometido a leyes de oferta y demanda, sino un precursor de la actividad económica.
Algunos expertos se han atrevido a prever qué va a ser del consumo de hidrocarburos en los próximos meses, pues son la sangre que mueve nuestro sistema económico como vamos a ver en la siguiente entrevista. Algunos de los que he recopilado apuntan a que en los próximos meses podríamos ver caídas de hasta un 30% en el consumo de GLP (gases licuados del petróleo). Un 50% menos de gasolina. Un 80% menos de queroseno para aviación. Una caída del 90% en asfaltos y coque por la parada brutal de la construcción. Cerca del 80% menos de fuel oil pesado para barcos y cruceros. Además de otras cifras que ponen de manifiesto la frenada económica en seco a la inercia crecentista y desarrollista de las últimas décadas. El fin del crecimiento sin fin ha llegado de la mano de una pandemia.
Ya se habla de una histórica volatilidad nunca antes vista, tal y como adelantamos en varias ocasiones en este blog, finalmente ésta sería la norma y no la excepción antes del declive final del capitalismo fosilista. El mercado de China permanece prácticamente cerrado con el consiguiente colapso de precios y economías. Además hemos visto noticias de petróleos ligeros norteamericanos cotizando a menos de 10 $ e incluso que el petróleo de Canada (el West Canada Select o WCS) esté en 4 $ el barril, ¡menos que una pinta de cerveza! Por no hablar de esas noticias de impacto mediático de que te pagan si te llevas el petróleo para no parar la producción, algo que obviamente sería muy costoso de reiniciar. En cualquier caso las reservas almacenadas crecen y se acercan a la saturación. Recordemos algo que siempre hemos subrayado en este blog: la energía no es un producto o un servicio más sometido a leyes de oferta y demanda, sino un precursor de la actividad económica.
Algunos expertos se han atrevido a prever qué va a ser del consumo de hidrocarburos en los próximos meses, pues son la sangre que mueve nuestro sistema económico como vamos a ver en la siguiente entrevista. Algunos de los que he recopilado apuntan a que en los próximos meses podríamos ver caídas de hasta un 30% en el consumo de GLP (gases licuados del petróleo). Un 50% menos de gasolina. Un 80% menos de queroseno para aviación. Una caída del 90% en asfaltos y coque por la parada brutal de la construcción. Cerca del 80% menos de fuel oil pesado para barcos y cruceros. Además de otras cifras que ponen de manifiesto la frenada económica en seco a la inercia crecentista y desarrollista de las últimas décadas. El fin del crecimiento sin fin ha llegado de la mano de una pandemia.
Antonio Aretxabala
- El consumo de petroleo y demás combustibles fósiles han caído en picado desde el comienzo de año, primero en China y ahora en Europa y Norte América. ¿Hasta qué punto crees que será la caída?
Sí, el parón de la actividad económica siempre va acompañada da una caída en el consumo energético y viceversa, como ya sabemos que para incrementarla es necesario un aumento de los flujos de energía. Siempre ha sido así y no existe desacoplamiento, por mucho truco economicista que hayamos visto en la TV o leído. La denominada desmaterialización de la economía que pregonan algunos economistas es una falacia fácilmente desmontable. Es una manera de hacerse trampas al solitario. Tal ilusión se ha mantenido a través de técnicas engañosas como:
Sí, el parón de la actividad económica siempre va acompañada da una caída en el consumo energético y viceversa, como ya sabemos que para incrementarla es necesario un aumento de los flujos de energía. Siempre ha sido así y no existe desacoplamiento, por mucho truco economicista que hayamos visto en la TV o leído. La denominada desmaterialización de la economía que pregonan algunos economistas es una falacia fácilmente desmontable. Es una manera de hacerse trampas al solitario. Tal ilusión se ha mantenido a través de técnicas engañosas como:
1. Siempre se puede sustituir un recurso por otro. Sin embargo no es verdad porque de momento no toda actividad industrial ni tecnológica es sustituible ni electrificable al 100%. El mejor ejemplo es el transporte, una batalla ya perdida que no se va a poder resolver en los próximos años.
2. Se está financiando el PIB a través de la creación de nueva deuda, sin aumentar el rendimiento ni material ni energético, una cuestión puramente geológica que se le está cargando a las generaciones futuras.
3. Exportar los impactos ambientales a otras naciones o regiones, de modo que las realidades del aumento de la producción material o consumo de energía se puedan suprimir de los cálculos locales. Se trata de la externalización de los procesos industriales más contaminantes y consumidores de carbón, uranio, gas y petróleo. Ese ha sido el papel de China en las dos últimas décadas. Pero eso no nos hace más eficientes, nos hace más dependientes y hoy saboreamos el amargo gusto de aquellas apuestas empujadas por aquel concepto tan repelente: "competitividad".
