Vivimos una crisis cuyo origen es netamente geológico, pero también cultural. Las consecuencias en un país como España son nefastas dado que importamos cerca del 98% de la energía fósil que consumimos.
Somos altamente vulnerables a la disponibilidad y volatilidad implantada. De esta crisis no podemos salir, asumirlo cuanto antes es vital para tomar decisiones técnicas y sociales acertadas.
Tres personas tienen tanta riqueza como el 30% más pobres (tantos como los habitantes de Cataluña y Madrid juntas) mientras la crisis se agudiza de manera innegociable.
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Aquí está 2018. Ha pasado una década (desde el colapso de los mercados en 2008) de brotes verdes, luz al final del túnel, tránsito por la senda del crecimiento o ir en la buena dirección. Además desde 2014 lo hemos hecho en las más favorables condiciones económicas imaginables: con los precios más bajos del barril de petróleo (la sangre geológica que mueve la economía). Sin embargo los resultados son:
1. La hucha de las pensiones está vacía.
2. La deuda sobrepasa el 100% del PIB.
3. España es el país de la UE con la mayor brecha social.
4. Un 30% de la población está en riesgo de pobreza (40% entre menores de 30 años).
5. La pobreza energética se expande en los hogares y roza el 12%.
6. No hemos aprovechado este tiempo para comenzar una transición energética sin fósiles.
7. La ausencia de resiliencia es la norma. Su impulso ha sido abortado en todos los sectores.
7. La ausencia de resiliencia es la norma. Su impulso ha sido abortado en todos los sectores.
Si estos declives y otros detalles que los acompañan se han dado en las mejores condiciones posibles para un país no productor de energía fósil (el 98% es importada) qué va a pasar ahora que la Agencia Internacional de la Energía (AIE), órgano consultivo de la OCDE nos advierte de una subida agobiante del precio del crudo, gas y carbón.
Figura 2. Quizás la imagen más importante que nos acompañó durante 2017 para haber comenzado a tomar decisiones radicales, tanto como la innegociable agudización de la crisis a la que nos abocamos. Según la AIE la oferta de energía primaria que somos capaces de poner en el mercado en forma líquida comenzó en 2015 un ligero declive (es probable que fuese en la segunda mitad de 2014). Este año 2018 o como mucho tardar 2020, la demanda sobrepasará a la oferta. |
1. UNA CRISIS DE ORIGEN GEOLÓGICO
El homo tecnologicus fue posible con el devenir de los tiempos gracias a la disponibilidad de recursos geológicos que proporcionaban energías baratas y accesibles (en especial los hidrocarburos, sobre todo el nunca mejor denominado "oro negro"), con ello la complejidad de organización, expansión, dificultad constructiva, llegó a niveles nunca antes vistos en la historia; con ello también la noción de dominio del medio y de riesgo sufrieron un cambio paralelo en complejidad, siendo inicialmente ambas cuestiones concretas y sencillas, con el tiempo se convirtieron en difusas y complejas. El ser humano llegó a un punto en el que creyó que este flujo de riqueza que venía de la Tierra iba a estar apuntalando nuestra civilización (también como parte del planeta) para siempre. Pero todo tiene un límite.
Durante 2017, el barril de petróleo de referencia Brent ha subido un 17,12%, marcando el récord de los tres últimos años (13%) hoy cotiza a 66,6$, un 300% más que en marzo de 1998 cuando Colin J. Campbell y Jean H. Laherrère publicaron en Scientific American "The End of Cheap Oil", momento en que comenzamos a mirar de reojo a lo que hoy atenaza nuestro estado del bienestar.
2. LAS NEFASTAS CONSECUENCIAS EN ESPAÑA
2. LAS NEFASTAS CONSECUENCIAS EN ESPAÑA
España sigue sin respetar los estándares aconsejados por Bruselas en desempleo, deuda pública, deuda privada y posición neta de inversión internacional. "La posición neta de inversión internacional ha mejorado desde 2014, pero sigue siendo muy negativa y se compone principalmente de deuda, lo que expone al país a los riesgos derivados de los cambios en el sentimiento del mercado", advierte la Comisión Europea. Una de las mayores preocupaciones de la Comisión es el "muy alto" desempleo en el país, especialmente entre los jóvenes, y alerta contra la "alta proporción de parados que ha estado sin trabajo más de un año".
El caso es que lo que pudimos hacer para evitar un declive tan marcado ha traspasado su fecha de caducidad: no lo hicimos. Incluso ante las evidencias tan palpables de un colapso que nadie quería seguimos a la expectativa porque no interiorizamos el lento pasar del tiempo a ritmo de cierre de negocios y auge de contratos precarios. El declive de la era industrial tecnológica ya está en marcha; los sustitutos de la cacareada industria 4.0 son una mala copia de lo que pudimos y ahora ya no podemos.
La fracción de adultos en edad de trabajar que ya viven permanentemente fuera de la actividad laboral está en su punto álgido y sigue aumentando; también crece la fracción de adultos jóvenes que viven con sus padres y se relacionan en bajeras, porque no pueden permitirse comenzar a esculpir ni sus propios hogares, pero tampoco aprovechar el diseño de los lugares de ocio. Su presencia en nuestras ciudades y pueblos se extienden al ritmo que lo hacen el alcohol y las drogas.