4. La creciente desigualdad tanto de ingresos como de riqueza, que permite que el PIB crezca en beneficio de unos pocos, mientras que la mayoría de los trabajadores ven disminuido su poder adquisitivo es el mayor engaño de nuestra sociedad actual.
Sabemos que nuestra economía es fósil-dependiente en un 85%. Así que si cae la actividad económica por una cuestión como una pandemia como la del coronavirus, el consumo de energía es proporcional.
- ¿Esto será un parón coyuntural hasta que pase la crisis sanitaria, o crees que tendrá alguna otra consecuencia?
Sin duda tendrá otras consecuencias y habrá altibajos como estamos viendo en las bolsas. La volatilidad ha sido la que ha tomado las riendas, ahora de manera más intensa si cabe. De aquí al final del denominado capitalismo financiero neoliberal todo esto se hará cada vez más frecuente debido a la caída de las tasas de retorno energético de las explotaciones que nos van quedando. No podemos estar seguros al 100% de cuál será un resultado que carece de precedentes, la dinámica conocida de oferta y demanda convencional a la que estábamos acostumbrados ya no va regular ni precios (ojo, que precio, costo y valor son cosas muy distintas) ni disponibilidad, pero lo que sí podemos saber con certeza es que la era del crecimiento económico ilimitado que es la característica definitoria del capitalismo financiero neoliberal, tal como la conocemos, ha terminado de verdad, y si no tomamos medidas técnicas adecuadas y sobre todo sociales, la expansión acelerada de la pobreza será el mayor quebradero de cabeza de nuestros dirigentes y de la propia sociedad en general.
Sin duda tendrá otras consecuencias y habrá altibajos como estamos viendo en las bolsas. La volatilidad ha sido la que ha tomado las riendas, ahora de manera más intensa si cabe. De aquí al final del denominado capitalismo financiero neoliberal todo esto se hará cada vez más frecuente debido a la caída de las tasas de retorno energético de las explotaciones que nos van quedando. No podemos estar seguros al 100% de cuál será un resultado que carece de precedentes, la dinámica conocida de oferta y demanda convencional a la que estábamos acostumbrados ya no va regular ni precios (ojo, que precio, costo y valor son cosas muy distintas) ni disponibilidad, pero lo que sí podemos saber con certeza es que la era del crecimiento económico ilimitado que es la característica definitoria del capitalismo financiero neoliberal, tal como la conocemos, ha terminado de verdad, y si no tomamos medidas técnicas adecuadas y sobre todo sociales, la expansión acelerada de la pobreza será el mayor quebradero de cabeza de nuestros dirigentes y de la propia sociedad en general.
- ¿El sector de la aviación puede tener efectos negativos a más largo plazo?
El sector de la aviación estaba claro que iba a ser uno de los primeros en caer tras un impacto como el actual, en un contexto de declive y decrecimiento económico que se alarga ya más de una década, mi opinión es que ya nunca recuperará los niveles de actividad de 2004 ó 2008. Volar a países lejanos era un icono de la globalización fosilista. Ahora vivimos una contracción. Es decir, una desglobalización, la cual acarrea una desjerarquización, una descomplejización y sobre todo una descentralización.
El sector de la aviación estaba claro que iba a ser uno de los primeros en caer tras un impacto como el actual, en un contexto de declive y decrecimiento económico que se alarga ya más de una década, mi opinión es que ya nunca recuperará los niveles de actividad de 2004 ó 2008. Volar a países lejanos era un icono de la globalización fosilista. Ahora vivimos una contracción. Es decir, una desglobalización, la cual acarrea una desjerarquización, una descomplejización y sobre todo una descentralización.
- ¿Para el recorte de las emisiones GEI crees que tendrá un efecto de bajada. Hasta que punto será esta bajada?
Realmente ni se va a notar a corto plazo, quiero decir en las próximas décadas. Piensa que para volver a niveles de CO2 preindustriales si paramos ahora mismo absolutamente TODAS las emisiones de GEI pasarán siglos.
- Durante la crisis finaciera, en el año 2008 se produjo también una bajada de las emisiones, pero luego ocurrió un efecto rebote, debido al impulso de las administraciones publicas en la reactivación económica. ¿Es de esperar un escenario similar?
Realmente ni se va a notar a corto plazo, quiero decir en las próximas décadas. Piensa que para volver a niveles de CO2 preindustriales si paramos ahora mismo absolutamente TODAS las emisiones de GEI pasarán siglos.
- Durante la crisis finaciera, en el año 2008 se produjo también una bajada de las emisiones, pero luego ocurrió un efecto rebote, debido al impulso de las administraciones publicas en la reactivación económica. ¿Es de esperar un escenario similar?
Si no han aprendido la lección lo van a intentar fijo. Recientemente decía el presidente Pedro Sánchez:
"El Ejecutivo ya incluyó en el decreto del estado de alarma su facultad de adoptar las medidas necesarias para garantizar el suministro de energía eléctrica, de productos derivados del petróleo, así como de gas natural previstas en las leyes del Sector Eléctrico y de Hidrocarburos, que permiten que, en caso de ser necesario, el Gobierno pueda intervenir empresas para asegurar la continuidad del suministro o reducir la velocidad máxima en las carreteras, entre otras medidas."
"Garantizar" ya sabemos que es una palabra muy relativa. ¿Para quién? ¿Para qué?... Las soluciones resultantes si realmente queremos acabar con la pobreza, requerirán un consenso honesto con una inversión a largo plazo, tan largo como el conocimiento del declive de las tasas de retorno energético. No podemos esperar resultados inmediatos volviendo a quemar combustibles fósiles en términos de productos vendibles, sin retorno de la inversión visible, sin ganancias en el corto plazo. Dicha inversión solo puede generarse en un entorno no mercantil, en el que el pago es colectivo y el beneficio financiero o el crecimiento económico y por lo tanto la quema otra vez de fósiles que son ya muy difíciles de extraer, no son los objetivos.
Deberemos buscar un entorno además capaz de distribuir la riqueza menguante, digno para las personas, para todas, el resto es irremediablemente el colapso. Decía el otro día Pedro Sánchez que volveríamos a la normalidad. No se lo cree ni él. La normalidad de la que habla es lo que nos ha traído a esta situación, sería muy largo dar aquí las claves de por qué estamos encerrados en casa en relación a la geología de los hidrocarburos. Pero es que la geología del planeta no entiende de equidad, es el ser humano el que inventó ese concepto, la Tierra nos da todo lo que tiene y a la Tierra no se le puede pedir más.
Deberemos buscar un entorno además capaz de distribuir la riqueza menguante, digno para las personas, para todas, el resto es irremediablemente el colapso. Decía el otro día Pedro Sánchez que volveríamos a la normalidad. No se lo cree ni él. La normalidad de la que habla es lo que nos ha traído a esta situación, sería muy largo dar aquí las claves de por qué estamos encerrados en casa en relación a la geología de los hidrocarburos. Pero es que la geología del planeta no entiende de equidad, es el ser humano el que inventó ese concepto, la Tierra nos da todo lo que tiene y a la Tierra no se le puede pedir más.
- En cuanto al mercado petrolero, ¿la guerra entre Rusia, Arabia Saudi-EEUU qué efectos puede tener a largo plazo?
Hay sin duda una guerra hegemónica. EEUU ahora está en la peor situación de los países que me enumeras. Empecemos por China, un país con un régimen ajustable por lo que todos sabemos, es el estómago del mundo, la mayor parte del metabolismo económico depende ya de ella, en muy pocas décadas se ha hecho dueña de la cadena de suministros y no le costaría mucho esfuerzo, como hemos visto parar y dejar "colgado" a todo el planeta. Rusia tiene una ventaja, que es autosuficiente en carbón, gas y petróleo. No es ni de la calidad ni de la versatilidad extractiva del de los saudíes pero lo suficiente para su economía e incluso para forzar a la OPEP a no jugar de manera cómoda. EEUU necesita todos los días del año la cuarta parte del petróleo y otros recursos del planeta para mantener su economía de derroche.
Hay sin duda una guerra hegemónica. EEUU ahora está en la peor situación de los países que me enumeras. Empecemos por China, un país con un régimen ajustable por lo que todos sabemos, es el estómago del mundo, la mayor parte del metabolismo económico depende ya de ella, en muy pocas décadas se ha hecho dueña de la cadena de suministros y no le costaría mucho esfuerzo, como hemos visto parar y dejar "colgado" a todo el planeta. Rusia tiene una ventaja, que es autosuficiente en carbón, gas y petróleo. No es ni de la calidad ni de la versatilidad extractiva del de los saudíes pero lo suficiente para su economía e incluso para forzar a la OPEP a no jugar de manera cómoda. EEUU necesita todos los días del año la cuarta parte del petróleo y otros recursos del planeta para mantener su economía de derroche.