3. ES IMPOSIBLE SALIR DE LA CRISIS. ASUMIRLO CUANTO ANTES ES VITAL
Figura 3. Beneficios empresariales vs. salarios (%PIB) |
Asumir que de esta crisis no podemos ni podremos salir debería ser el primer paso para tomar las medidas adecuadas; hace ya una década de brotes verdes, luz al final del túnel o esperanza de lo que sea, pero la crisis española perdura, incluso con los precios bajos del petróleo que gozamos desde hace tres años. Sin embargo no ha servido para evitar el rescate a bancos, el vaciado de la hucha de las pensiones o el crecimiento de la pobreza, la exclusión y las desigualdades récord alcanzadas (ver apartado 4).
Que España mantenga ciertos niveles de presencia como una economía destacable a nivel internacional no ha sido sino por el flujo de riqueza que se ha ido desde las capas más pobres de la población hacia dichas élites como podemos visualizar en la figura 3 cumpliendo la segunda ley de la termodinámica.
La falta de inversión de las grandes empresas energéticas durante 2017, exceptuando el impulso de EE.UU. a la ruina económica del fracking, ya que no es rentable invertir en petróleo a 50-70 $/barril, extrayendo de lugares cada vez más costosos y de peor calidad tendrá su resaca tan pronto como este 2018. Apuntan desde la agencia a que durante 2018 a 2020 viviremos un repunte de precios que sólo podría ser compensado por un aumento de la producción o una caída de la demanda.
En la AIE han dado otra vez por seguro en el WEO 2017 que se producirá un aumento de la demanda y que ésta llevará a un aumento de la inversión que estimularía al petróleo de fracking en un nuevo auge que ya se denomina fracking 2.0 y al que no pocos autores vuelven a calificar de burbuja, aunque ya sabemos que esta ruinosa técnica decae a ritmos de entre el 5% y el 10% anual en los mejores yacimientos norteamericanos, sobre todo desde 2015. Por ejemplo Bakken se ha vuelto un escenario de quiebras en cadena. La administración Trump mantiene la esperanza de la rentabilidad del fracking rebajando una vez más las restricciones medioambientales.
En la AIE han dado otra vez por seguro en el WEO 2017 que se producirá un aumento de la demanda y que ésta llevará a un aumento de la inversión que estimularía al petróleo de fracking en un nuevo auge que ya se denomina fracking 2.0 y al que no pocos autores vuelven a calificar de burbuja, aunque ya sabemos que esta ruinosa técnica decae a ritmos de entre el 5% y el 10% anual en los mejores yacimientos norteamericanos, sobre todo desde 2015. Por ejemplo Bakken se ha vuelto un escenario de quiebras en cadena. La administración Trump mantiene la esperanza de la rentabilidad del fracking rebajando una vez más las restricciones medioambientales.
La AIE (OCDE) muestra una solución del problema: cuando los precios del petróleo vuelvan a ser altos entre este 2018 y 2020, una vez puestos en el mercado los algo más de dos millones de barriles diarios de reserva, se producirá una caída de la demanda por el único itinerario que conocen los países occidentales no productores de petróleo: la destrucción de la actividad económica y su consiguiente recesión, si antes no estallan las burbujas de las criptomonedas u otras.
Nada nuevo que no conozcamos en casa cuando el precio del petróleo sube. Es decir, la propia OCDE lleva años preparando a los gobiernos para afrontar una recesión que no tiene por otro lado, nada que no se conozca y que ni siquiera el problema energético podría disparar, sino que antes puede hacerlo la crisis de deuda. La respuesta local siempre ha sido la misma: destrucción de empleo y recortes en sanidad, cultura, educación, atención social, etc., pero sobre todo un aumento de la desigualdad social que lastra toda evolución hacia el bienestar y acarrea el abandono de los grandes proyectos empresariales bandera.
4. TRES PERSONAS TIENEN TANTA RIQUEZA COMO TODA CATALUÑA Y MADRID
Sin embargo no todo es negro. El número de millonarios ha aumentado en un 60% en España desde el 2008, el año en el que dio comienzo la gran recesión posterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria y crediticia. Tres personas acumulan lo mismo que el 30% más pobre. Podríamos decir que tienen lo mismo que 14,2 millones de habitantes: el fundador de Inditex, Amancio Ortega; su hija, Sandra Ortega Mera, y el presidente y principal accionista de Mercadona, Juan Roig, en conjunto poseen la misma riqueza que todos los pobres, tantos como los habitantes de Cataluña y la Comunidad de Madrid juntos.
5. UNA CRISIS QUE SE AGUDIZA DE MANERA INNEGOCIABLE
5. UNA CRISIS QUE SE AGUDIZA DE MANERA INNEGOCIABLE
Este es el trazado que la agudización de una crisis de origen geológico absolutamente innegociable nos está marcando. Si es verdad que el homo sapiens es un "animal inteligente" como él mismo se define, deberá demostrarlo, y ahora es el mejor momento para hacerlo. Una de las principales cuestiones a abordar es algo que ha estado en cierta manera ausente en esta década de crisis: mirar a los problemas y a las amenazas colectivas con valentía y arrojo para afrontar la cruda realidad y tomar las decisiones que sí se pueden tomar, una mezcla de decisiones sin precedentes de carácter técnico sí, pero sobre todo social. Tal es el mensaje que algunos científicos, economistas, analistas, sociólogos, quisimos transmitir y que Aitor Iruzkieta recogió en el siguiente documental:
LA CRUDA REALIDAD (UN DOCUMENTAL DE AITOR IRUZKIETA)