Si todas las personas del planeta quisieran vivir con esa economía harían falta 4 planetas. Son el 4% de la población mundial y sólo producen la mitad de los 23 millones de barriles diarios que queman (el mundo produce unos 100 millones). Con el fracking llegaron a extraer prácticamente esa mitad (unos 11 millones de barriles diarios) pero siguen comprando la otra parte a diferentes países entre los que se encuentra por ejemplo Venezuela. Son unos jonkies del petróleo y la moribunda experiencia de la ruina del fracking ha destruido esta última semana ingentes cantidades de capital, han quebrado cientos de empresas y la producción ha resultado en una caída sin precedentes. Las tasas de retorno son tan bajas que queman tanto petróleo para extraer como el que al final extraen. No se puede considerar a eso una fuente de energía sino un sumidero. Entonces salió Arabia Saudí hace unas semanas a echar el órdago de los 12 millones de barriles diarios. Nadie de quienes seguimos el mundo del pico del petróleo, expertos con quienes hablo todos los días, ha dado credibilidad a esa posibilidad. Habrá picos de subida y bajada pero a la larga el declive del nunca mejor llamado "oro negro" no tiene ni solución ni sustituto.
- ¿Hacia que escenario climático nos lleva la pandemia?
A corto plazo vemos que se han recuperado a velocidad de vértigo algunos ecosistemas por el parón en la actividad, es llamativo el aspecto limpio y con peces de Venecia que los vecinos más mayores nunca conocieron. Pero al margen de esas curiosas noticias el caos climático posiblemente ya ha entrado en una era de realimentación positiva y tendremos que adaptarnos a vivir con más DANAS, con más eventos extremos. Hemos tardado mucho en ponernos a trabajar de manera acelerada en la transición energética justa, en la transición ecológica justa de la que aún se debate en parlamentos, mesas de reflexión, borradores de partidos políticos o tribunas a pesar de tener un ministerio con ese nombre, pero que no se abarca por falta de consenso ideológico (que no lógico). La transición energética y ecológica y la adaptación al cambio climático se van a realizar con una importante labor pedagógica y de veraz información. La sociedad debe saber que cada individuo debe vivir de una manera lo más sostenible posible. Desde hace décadas se dan pautas para la transición menos traumática, pero ya vemos que lo está siendo y aún lo será más.
A corto plazo vemos que se han recuperado a velocidad de vértigo algunos ecosistemas por el parón en la actividad, es llamativo el aspecto limpio y con peces de Venecia que los vecinos más mayores nunca conocieron. Pero al margen de esas curiosas noticias el caos climático posiblemente ya ha entrado en una era de realimentación positiva y tendremos que adaptarnos a vivir con más DANAS, con más eventos extremos. Hemos tardado mucho en ponernos a trabajar de manera acelerada en la transición energética justa, en la transición ecológica justa de la que aún se debate en parlamentos, mesas de reflexión, borradores de partidos políticos o tribunas a pesar de tener un ministerio con ese nombre, pero que no se abarca por falta de consenso ideológico (que no lógico). La transición energética y ecológica y la adaptación al cambio climático se van a realizar con una importante labor pedagógica y de veraz información. La sociedad debe saber que cada individuo debe vivir de una manera lo más sostenible posible. Desde hace décadas se dan pautas para la transición menos traumática, pero ya vemos que lo está siendo y aún lo será más.
Para comprender el decrecimiento. Fuente de la imagen "Outras Palabras" |
El ser humano se supone que es un animal inteligente, debería estar claro para él que incluso en las condiciones más severas hay soluciones, se ha adaptado a casi todo, ahora le queda aprender a crear puestos de trabajo, evitar la pobreza y promover un reparto equitativo de la riqueza en condiciones de decrecimiento energético y por lo tanto económico, sin ningún miramiento. Sin embargo en el marco del "capitalismo de amiguetes" y la corrupción galopante, se le perdona a los grandes poderes que ya actúan en ocasiones como grandes organizaciones criminales, que aumenten sus beneficios a costa de la destrucción del medio que garantiza nuestra existencia y de las infraestructuras de tejido social que hoy se tambalean. Así es imposible, así sin tomar decisiones ecológicas y de equidad, vamos directos al colapso de la sociedad.
Tenemos dos opciones, o decrecemos por las buenas (lo arriba indicado), o lo hacemos por las malas (conflictos sociales, regímenes totalitarios, control de las libertades e incluso guerras), pero nos pongamos como nos pongamos lo vamos a hacer. Y el problema ya se ha metido en nuestras casas. Pocos nos dimos cuenta, pero el petróleo también apuntaló una anomalía histórica de mano del capitalismo fosilista: el individualismo. Esto también se acaba. Ahora es el conocimiento holístico y sistémico de las miradas integradas y multidisiciplinares, la única salida digna que primero dará un diagnóstico, si nos quieren escuchar, y segundo propondrá soluciones para transitar a una era de decrecimiento material y crecimiento personal y colectivo.
En euskera en berria:
(clic en la foto)